"Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto". En un comunicado en su cuenta de X, Alberto Garzón ha anunciado que no se va a incorporar a la Dirección de Prospectiva Geopolítica de la consultora Acento, del exministro socialista José Blanco.

El que fuera ministro de Consumo en el anterior gobierno de Pedro Sánchez ha optado por no adherirse al que iba a ser su nuevo puesto de trabajo tras la polémica suscitada ayer. Y es que hace años, antes de formar parte del Ejecutivo, Garzón criticaba con dureza las "puertas giratorias" en política, una expresión coloquial utilizada frecuentemente en los medios para referirse a la facilidad con la que los políticos, tras abandonar sus cargos públicos, se incorporan después a las empresas privadas.

Precisamente por ello, cuando ayer se dio a conocer que el exlíder de IU iba a formar parte de una empresa de marcado carácter político tan sólo unos meses después de haber finalizado su etapa como ministro, se armó un gran revuelo en las redes sociales. "No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros de militancia, en su necesaria misión de lograr el mejor resultado posible en las futuras convocatorias electorales. Siempre he antepuesto el interés colectivo sobre el interés personal y considero que debe seguir siendo así", prosigue Garzón.

En el comunicado, también admite sentir "frustración" por la reacción que desencadenó el anuncio, y lamenta "las dinámicas tóxicas de la izquierda que todavía me persiguen". "En lo que a mí se refiere, seguiré con mis otros planes profesionales y reorganizaré mi vida pensando en mi familia, a quien más le debo, y en nuestro bienestar", finaliza Garzón.

Situación injusta

En este sentido, señala que varias consultoras le hicieron llegar ofertas y que la de Acento "encajaba muy bien con ese propósito", entre otras cosas porque "podría asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía, los retos del futuro y el análisis político y legislativo", informa Efe.

"Esas iban a ser mis tareas en la consulta, cuyo CEO y su equipo se han portado magníficamente bien conmigo y para quienes esta situación es particularmente injusta", concluye.

Para poder hacerse cargo de esta nueva tarea, Garzón tenía que contar con la autorización de la Oficina de Conflictos de Intereses, una autorización que solicitó el lunes, aunque tras las críticas ha decidido renunciar.

Tras hacerse pública la noticia, la consultora Acento ha asegurado en X que el fichaje de Garzón respondía "a su apuesta por el talento, la experiencia, el conocimiento y máxima representatividad".

"Respetamos su decisión y seguimos apostando por la maduración de nuestro sector, en el marco de nuestro sistema político", ha agregado la consultora.