El parlamento de Castilla y León, arena de pruebas del primer gobierno de coalición entre PP y Vox, es cotidianamente un escenario de confrontación y broncas entre la oposición y el vicepresidente de la Junta, de Vox, Juan García-Gallardo. Esta semana, no obstante, se ha dado un paso más. En la sesión parlamentaria del pasado martes, el PSOE grabó, tal y como ha reconocido, al político ultraconservador en su escaño con una cámara que fijó en la tribuna de invitados. Ello, para intentar grabar nuevos "gestos obscenos" del segundo de Alfonso Fernández Mañueco en el Consejo de Gobierno. Algo que es motivo de denuncia constante en las Cortes por parte de PSOE, Podemos o Ciudadanos, entre otros.

La acción viene dada dos semanas después de que en una sesión parlamentaria, los socialistas denunciaran que Gallardo gesticuló imitando una felación a la vez que miraba a dos procuradoras del PSOE. Las tres cámaras instaladas en el hemiciclo no captaron ese momento, aunque sí lo hicieron los fotoperiodistas.

El reglamento de las Cortes prohíbe fotografiar o grabar desde la tribuna el hemiciclo. Solo están autorizados aquellos medios audiovisuales acreditados así como los trabajadores de la propia institución. Es una medida que se tomó varias legislaturas atrás, para dotar de privacidad a los parlamentarios durante las sesiones.

El dispositivo de grabación, en un trípode, lo localizó uno de los trabajadores de la Cámara, que consultó con las autoridades de la Mesa, capitaneadas por el presidente Carlos Pollán, de Vox, antes de apagarla. El letrado mayor así lo ordenó a los minutos. Allí se mantuvo durante horas hasta el término de la sesión. Posteriormente, miembros del PSOE procedieron a retirarla.

Los de Luis Tudanca reconocen los hechos y achacan su actuación a la conducta del vicepresidente gesticulando esa aparente felación, que Gallardo matizó incidiendo que hacía un gesto de "lloriqueo". Es algo habitual en los plenos, cuando responde a las críticas de la oposición. Éste ha estado en el foco en las últimas semanas por participar en las manifestaciones contra los socialistas tanto en la sede nacional de Ferraz, en Madrid, como en Valladolid. Por el momento, no hay planteadas sanciones.