Pregunta.- Sustituye a Cayetana Álvarez de Toledo como cabeza de lista del PP por Barcelona ¿Qué mensaje lanza Feijóo a los votantes catalanes con su candidatura?

Respuesta.- Quiero pensar que entre Cayetana y yo hay más similitudes que diferencias, por la admiración y el respeto que le tengo. Es un mensaje de apertura del PP y voluntad de tendencia al centrismo, al reconocimiento de la pluralidad y la diversidad, con un tono pragmático y amable pero firme en la defensa de las convicciones del PP. Incorporando a figuras como yo Feijóo quiere recuperar a parte del electorado que se ha sentido en ocasiones decepcionado o no representado. Y en ese sentido la cosa pinta bien, según las encuestas.

P.- ¿Su fichaje por el PP es el ejemplo de la absorción de Cs también en Cataluña, donde nació el partido?

R.- Es un ejemplo de que el PP es la casa común de los constitucionalistas en Cataluña. El voto sensato, centrado y razonable del constitucionalismo se concentra en el PP.

P.- Usted afirmó en su despedida que Cs no tiene futuro.

R.- Dije que veía complicada su viabilidad. Me cuesta hablar en estos términos de Cs porque allí conservo muchos amigos a los que respeto.

P.- Es el único cabeza de lista de que viene de Cs, precisamente en Cataluña ¿Por qué?

El debate hoy en Cataluña no debería ser izquierda o derecha sino defensa de la democracia liberal frente a populismos

R.- La idea de Alberto Núñez Feijóo es hacer un PP cada vez más amplio, en el que quepa más gente y votantes más diversos. En ese sentido hace bien en ensanchar la base porque en Cataluña es momento de que la gente que está por una democracia liberal y no por aventuras populistas se sume el PP. El debate hoy en Cataluña no debería ser izquierda o derecha sino defensa de la democracia liberal frente a populismos. El PP representa y reagrupa a todos los que defendemos la democracia liberal en Cataluña y el conjunto de España frente a los populismos de diverso signo que amenazan la democracia.

P.- ¿Los pactos con Vox diluyen ese compromiso con la democracia liberal?

R.- Es cierto que Vox no es el partido más liberal, pero los pactos que ha habido se basan en el respeto a los principios fundamentales de nuestro programa. El PP no ha hecho ninguna concesión en derechos civiles y sociales, de defensa de la igualdad. Estos elementos que son troncales en el programa del PP están siendo respetados en esos pactos. Lo importante no es tanto el quién sino el cómo.

P.- ¿Vox está forzando la máquina en esos pactos, llevando al PP contra la pared en la defensa de algunos de esos principios que defiende?

R.- Quiero ser muy respetuoso con los votantes de Vox. Pero hay situaciones en las que Vox no se comporta con la alteza miras que se espera de un partido de estado. Esa alteza de miras que yo espero de PP y PSOE, no se ve en Vox, que tiende a forzar la máquina más de la cuenta precisamente por esa aproximación destructiva que tienen a algunos aspectos de la política. Vox en ocasiones muestra una tendencia a la anti-política que me preocupa.

Vox tiene una aproximación destructiva a algunos aspectos de la política, muestra una tendencia a la anti-política que me preocupa.

P.- Feijóo ha defendido en Cataluña la plurinacionalidad de España y después tuvo que auto-enmendarse ¿Cómo está esa redefinición constante del PP en Cataluña?

R.- En España hay una sola nación jurídica y política, eso es indubitable. Pero nuestra Constitución también prevé esa diversidad en la unidad, por eso me parece bien una aproximación amable a la diversidad de España. Reconocer la pluralidad del todo pero no negar la pluralidad de las partes, eso es fundamental.

Si España en su conjunto es plural, lo es tanto o más Cataluña. Por eso es importante dejar claro que la única nación de ciudadanos libres e iguales es España. A partir de ahí, la defensa del plurilingüismo es una seña de identidad del PP y concretamente de Feijóo. Siempre he admirado como hace discursos de amor a España en gallego. Me considero bilingüe y defensor del castellano en Cataluña y del catalán en el conjunto de España, me identifico con esa tendencia a utilizar las lenguas españolas diferentes del español para mostrar tu lealtad a España. Feijóo encarna perfectamente esa lealtad dual a tu tierra y a tu país y yo me identifico con esa idea.

P.- ¿Si el PP gana las elecciones asumirán la batalla de la defensa del castellano en Cataluña?

R.- Para el PP es importante el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos de Cataluña a educarse también en castellano. Defenderemos el sistema de conjunción lingüística de catalán y castellano en las aulas -que de hecho es como se concibió inicialmente el sistema lingüístico que surgió de la transición en Cataluña-. Desde el Gobierno de España no vamos a tolerar que la Generalitat se salte las sentencias del 25% de español, que se menosprecie institucionalmente el español como se ha hecho hasta ahora, y vamos a defender todas nuestras lenguas, también el catalán.

La convivencia lingüística entre castellanohablantes y catalanohablantes, que es modélica en Cataluña, debe verse reflejada en la vida institucional. Lo increíble es que en las calles de Barcelona los ciudadanos convivamos sin problema y el Govern se invente un problema para generar crispación y miedo. Catalán y castellano serán ambas lenguas vehiculares con el Gobierno del PP.

P.- ¿Qué opina de la polémica generada en Cataluña por la suspensión de las suscripciones a revistas en catalán en la biblioteca de Burriana (Valencia)?

R.- Es una polémica sobredimensionada. El nacionalismo tiene tendencia a coger episodios anecdóticos y convertirlos en categoría, para alimentar el miedo en la ciudadanía. El Ayuntamiento de Argentona (Barcelona) canceló las suscripciones a diarios de ámbito nacional como respuesta a la tensión política en 2017, varios ayuntamientos catalanes cancelaron también las suscripciones a El Periódico de Cataluña por el tratamiento que dio a los atentados de Barcelona y Cambrils. Que una cancelación de revistas en el Ayuntamiento de Burriana centre durante tres días el debate público en Cataluña demuestra hasta qué punto el nacionalismo ha conseguido distorsionar la realidad.

P.- ¿El procés ha acabado?

El procés ha mutado. Está aletargado y recibiendo respiración asistida por el sanchismo. Hay un proyecto de construcción nacional en Cataluña emprendido por Jordi Pujol y ese proyecto sigue su curso.

R.- El procés ha mutado. Las bases siguen estando ahí, porque hunden sus raíces en los gobiernos pujolistas. Esa animadversión hacia el resto de España, esa desconfianza o ese desprecio hacia andaluces o extremeños no proviene solo de los gobiernos de Artur Mas, viene de mucho antes. Hay un proyecto de construcción nacional en Cataluña emprendido por Jordi Pujol y ese proyecto sigue su curso. Ahora parece que está aletargado y recibiendo respiración asistida por el sanchismo, que sigue concediendo a los nacionalistas todo lo que le exigen. Al final eso generará que otra vez se den las condiciones para que los nacionalistas vuelvan a intentar un embate antidemocrático.

P.- ¿Teme que el independentismo se reactive contra un Gobierno del PP?

R.- Una las cosas más perversas del discurso público es cómo el PSOE le dice a la ciudadanía que en Cataluña que han pacificado Cataluña. ¿A costa de qué? Muchas veces a costa de los derechos de los catalanes en términos lingüísticos, de igualdad y de libertad. El PSOE ha decidido elegir como socios prioritarios a ERC y Bildu. No niego que hoy Cataluña está más tranquila que en 2017, pero eso es fruto de la necesidad de la sociedad catalana de pasar página, no de las políticas de apaciguamiento que solo benefician a los políticos separatistas. No benefician a los catalanes en su conjunto.

El único proyecto de Pedro Sánchez para Cataluña es el apaciguamiento a los independentistas, no respetar y atender las demandas del conjunto de los ciudadanos. Me parece perverso que el PSOE le diga al PP: 'cuidado que como lleguéis al gobierno vamos a participar de una nueva escalada de tensión'. El PSOE parece dispuesto a encabezar una nueva escalada de tensión si gobierna el PP. Lo vimos en 2003 con el Pacto del Tinell. Están dispuestos a todo para mantener el poder, es muy irresponsable, demuestra que la propia idea de España les importa relativamente poco.

P.- ¿Cómo interpreta la falta de explicaciones del Gobierno sobre el espionaje con Pegasus, tanto los miembros del propio Gobierno como al independentismo?

R.- Es una muestra de debilidad y falta de liderazgo que proyecta dudas sobre la consistencia de nuestro país. No hay nada peor para la imagen de un país que esa sensación de un Gobierno de aficionados que juegan con la verdad a su antojo.

P.- ¿Votaría a Salvador Illa como presidente de la Generalitat para evitar un nuevo president independentista?

Siempre preferiré un gobierno de la Generalitat socialista a un gobierno nacionalista.

R.- Siempre preferiré un gobierno de la Generalitat socialista a un gobierno nacionalista. Tengo buena relación con Illa, al que considero un político razonable y al que solo reprocho una actitud demasiado condescendiente con los nacionalistas. Es lo que ha hecho Daniel Sirera en Barcelona, es la fórmula que debe seguir un partido de Estado con sentido del deber.

P.- En las negociaciones de la Diputación de Barcelona Junts contactó con el PP, ¿hubiera entendido un acuerdo para desbancar al PSC en esa institución?

R.- No, me parece un acuerdo contra los intereses de los ciudadanos de la provincia de Barcelona. El nacionalismo se ha demostrado absolutamente perjudicial para Cataluña, lo hemos visto durante el procés con la fuga de empresas, la división social, la decadencia económica, cultural, social y de la convivencia. Eso lo han provocado los partidos que viven obsesionados con separar a Cataluña del resto de España, por eso creo que pactar con ellos es imposible en el contexto actual. Lo mejor son fórmulas como las del Ayuntamiento de Barcelona.