Las empresas familiares están preocupadas. Les inquieta no sólo la imagen que en la sociedad se ha extendido de ellas, sino la falta de mano de obra con la que deben trabajar en un mercado cada vez más competitivo. Les inquieta la dificultad de encontrar y retener el talento que requieren y el alto coste fiscal que persiste en la generación de empleo. Faltan ingenieros, informáticos, personal de hostelería... y el sistema educativo no es capaz de producir el personal que la economía requiere.

Tampoco les calma ni el difícil contexto internacional ni la "polarización" o el desgaste institucional en el que ven a España. La radiografía que esta mañana ha realizado el presidente de Sener y del Instituto de Empresas Familiares, Andrés Sendagorta, durante el acto de inauguración del XVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, incluye también una demanda a su reconocimiento. Los empresarios reivindican su aportación a la sociedad y a la economía española y que consideran que en muchos casos no es reconocida. En este punto Sendagorta ha reconocido que corresponde también al tejido empresarial avanzar en una nueva política de comunicación que proyecte "lo que hacemos y cómo lo hacemos" y contrarrestar así "el empeño de otros en decir algo que no somos".

Sendagorta ha asegurado que uno de los grandes retos a los que se enfrentan la el casi un millón de empresas familiares en España -cerca del 90% del total de empresas en nuestro país- es la captación y retención de talento personal, "un reto de primera magnitud". En un acto presidido por el Rey Felipe VI, el lehendakari Iñigo Urkullu y el ministro José Luis Escrivá, Sendagorta ha asegurado que se debe mejorar el "sistema educativo" y las leyes que lo impulsan: "Se destina más tiempos a subrayar los rasgos ideológicos que las necesidades reales" de la economía.

Mil empleos al día

A un cambio en los procesos de formación, el presidente del IEF, ha sumado la demanda de cambios en el tratamiento fiscal en la generación de empleo privado. En este sentido ha apelado a una política fiscal que permita acercar el salario neto real al salario bruto que pagan por ellos las empresas y hacerlos así más atractivos, "hay que incentivar el empleo más que gravarlos", ha asegurado.

Por último ha instado a evitar la polarización en España y apostar por el diálogo y el reforzamiento institucional y el marco constitucional que permita un clima que favorezca el crecimiento económico y la estabilidad empresarial.

El Rey ha defendido el valor de las empresas familiares, "que siempre forman parte de la solución" ante escenarios de incertidumbre: "El esfuerzo, el liderazgo y el sentido de responsabilidad son esenciales en la búsqueda y logro de objetivos". Ha defendido el "modo de hacer" de las empresas familiares, "de entender los negocios" basada en los valores propios de la familia, "un activo intangible que ayuda a agrupar a las personas en torno a proyectos con un objetivo común: hacer que las cosas funcionen mejor".

Congreso nacional de la empresa familiar
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, durante el Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

Por su parte el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migración ha destacado la gran aportación de la empresa familiar durante los últimos tres años, con la generación de 900.000 empleos: "Mil empleos al día, es algo encomiable". Ha recordado que además se trata de una tipología de empleo de gran calidad, con sueldos más altos" y fruto de su mayor capacidad de exportación, "y además reduciendo su nivel de endeudamiento".

El 14% del PIB y 1,1 millones de empleos

El Congreso de la Empresa Familiar se ha convertido en el foro empresarial más importante de España. El lema elegido este año es “La Fuerza de las Personas”. Las empresas familiares representan en España el 70% del empleo y el 60% del PIB. Según detalla el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), sus sociedades además de representar un músculo esencial de la economía españolas, suponen la mayor parte de las empresas longevas, con u a vida muy superior a las empresa no familiares. Algunos de los socios del IEF son empresas centenarias y llevan siglos contribuyendo a la prosperidad de nuestro país. 

En el acto inaugural junto al Rey han estado presentes el lehendakari Iñigo Urkullu, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá y el presidente del IEF, Andrés Sendagorta. Durante esta primera jornada se celebrarán numerosas ponencias, entre ellas las de los presidentes de cuatro compañías que forman parte del Instituto de la Empresa Familiar: Tomás Pascual, Corporación Empresarial Pascual, Mané Calvo, del GRUPO CALVO, y José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. En el acto también han estado presentes destacados empresarios como el presidente de Mercadona, Juan Roig, o la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín.

Las compañías que integran el IEF dan empleo a 1,1 millones de personas. Su facturación anual conjunta es del 14% del PIB español, porcentaje que supera el 24% si se incluyen las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar vinculadas, que engloban a otras 1.500 de empresas. Todos los socios del IEF son presidentes, consejeros delegados o miembros del Consejo de Administración de las empresas de las que son propietarios. Durante sus 30 años de existencia el Instituto se ha consolidado como un interlocutor de referencia ante las Administraciones, volcado en defender los intereses de la empresa familiar, identificar las mejores prácticas en gobierno corporativo y gestión, y velar por la formación y el networking de las siguientes generaciones.