El lehendakari y su Gobierno está muy molesto con lo ocurrido ayer durante su intervención en el Congreso Nacional de la Empresa Familiar. En presencia del Rey, el ministro José Luis Escrivá y cientos de empresarios, Urkullu intervenía analizando la situación económica y empresarial vasca. En un discurso bilingüe, cuando comenzó a intervenir en euskera los murmullos, las toses y la salida de la sala de algunos de los presentes hicieron que el lehendakari detuviera su alocución. Lo hizo con un gesto de profundo malestar que a la salida del acto trasladó a los organizadores del mismo y al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Urkullu afirmó que quienes actuaron de ese modo por el mero hecho de intervenir en euskera eran "unos maleducados". Llegó incluso a afirmar que cincuenta años después "he sentido nuevamente de manera ostensible el franquismo sociológico existente en España".

Hoy el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, interpelado al respecto, ha asegurado que "quizá a alguien le corresponde disculparse". Ha recordado que Euskadi es una comunidad bilingüe con dos lenguas oficiales y que los cargos institucionales tienen por costumbre intervenir en ambas lenguas. Por ello, ha asegurado que a algunos "les haría falta más tolerancia".

Euskera y Justicia

Un acto en el que el propio Rey Felipe VI empleó el euskera en sus primeras palabras ante los cerca de 500 empresarios y empresarias que hasta hoy participan en el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar en la capital vizcaína.

El incidente ocurrido ayer se produce en plena polémica en torno a las sentencias sobre el euskera que ha emitido en los últimos meses la Justicia. La última, relativa a la Ley Municipal y la posibilidad de que los consistorios conviertan al euskera en lengua preferente de uso, ha suscitado un profundo malestar en el Ejecutivo vasco. Este rechazo se produce al haberse emitido en los últimos dos años docena y media de resoluciones que cuestionan, anulan o modifican la demanda o regularización del euskera en procesos públicos.

La posición de los jueces se ha tomado como un acoso y una actitud de 'euskarafobia' contra la que se ha convocado una manifestación para el próximo 4 de noviembre que contará con el respaldo del PNV.