Uno de cada diez miembros de las Fuerzas Armadas (FAS, entre todas sus categorías y ejércitos, acabaron el año pasado con algún tipo de baja médica. De los más de 122.000 hombres y mujeres que conforman el servicio armado, casi 12.000 tuvieron que dejar sus obligaciones por motivos de salud, según los datos del Ministerio de Defensa aportados al consejo de riesgos laborales y a los que ha tenido acceso El Independiente.

Los datos, que son aportados por el departamento de Margarita Robles "sin nadie pedirlos", se actualizan cada trimestre. Así, 2022 cerró el año con 9.661 hombres (el 9% del total) y 2.266 mujeres (el 14,3%) en indisposición para trabajar.

El Ejército de Tierra, el más numeroso de los tres que componen las Fuerzas Armadas, es donde más bajas hubo: 6.556 hombres y 1.408 mujeres. En la Armada, el segundo en volumen (17.493 miembros contando todos los escalafones) tuvo a 1.653 soldados que sufrieron alguna contingencia incapacitante (1.266 hombres y 387 mujeres) y el Ejército del Aire y del Espacio no pudo contar con al final de año con 1.342 hombres y 386 de sus compañeras.

La UME por su parte dejó de contar con 194 varones y 22 mujeres de los 3.272 efectivos con los que cuenta. Entre el órgano central de las Fuerzas Armadas y los autónomos sumaron 582 bajas.

Del total de bajas, 8.617 fueron de carácter comun, muendtas que casi 2.000 tuvieron que ver con el desempeño de los soldados. Defensa apunta a que 1.344 se produjeron por otro motivos, sin especificar cuáles.

Por galones

Las diferencias para coger una baja médica también se ven en los galones. Los trabajadores de las FAS de Tropa y Marinería de carácter temporal sufrieron la mayoría de los impedimentos para trabajar: 8.631. El mismo personal, pero de carrera, tuvo 1.174 bajas.

Si se sube a los suboficiales, los datos apuntan a que 1.597 necesitaron parar laboralmente por alguna cuestión, Los ociciales temporales sólo fueron 13 (nueve hombres por cuatro mujeres) y los oficiales de carrera un total de 477 personas.

Bajas rechazadas

Según la Instrucción 1/2013 de la Subsecretaria de Defensa sobre la determinación y el control de las bajas temporales para el servicio del Personal Militar, los jefes de las unidades pueden "anular" las bajas médicas, según denuncia la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME). Es decir, que ese 10% de bajas con las que terminaron las Fuerzas Armadas puede ser mayor.

La organización representativa ha solicitado información sobre el número de denuncias interpuestas ante el Juzgado Togado Militar de Melilla, así como las unidades afectadas, por denegación de bajas médicas o continuidades por decisión de los jefes de unidad de la plaza. "Pero no nos los van a dar por que no se saben ni se lleva ningún control", afirman a este medio.

"¿Qué pensaría cualquier trabajador o funcionario si quien debiera autorizar su baja médica fuese su jefe? ¿Y si este se pudiese basar en un informe elaborado por un enfermero que contradijese el informe del médico de familia o el especialista?", se preguntan desde la asociación.

ATME ha vuelto a solicitar la modificación de la normativa militar sobre este asunto, con objeto de que sean válidas "las bajas o continuidades médicas firmadas por el médico del paciente". Tampoco que ningún miembro del servicio sanitario militar que no sea médico o de la misma especialidad, en caso de que el dictamen provenga de un especialista, "pueda emitir un informe que contradiga el criterio del médico de este", explican en un comunicado.