Es la gran inquietud de los responsables culturales y lingüísticos en Euskadi. El importante impulso dado al euskera durante las últimas cuatro décadas ha elevado su conocimiento en la sociedad vasca pero no lo ha hecho en la misma medida en su utilización. Pese a que actualmente el 90% de la escolarización se hace total en euskera o de modo bilingüe, el uso de la lengua apenas alcanza el 21%. La pérdida de peso del idioma una vez abandonado el ámbito escolar también está afectando a un debilitamiento en la transmisión de la lengua en el ámbito familiar y que ahora el Ejecutivo de Iñigo Urkullu quiere abordar. Para ello quiere idear planes que contribuyan a fomentar la transmisión del euskera en el ámbito familiar, “desde la gestación hasta la escuela”, además de en el resto de ámbitos sociales, en particular entre jóvenes menores de 16 años.

La última encuesta sociolingüística del Gobierno vasco revelaba que si hace tres décadas la vía de transmisión del euskera era fundamentalmente la familia, el 79% de los euskaldunes afirmaba haberlo conocido así, hoy ese porcentaje había caído al 47%. Ese lugar de aprendizaje lo había ocupado la escuela. Un ámbito de conocimiento que no ha logrado que el uso de la lengua se extienda de manera generalizada más allá de los límites de los centros educativos. Por ello se quiere poner en marcha acciones que faciliten y refuercen al hogar familiar como ámbito de transmisión y uso. En apenas un 33% de los hogares del país vasco se habla euskera y castellano en igual medida.

Desde el departamento de Cultura y Política Lingüística se considera que la transmisión del conocimiento de la lengua de padres a hijos es un factor “clave” para la persistencia y revitalización de una lengua. Recuerda que mientras se transmita a las nuevas generaciones un idioma éste tiene garantizada su permanencia mientras que si no lo hace “corre un serio peligro”. Por ello ha decidido poner el foco en el modo en el que se transmite a los más jóvenes “que dentro de unos años serán padres y madres”. Una adecuada transmisión es la que puede “asegurar su uso”, recuerdan.

Diferentes realidades lingüísticas

El proyecto de creación de metodologías adecuadas y su pilotaje se basará en experiencias que ya han puesto en marcha algunos ayuntamientos vascos. Se busca planes que se hayan llevado a cabo con éxito y que faciliten la mejora de esos procesos y que puedan ser adaptados a diferentes circunstancias lingüísticas y sociales en el conjunto del País Vasco. El proyecto que ahora ha puesto en marcha a través de un trabajo de consultoría y análisis, busca en una primera fase abarcar a toda Euskadi y posteriormente a Navarra y el País Vasco francés, el ámbito cultural del euskera.

El diseño de estos planes partirá de la identificación de políticas locales que estén en marcha y que hubieran dado buenos resultados en el ámbito familiar. Con la selección de las mejores prácticas ya experimentadas se elaborarán nuevos modelos que se experimentarán en una selección de localidades de distinto entornos lingüísticos y contexto social. Todo el proceso implicará no sólo al Ejecutivo vasco y a los Consistorios, sino también a las diputaciones y mancomunidades.

Las metodologías que puedan definirse como positivas se confía en poder tenerlas analizadas y puestas a prueba en un periodo de dos años, desde este año hasta 2025. Para septiembre de este año está previsto que se puedan poner en marcha las primeras experiencias piloto, que se prolongarían durante un ciclo de cinco meses para ser evaluadas en una primera etapa, en febrero del próximo año, y en una segunda en septiembre de 2025, un año después de su implementación.