Un total de cuatro activistas, cifra que previsiblemente aumente, han sido detenidos o directamente citados en dependencias policiales para testificar y ser imputados de cargos de pertenencia a organización criminal. Las detenciones realizadas por la Brigada de Información de la Policía Nacional de Madrid se iniciaron el viernes y los activistas consideran que aumentarán. La acusación de pertenencia a organización criminal implica penas más duras y que si se confirma el proceso recaería en la Audiencia Nacional.

Futuro Vegetal es un grupo de activistas climáticos que apenas tiene dos años de vida y que se ha hecho conocido por sus controvertidas acciones de desobediencia civil, como pegarse a los cuadros de Goya en el Prado, rociar las sedes de PP y PSOE de pintura biodegradable, así como sedes bancarias y gasolineras. Sus acciones siguen la estela de colectivos climáticos que en los últimos años se han extendido por Europa como Extinction Rebellion, Rebelión Científica, Just Stop Oil o Última generación

Uno de los activistas salía de comer en restaurante vegano este viernes en Madrid cuando fue detenido por agentes policiales que le llevaron a la comisaría, sin ser esposado, y en donde fue sometido a un interrogatorio que el miembro de Futuro Vegetal rehusó a contestar y donde, según su testimonio, fue acusado de pertenecer a una organización criminal.

“No nos han detenido por una acción concreta, sino que están juntando varias cosas para acusarnos”, nos explica este activista que no quiere que su nombre trascienda. “Somos varios compañeras las que hemos pasado, pero seguro que llaman a más”, afirma. Pese al uso del femenino plural -común en el lenguaje del colectivo-, los activistas detenidos son de ambos sexos. 

Activistas de Futuro Vegetal en el Congreso.
Activistas de Futuro Vegetal en el Congreso.

“Se me acusa de ser un líder de la organización, pero eso es absurdo, porque en nuestra organización tomamos las decisiones de manera descentralizada y hay grupos que no saben lo que están haciendo otros”, afirma el activista. 

El pasado mes de septiembre la Fiscalía General del Estado tuvo que corregirse a sí misma tras incluir a Futuro Vegetal y Extinction Rebellion en el apartado de 'Terrorismo nacional' en su informe anual. 

Penas más duras

Según Enrique Flores, abogado de los activistas, en estas detenciones hay una intencionalidad de la Policía. “Quieren que las penas sean más elevadas y que sean juzgados en la Audiencia Nacional, la pertenencia a organización criminal implica penas más altas, pero hay que demostrarlo, claro y que la Fiscalía lo vea claro”.  En este sentido el letrado asegura no conocer antecedentes por los que alguien que hiciera protestas medioambientales fuera acusado de pertenecer a una organización criminal. 

El caso más importante que tiene un colectivo ecologista con la justicia es el de los miembros de Rebelión Científica que en abril de 2022 rociaron la fachada del Congreso de los diputados con una pintura biodegradable de remolacha; acción por la  que la Fiscalía ha pedido 26 meses de cárcel. 

Activistas de Just Stop Oil detenidas por la Policía.
Activistas de Just Stop Oil detenidas por la Policía.

Persecución en Francia, Alemania y Reino Unido

El crecimiento de este tipo de activismo más provocador y disruptivo en todo el mundo, pero principalmente en Reino Unido se ha encontrado con una férrea reacción policial y judicial. En Reino Unido son varios los ecologistas cumpliendo penas de prisión y a diario se producen detenciones de manifestantes que protestan contra las políticas energéticas del país. 

En Alemania se han producido redadas y múltiples detenciones y los activistas han sido acusados, como en España, de pertenencia a organización criminal. Mientras tanto en Francia el colectivo agroecologista Levantamientos de la Tierra fue acusado de organización terrorista y obligado  a disolverse, pero el Consejo de Estado revocó el decreto y les reconoció su derecho a la protesta.