"Esta sentencia no es firme ni justa y no me impedirá seguir trabajando para conseguir la independencia de Cataluña". Laura Borràs se ha mostrado tan desafiante como siempre tras conocerse la condena a cuatro años de cárcel y trece de inhabilitación especial por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por el fraccionamiento de contratos cuando estaba al frente de la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
Pero Cs ya ha registrado la petición a la Junta Electoral (JEC) para que le retire el acta de diputada. Si la JEC sigue la pauta de precedentes como el ex president Quim Torra o el ex diputado de la CUP Pau Juvillà, Borràs será cesada como diputada, y el siguiente de la lista de JxCat, Antoni Castellà ocupará su escaño en el Parlament.
Su partido, por contra, se niega a tomar decisiones y apela a la más que probable recurso de Borràs ante el Tribunal Supremo. "Tenemos la presidencia del Parlament, la presidenta es Borràs" ha asegurado Jordi Turull, secretario general de Junts, al ser preguntado sobre el relevo de la también presidenta del partido.
Turull ha asegurado que analizarán "todas las vías jurídicas" para bloquear la probable decisión de la Junta Electoral. "No podemos dar por normal que haya un Parlament al gusto de lo que decide la JEC" ha insistido, insistiendo en que se trata una sentencia "injusta". Junts se niega a reconocer la condena por corrupción, que atribuye al lawfare contra el independentismo, y no planterá por tanto la dimisión de Borràs como líder del partido.
Proceso pervertido
La ex presidenta del Parlament ha asegurado que la decisión del TSJC "es tan execrable como previsible" porque a su juicio "es la culminación de un proceso pervertido desde el inicio y fruto de un juicio en el que ni siquiera se me respetó el derecho a un juez imparcial".
Borràs ha comparecido ante el Parlament, en una declaración sin preguntas, tras conocerse la sentencia. Lo ha hecho acompañada rodeada por el grupo de JxCat encabezado por los dirigentes que forman su núcleo duro, como los diputados Francesc de Dalmases, Aurora Madaula o Jaume Alonso Cuevillas. También estaba ahí el secretario general del partido, Jordi Turull, y el portavoz, Josep Rius, además del ex presidente de la Generalitat, Quim Torra.
No había, sin embargo, ningún dirigente de ERC ni de la CUP, que han marcado distancias con el caso de Borràs, negándose a aceptarlo como un caso de "represión" equiparable a los procesados por el 1-O.
Presidencia del Parlament
Tras conocerse la sentencia, el PP catalán ha advertido de que recurrirá a la Junta Electoral Central si Borràs no renuncia inmediatamente a su escaño como diputada. Y poco después Cs registraba una petición a la JEC en el mismo sentido.
Todos los partidos de la oposición han urgido a su sustitución, para acabar con la interinidad al frente de la cámara catalana. La portavoz del PP en el Parlament, Lorena Roldán, ha reclamado a la Mesa del Parlament que "recupere el prestigio que no ha tenido durante todo este tiempo" para advertir que harán "todo lo posible para que Borràs no sea diputada ni un minuto más".
JxCat y ERC han bloqueado hasta ahora la sustitución de Borràs como presidenta del Parlament a la espera de la sentencia. Ahora, los dos partidos pueden recuperar su alianza para designar a una nueva presidenta -las quinielas apuestan a la diputada de Junts Anna Erra-. Si no llegan a un acuerdo, ERC podría pactar el relevo con el PSC.
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