En España seguimos teniendo tasas de desempleo y en concreto, de desempleo juvenil, demasiado altas para nuestro entorno y para ser una sociedad justa igualitaria, sobre un 12 y un 30% de tasa total y juvenil. Pero, ¿a qué se debe esto? En las siguientes líneas analizaremos la relación del sistema educativo y el modelo productivo con el desempleo.

Lo primero haremos es analizar si la juventud española estudia más o menos que la de nuestro entorno. En cuanto a graduados de FP nos situamos un 8% por debajo de la UE  y un 3% por encima en graduados universitarios. Con estos datos podemos señalar que la juventud sí estudia y aún quiere estudiar más. Esto podemos verlo reflejado en esas más de 30.000 personas que han quedado fuera de la FP en Madrid por la falta de plazas y que año tras año siguen intentando estudiar. Sin duda, necesitamos implementar una FP de calidad para mejorar la formación y el acceso al empleo de miles de personas que quieren y no pueden.

Pero… ¿qué ocurre cuando la juventud termina sus estudios? Ocurre que se encuentran con ofertas de trabajo para las que están sobrecualificados, y es que además de ser los campeones desde hace décadas en desempleo juvenil, también lo somos en sobrecualificación. De hecho, un 36% de las personas graduadas no encuentra empleos de su nivel formativo. ¿Por qué será esto? Puede que algo tenga que ver que el PIB en investigación en la UE sea del 2,3% y en España solo un 1,4%. Puede ser que el PIB industrial se sitúe alrededor del 15% en España mientras que en la UE o en Alemania se sitúan sobre el 17% y el 26%, respectivamente. Puede ser. 

Un 36% de los graduados no encuentra empleo de su nivel. Puede que algo tenga que ver que el PIB en investigación sea solo un 1,4%"

Sin embargo, ¿qué ocurre en los países con una economía más productiva y dedicada a la investigación cuando hay crisis? Efectivamente, en estos sube menos el desempleo mientras que en las economías como la española, dedicada al sector terciario y en concreto a la hostelería, caen las que más. 

En la anterior crisis se nos decía a la juventud que no queríamos ni estudiar ni trabajar, cuando teníamos complicado hacer cualquiera de las dos, bien por la falta de trabajo o por la falta de plazas y la subida de tasas en FP y universidades. Vemos constantemente que la juventud es un blanco fácil para determinados medios y creadores de opinión, ya que tenemos muy difícil defendernos al no estar en los espacios públicos con la misma visibilidad que ellos. 

Este es el escenario en el que vivimos la juventud, pero ¿qué se nos propone? Con garantía juvenil la UE asumió que si los jóvenes no trabajábamos, ni estudiábamos, era culpa nuestra y que, por lo tanto, nos tenían que “activar”. Es por eso por lo que se llaman políticas activas de empleo. Y sí, claro que hay casos en los que la orientación y  la ayuda psicológica es imprescindible, así como la formación, pero lo que ocurre es que, en realidad, este tipo de políticas ni pueden ni quieren crear trabajo para todos los desempleados, sino que intentan que los que pasan por ese proceso tengan mejor acceso al empleo. 

Si no hay trabajo, podemos formar y orientar, pero las tasas de desempleo no bajarán hasta que mejoremos la economía. Por eso decimos que estas políticas, a veces, acaban culpabilizando a la juventud por un contexto económico en el que no han decidido ni contribuido a crear. 

Entonces, ¿cuál es el papel de la formación en el desempleo? Tenemos un buen número de universitarios, pero cojeamos por abajo. Faltan muchísimos titulados de FP principalmente por dos motivos: el primero es que falta inversión y plazas de FP para la demanda actual; el segundo es que hay una generación que se marchó de la formación por la falta de recursos y porque con el boom inmobiliario se podía ganar dinero sin titulación, lo que nos ha dejado una brecha formativa que aún no hemos conseguido reducir. 

España tiene que pensar qué quiere ser de mayor, si un país de rentismo, de alquileres por las nubes que ahoga la juventud, de turismo con empleos de mala calidad, o un país con trabajos de calidad y salarios justos que lidera el proceso de transformación verde, aprovechándonos de que somos el país con la luz más barata y ponernos a investigar producir las energías renovables del mañana. 

Esta cuestión definirá la calidad de vida de la juventud en el mañana. Definirá si seguimos con tasas de sobrecualificación, con empleos precarios y una juventud que no puede iniciar su proceso emancipatorio y que cuando lo hace, está en la pobreza.


Adrià Junyent Martínez es el secretario confederal de Juventud de Comisiones Obreras (CC OO). @adriajunyent