El Pleno del Parlament designará este viernes a Anna Erra como nueva presidenta de la cámara en sustitución de Laura Borràs. Lo hará con los apoyos de su partido, JxCat, y ERC, además de la abstención de la CUP. Los socialistas votarán a su propia candidata, Assumpta Escarp, lo mismo que los Comunes con Joan Carles Gallego. Una escenificación de rechazo al reparto de cargos pactado entre los partidos independentistas al inicio de la legislatura que no impidió a socialistas y comunes aprobar los últimos presupuestos de la Generalitat, con la oposición de JxCat.

La elección de Erra, confirmada el martes por JxCat, se ha leído como una victoria del sector institucional del partido, que lidera Jordi Turull. Los próximos a Borràs habían especulado con la posibilidad de presentar a Antoni Castellà, que también es miembro del Consejo por la República de Carles Puigdemont. Pero Erra dista mucho de presentar un perfil conciliador. Por lo menos, con los no independentistas.

La nueva presidenta del Parlament ha forjado su popularidad entre la militancia independentista desde la alcaldía de Vic, que dejará el próximo 17 de julio, con actuaciones más que controvertidas durante los momentos álgidos del procés. La más llamativa: el mensaje de recuerdo a los "presos y exiliados" del 1-O que ANC y Ómnium lanzaban por megafonía en la plaza mayor de la localidad cada tarde a las 20.00 horas. Una iniciativa que contó con total apoyo del Ayuntamiento.

Ayuntamiento independentista

También tenía el apoyo del gobierno local las de 2.500 cruces amarillas que un sábado de julio de 2018 instaló en la Plaza Mayor de la localidad un grupo independentista. La instalación contaba con el aval del consistorio, pero no de todos los vecinos. Uno de ellos arremetió en coche contra las cruces, hecho que fue denunciado por Erra como un "ataque a la libertad de expresión"

El sábado varias entidades independentistas, bajo el lema Somos República plantaron 2.500 cruces amarillas en la plaza de Vic. De igual forma que se realizó en plazas y, sobre todo, en playas a principios de verano motivando enfrentamientos entre simpatizantes de uno y otro bando.

Por contra, a Erra no le pareció que formara parte del derecho a la libertad ideológica que Ciudadanos pudiera hacer campaña en la localidad que todavía gobierna. La alcaldía de Vic impidió tanto a Cs como al PP instalar carpas informativas con el argumento de que "la mayoría" de sus vecinos no están de acuerdo con sus postulados.

Condena judicial

Cs llevó el caso ante la justicia, que falló a favor del partido naranja decretando que el gobierno local liderado por Erra había violado su derecho a la libertad ideológica. En sus alegaciones, la alcaldía argumentó que el Consistorio puede “autorizar o denegar discrecionalmente” cualquier uso de la vía pública. Y añadió que no autorizó la carpa porque no quería facilitar que Ciudadanos hiciera “proselitismo” de su visión de la situación lingüística de las aulas en Cataluña.

Además, el Ayuntamiento de Vic ha sido obligada por la Junta Electoral Provincial de Barcelona a retirar propaganda independentista de los edificios públicos, que el ejecutivo local quería mantener durante los períodos electorales.

Rechazo del constitucionalismo

Con estos precedentes, la organización Impulso Ciudadano ha remitido una carta a los presidentes de todos los grupos del Parlament solicitándoles que no den apoyo a Erra como presidenta, "dadas sus reiteradas actuaciones claramente incompatibles con la especial obligación de respeto al pluralismo político que tiene un cargo tan relevante".

En la misiva, el presidente de IC, José Domingo, define a Erra como "una persona que ha mostrado abiertamente su completo alejamiento de los principios democráticos básicos". Además de los ejemplos citados, Domingo recuerda una intervención de la dirigente independentista en el Parlament, en la que vinculó la condición de catalán con el aspecto físico o el acento, estableciendo una distinción explícita entre los “catalanes autóctonos” y los que no lo son.