Ana Patricia Botín es una de las mujeres más poderosas e influyentes de nuestro país. La presidenta del Banco Santander sabe que su voz es escuchada, pese a que algunos de los aspectos que reivindica tienen un impacto menor al que desearía. Sin duda, el valor y presencia de las mujeres en el mundo de la empresa es una de sus banderas reiteradas. Hoy no iba a dejar pasar la ocasión durante el Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se celebra en Bilbao. Desde el escenario, en una conversación con la CEO de Iberostar, Sabina Fluxá, ha reclamado el reconocimiento de las mujeres: "Cuando una mujer se postula a un cargo tiene un 120% de cualificación, cuando lo hace un hombre, muchas veces, es del 50% o 60%".

Ante un auditorio mayoritariamente masculino, el murmullo no ha tardado en reproducirse. "Es así, aunque a muchos les cueste trabajo creerlo", ha asegurado. Botín ha asegurado que la mujer en el mundo de la empresa continúa mostrándose aún "mucho más modesta" pese a que su preparación es equiparable o superior al de los hombres, "en general confiamos menos en nosotras mismas".

Ha lamentado que aún hoy la proyección profesional de las mujeres sigue registrando un freno importante cuando tienen hijos. Se ha dirigido a los empresarios presentes en el Palacio Euskalduna de Bilbao con hijas para instarles a que "les den oportunidades". Ha asegurado que ese "impuesto de familia" que "pagan casi siempre las mujeres" no es algo propio de España o los países latinos sino que ocurre "en todo el mundo".

Botín ha defendido el valor que en la dirección y funcionamiento de una empresa aporta la "diversidad de género", también en los niveles más altos de toma de decisiones: "La diversidad no sólo de género, sino de edad, de raza y experiencia es necesaria".

Un "desequilibrio" en el empleo del futuro

Durante su intervención se ha referido a las dificultades de captación y retención del talento. Ha recordado que en los próximos años habrá millones de empleos que se perderán y más aún que se generarán pero para cuya ocupación no habrá cualificación suficiente. Ese "desequilibrio" entre la oferta y la demanda de empleos será uno de los grandes retos de futuro, con la cualificación continua y la actualización de la educación como caminos imprescindibles.

Finalmente, Botín ha defendido la necesidad de no descuidar el equilibrio entre los beneficios económicos y la responsabilidad social de las empresas. La presidenta del Banco Santander ha apuntado que no existe "ningún conflicto" entre ambos objetivos, como en ocasiones se apunta. Ha calificado de "sano" obtener beneficios y destinar una parte de ellos a invertirnos en la sociedad: "Nosotros destinamos un tercio de nuestros beneficios al pago de impuestos, otro tercio a nuevos créditos y un tercio a nuevos accionistas".