Es apenas un puñado de votos. Unos pocos cientos de papeletas que podrían determinar el liderazgo y la fotografía que arroje el 23-J en el siempre complicado tablero político vasco. Los sondeos ya lo venían detectando, el dominio del PNV en cuestión tras el 28-M, la recuperación del PSE y la corriente electoralmente favorable en la que se encuentra EH Bildu podrían arrojar un triple empate en escaños el domingo y un reparto del dominio territorial. La previsión demoscópica dibuja un escenario de cinco diputados para Bildu, PNV y PSE y la victoria de jeltzales en Bizkaia, socialistas en Álava y de la izquierda abertzale en Gipuzkoa.

Pero esa sólo es una estimación que la movilización de última hora podría alterar de modo significativo, en lo cuantitativo y en lo cualitativo. Uno de los últimos sondeos publicados, el Eitb Focus, cifraba en apenas 400 votos la diferencia entre el PSE y Sumar para hacerse con el último escaño en Gipuzkoa. En Bizkaia, el último asiento en el Congreso podría jugarse en apenas un millar de votos. Los sondeos por el momento se lo otorgan al PP en detrimento del PNV. Un diputado más o menos que podría agudizar o aliviar las horas bajas por las que atraviesa el PNV. Perder uno de sus seis diputados actuales sería un duro revés en su pulso con Bildu, y permitiría al PP apuntalar su recuperación y duplicar su representación vasca en el Congreso.

El estrecho margen de la pugna ha provocado que en la recta final de la campaña electoral las tres formaciones hayan exprimido a sus líderes y no hayan dudado en explorar nuevos escenarios ‘estivales’ con los que poder movilizar a los últimos indecisos antes de este domingo. El PNV ha multiplicado sus actos, con una sobreexposición de su candidato más conocido, Aitor Esteban, quien junto al presidente del partido, Andoni Ortuzar, venía protagonizando los actos de campaña. En estos últimos días el partido ha recurrido también al lehendakari Iñigo Urkullu en el ‘ticket’ de la campaña en la confianza de que pueda aportar a esa necesaria movilización de sus habituales votantes hoy algo desmotivadas.

En Sabin Etxea saben que el recuerdo del voto de hace apenas dos meses, en las elecciones municipales y forales, aún pesará en estos comicios generales. Fuentes de la dirección no lo ocultan y señalan que “nos resentiremos” algo el 23-J. Preguntados por el objetivo a alcanzar el domingo, en el PNV apuntan que es revalidar el “grupo propio”, es decir, cinco escaños. El sexto representante que ahora tienen dependerá de ese puñado de votos, que se estima en torno a un millar, y que le disputa al PP en Bizkaia.

Sánchez, Urkullu y Otegi, recta final

En el PSE también han recurrido a todos sus medios para intentar la “remontada”. El martes el propio presidente Pedro Sánchez dejó aparcadas sus responsabilidades comunitarias para viajar a última hora de la tarde hasta la capital guipuzcoana para colaborar en el sprint final. Fue ahí donde llamó a hacer realidad la "remontada". Poco antes había sido Zapatero quien visitó la capital guipuzcoana. Los socialistas vascos confían en poder retener el segundo escaño por Gipuzkoa, uno más que en 2019, que les dan las encuestas. Sin embargo, la marca de Yolanda Díaz, Sumar, podría arrebatárselo. La diferencia sería de menos de medio millar de papeletas. Algo más lejos estaría la amenaza de la coalición que lidera Arnaldo Otegi para hacerse con ese último escaño.

EH Bildu está convencida en dar el ‘sorpasso’ al PNV. Su líder Arnaldo Otegi se ha prodigado en esta campaña participando en todos los actos centrales de la coalición. En las últimas horas Bildu ha decidido pasar de sus apelaciones más moderadas al “autogobierno”, al cumplimiento del Estatuto de Gernika y al traspaso de sus competencias pendientes –en un discurso más propio del PNV- a resucitar sus llamadas al derecho a decidir. Lo ha hecho incluso participando en actos junto a ERC en Cataluña y dejándose ver con algunos de los líderes de ‘procés’, como Oriol Junqueras, para reivindicar la necesidad de recuperar las consultas en Euskadi y Cataluña. ERC y EH Bildu concurren junto en sus candidaturas al Senado.

La izquierda abertzale volverá a imponerse en Gipuzkoa, según los sondeos. Junto a su resultado en Navarra, donde podría lograr un escaños, se estima que alcanzaría seis representantes en la Cámara Baja. En caso de que finalmente el PNV no logre revalidar su sexto asiento la izquierda abertzale volvería a superar a los de Ortuzar en el Congreso. Ya en 2011 la marca de los de Bildu entonces, Amaiur, logró seis representantes frente a los cinco con los que contaba el PNV.

Ajustado reparto de escaños

Ese estrechamiento en el reparto de escaños entre los principales partidos muestra un nuevo reparto de apoyos en Euskadi. Lejos quedan para el PNV los 8 diputados que llegó a tener en 1982, antes de su escisión. En tiempos de Ibarretxe, a comienzos de los 2000, con un escenario político inflamado en el País Vasco, tras haber caído a 5 diputados remontó hasta los 7. Desde 2008 la horquilla de los de Ortuzar siempre se ha movido entre los 5 y 6 representantes, como se estima que suceda ahora.  

Para los socialistas vascos revalidar los resultados de los años de Zapatero es hoy por hoy impensable. En las elecciones generales de 2008 el PSE obtuvo 9 representantes, más del doble de los 4 actuales.

Por último, tras este domingo EH Bildu podría igualar su mejor resultado en unas elecciones generales. Unos comicios que históricamente han estado marcados por una particular relación de la izquierda abertzale con el Congreso de los Diputados. Durante décadas, HB cuestionó las instituciones del Estado y su presencia en ellas. Pese a presentarse, tan sólo las utilizaba como altavoz coyuntural y escenario de 'performances' políticas. Con HB, en los años más duros de ETA, su representación osciló entre los 2 y los 4 diputados. Tras su regreso a la legalidad, en 2011 Amaiur logró el que sigue siendo su ‘techo’ electoral en unas generales: 6 asientos. En las siguientes convocatorias cayó a dos diputados, hasta duplicar su representación por el País Vasco en 2019 y que ahora podría volver a superar con cinco diputados por el País Vasco más un sexto por Navarra.