El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha perdido la cuestión de confianza a la que se ha sometido en un pleno extraordinario este miércoles para aprobar los Presupuestos de 2024, y ha retado a la oposición a acordar un alcalde alternativo. Era una derrota esperada, tras haber fracasado en el intento de aprobar los presupuestos locales por el 'no' de los Comunes de Ada Colau. Pero Collboni sabe que es altamente improbable que la oposición pacte un alcalde alternativo en los 30 días que tienen de plazo antes de que los presupuestos se apruebn de forma automática. Una fórmula que ya utilizaron en su día Xavier Trias y Colau.
En la votación, que se ha hecho de manera nominal (cada concejal ha votado en voz alta), ha contado con el apoyo de sus 10 ediles del PSC y los cinco de ERC, y el rechazo de los concejales de BComú, Junts, PP y Vox, que han sumado 24 (han faltado dos concejales) frente a los 15 que el PSC alcanza con los republicanos.
Coalición en el Ayuntamiento
Un apoyo de los republicanos al que Collboni ha respondido abriéndose a "hablar de gobernabilidad". Esto es, a explorar la entrada de otros grupos al gobierno local, una posibilidad que el socialista había negado hasta ahora. "Primero presupuestos, después gobernabilidad" ha sido la máxima de Collboni durante la negociación de sus primeras cuentas. Una postura que le explica el 'no' de los comunes. La condición de Colau no era otra que entrar en el gobierno local, algo que Collboni quiere evitar.
Tampoco los republicanos veían con entusiasmo la posibilidad de un gobierno tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona, en el que ellos serían el grupo minoritario. En el consistorio se da por supuesta la entrada de ERC en el gobierno local. Pero el acuerdo difícilmente se producirá en plena campaña electoral del 12M, en la que socialistas y republicanos son rivales directos, advierten desde el PSC.
En este contexto, Collboni ha anunciado que incluirá a un socio en su Ejecutivo para "dar continuidad" a la acción municipal derivada de las cuentas que se aprobarán en mayo. Pese a que se entrevé que ERC será el grupo municipal que se incorpore al gobierno socialista tras su apoyo a los presupuestos, Collboni no ha hecho mención explícita a la formación con la que reforzará su Ejecutivo.
Un mes para la alternativa
Ahora se abre un período de 30 días en los que la oposición puede tratar de acordar un alcalde alternativo; si no lo hace, las cuentas se aprobarán automáticamente cuando acabe este plazo: el 2 de mayo.
Pese a tramitarse en la Comisión de Economía extraordinaria en febrero con los votos de ERC y BComú, los Presupuestos no superaron el último trámite en el pleno del 22 de marzo, y Collboni anunció que se sometería a una cuestión de confianza para poderlos aprobar.
El alcalde socialista no es el primer edil que recurre a este mecanismo para aprobar las cuentas sin tener los apoyos suficientes: la última fue la exalcaldesa y líder de BComú, Ada Colau, que lo hizo dos años consecutivos durante su primer mandato (el máximo de veces permitidas), en 2017 y 2018.
El exalcalde y líder de Junts, Xavier Trias, también planteó este procedimiento en noviembre de 2013, cuando el pleno municipal no apoyó su propuesta de presupuestos para 2014, que quedó aprobada de manera automática 30 días después.
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