Los 150.000 trabajadores de la función pública del País Vasco están llamados hoy a una huelga que ha comenzado con algunos incidentes a primera hora de la mañana en forma de piquetes y retenciones de circulación en distintas acciones de protesta. Una convocatoria con un seguimiento "muy alto" según una primera valoración de las centrales y que tendrá una segunda jornada de protesta el próximo 19 de diciembre y ante las que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu lleva días reaccionando de modo muy crítico. Hoy ha sido el vicelehendakari Primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, quien ha cuestionado la llamada a la huelga y la utilización de las reivindicaciones que se vienen haciendo en la Administración Pública.

Ha asegurado que "en este país se da una paradoja". Ha apuntado que mientras la demanda para optar a un puesto público no ha dejado de crecer el grado de insatisfacción que se traslada desde la función pública ha también se ha incrementado. Erkoreka ha mostrado su sorpresa en que mientras la "aspiración vital" de miles de personas es acceder a un empleo en la Administración pero una vez que lo ocupan "se encuentran inmediatamente insatisfechos y empiezan a reivindicar".

El Ejecutivo de Urkullu viene denunciando desde hace semanas que las reivindicaciones de las centrales sindicales de la Administración en muchos casos no están justificadas, en particular las relativas a un incremento salarial del 10% para mantener su poder adquisitivo. El lehendakari reitera que los recursos "no son ilimitados" y que es precisamente la función pública uno de los sectores laborales a los que más se les ha actualizado su remuneración en comparación con el reto del tejido productivo. Añade además que el margen de actuación en esta materia por parte del Gobierno vasco viene determinado por la legislación y limitaciones de ámbito estatal.

Semana laboral de 32 horas

La huelga convocada hoy, y que continuará el día 19 del mes que viene, está secundada por la mayoría sindical, con una representación del 85%. Sólo UGT se ha quedado fuera de la convocatoria. Las centrales reclaman una actualización de las remuneraciones del 10%, reducir la temporalidad en la función pública del 40% al 8%, poner fin a las privatizaciones e impulsar una euskaldunización real en la Administración. Solicitan además una reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales y dar pasos para lograr un ámbito de negociación "exclusivamente vasco" que no dependa del marco estatal.

El consejero de Seguridad se ha mostrado sorprendido de la unidad sindical en la que se lleva a cabo esta movilización, que abarca todos los niveles institucionales, "donde hay situaciones enormemente heterogéneas y completamente distintas que nada tienen que ver entre si". En declaraciones a Onda Vasca, Erkoreka ha situado esta movilización en un intento por trasladar una imagen de 'caos' que no es real y que ubica en un contexto político por condicionar el clima social de cara a las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo año.

La huelga en el conjunto de la función pública se suma a las movilizaciones de carácter sectorial que también se vienen dando en otros ámbitos. Este martes fue la enseñanza pública la que llevó a cabo una huelga. A ello se suman las protestas y movilizaciones que se vienen registrando en la sanidad pública o la Ertzaintza desde hace meses en demanda de mejoras laborales.