La decisión está tomada. Al menos, eso traslada el presidente y su Gobierno tras el parón de cinco días. Si el PP no se aviene a renovar el Consejo General del Poder Judicial, el Ejecutivo procederá a hacer el relevo sin su consenso. Lo que no especifica es cómo. Qué fórmula empleará. Pero desde luego ya no descarta la rebaja de las mayorías necesarias, una vía por la que ya fue reconvenido por la Comisión Europea.

La pregunta ya se le planteó a Pedro Sánchez anoche en TVE y este martes en la SER, y dejó abierta la puerta a una renovación sin el PP. Misma amenaza que deslizó la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en la rueda posterior al Consejo de Ministros de este martes, el primero tras el periodo de reflexión abierto por el presidente, tras el que resolvió quedarse en la Moncloa.

Alegría recalca que el acuerdo con los populares "sigue siendo deseable", pero también es prioritario "recuperar la normalidad" en el CGPJ

La ministra sostuvo que la posición del Gobierno "no ha cambiado", porque sigue defendiendo el acuerdo con el PP, y para eso, recordó, aceptó la fórmula de la mediación de la Comisión Europea que planteó en diciembre Alberto Núñez Feijóo al presidente. "Siempre hemos trabajado por el acuerdo, porque es necesario, es fundamental", subrayó. Pero una demora de más de cinco años entiende el Ejecutivo que no es admisible y su prioridad es "recuperar el prestigio del Poder Judicial y la normalización" de su funcionamiento.

Así que "sigue siendo deseable" el acuerdo con el PP para hacer "efectiva" la renovación. "Pero si hay un empeño total y absoluto" por parte de los populares, impidiendo el relevo en el órgano de gobierno de los jueces, entonces el Gobierno se pondrá a "estudiar y valorar nuevos mecanismos, porque es urgente y es indispensable recuperar la normalidad institucional de la Justicia y del propio CGPJ", explicó Alegría.

La portavoz fue preguntada en reiteradas ocasiones por los periodistas si volvía a estar sobre la mesa la opción que ya el PSOE y Unidas Podemos registraron en 2020 y que acabaron retirando por el veto de Bruselas. Se trataba de rebajar las mayorías cualificadas necesarias para nombrar a los 12 vocales jueces —los otros ocho, juristas de reconocido prestigio, han de ser elegidos por tres quintos, según impone el artículo 122 de la Constitución—, para que sean designados por mayoría absoluta. Los morados presionaron toda la pasada legislatura para que se acometiera la reforma, y también Sumar lo ha hecho en la actual, pero hasta ahora el presidente se había negado, consciente de que Bruselas no aceptaría esa modificación legal.

La rebaja de las mayorías ya la propusieron PSOE y UP en 2020, pero se acabó retirando la propuesta por el veto de la Comisión Europea

Alegría, como en las últimas horas el presidente, no quiso concretar en ningún caso si esa vía es la que el Ejecutivo medita recuperar. Insistió la portavoz en que la "responsabilidad" del Gobierno es renovar el CGPJ. "Y lo vamos a llevar a efecto", sostuvo. "No me lleven ya al segundo escenario", pidió a los periodistas, porque el Ejecutivo aún confía en llegar a un acuerdo con el PP.

"Paso a paso"

Pero la portavoz no dio pistas sobre cuánto más esperará la Moncloa a Feijóo. Qué plazo se dan. "Paso a paso", insistió, recordando que hasta ahora las prórrogas, en este proceso de mediación europea, las ha ido concediendo la Comisión: primero era finales de marzo, luego amplió hasta finales de abril y ahora, tras la marcha de Didier Reynders —el comisario está haciendo campaña para ser el nuevo secretario general del Consejo de Europa—, le sustituye Věra Jourová, vicepresidenta comunitaria. "Nosotros siempre hemos estado sentados en el mismo sitio, en el del acuerdo, siempre, nunca nos hemos levantado de esa silla", apuntó la ministra. Pero la advertencia no decae: "Si hay un bloqueo inamovible del PP, entenderán que nace del Gobierno la responsabilidad para encontrar la solución fundamental". Es decir, el mensaje de la Moncloa es claro: lanza un ultimátum a Feijóo. Presumiblemente, el definitivo. Con la fórmula alternativa aún por ver (o anunciar).

Díaz empuja a favor del cambio de sistema porque no percibe ninguna "vocación" de renovar el Consejo por parte del PP

Sánchez aseguraba anoche en TVE que una vía posible es la planteada por el presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, de modificación del sistema de elección de los cargos gubernativos del Poder Judicial y de los magistrados del Tribunal Supremo.

Ante los medios también compareció este martes la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Ella empujó claramente para un cambio del modelo, porque el PP "carece de la vocación" de renovar el Consejo: "Si percibiera que el PP está dispuesto a alcanzar un acuerdo por el bien de su país, no me levantaría de la mesa. Pero tengo clarísimo que la vocación del PP es destrozar las instituciones del país, entre otras razones porque necesita controlar el órgano ejecutivo de los jueces". La propuesta de la vicepresidenta es que si pasa un tiempo sin que sea posible el acuerdo, entonces pueda procederse a la renovación por mayoría absoluta.

La portavoz niega que los ciudadanos puedan sentirse "engañados" por Sánchez: han sido "interpelados" por él para una reflexión colectiva sobre la regeneración democrática, dice

Díaz recordó que el acuerdo de gobierno con los socialistas decía explícitamente que se garantizará "el cumplimiento de la Constitución en lo referente a la renovación de órganos constitucionales, especialmente el CGPJ, impidiendo que la deslealtad constitucional de algunos actores políticos", en alusión al PP. Alegría intervino a continuación y no hizo suyo el planteamiento de la vicepresidenta segunda: recalcó el compromiso del Gobierno con la renovación y el deseo de que reciba "un importante respaldo parlamentario". Fuentes de la Moncloa indicaban que ahora quien también tiene que hablar es la propia Comisión Europea, que es la que desde enero, a petición del PP, lleva guiando todo el proceso de negociación.

En el Consejo de Ministros, relató Alegría, se comprobó la "satisfacción" de que Sánchez seguirá como presidente, con "ganas" y "determinación", para continuar "con más fuerza" al frente del Ejecutivo. La portavoz subrayó que el presidente y su familia han sufrido una "guerra sucia" durante 10 años, y después de que un juzgado aceptara la denuncia de Manos Limpias contra su esposa, era importante "parar para seguir avanzando". Y, mientras, se ha puesto sobre la mesa "un debate público y social como la regeneración democrática" que interpela a "todos", al Gobierno, a los partidos, a las instituciones y a los medios.

Alegría negó la posibilidad de que los ciudadanos puedan sentirse "engañados" por Sánchez, porque él pasó de valorar su marcha a afirmar, este martes en la SER, que está dispuesto a acabar la legislatura y a enfrentarse a unas nuevas elecciones. Para el Gobierno, los ciudadanos en realidad se sienten "interpelados" e "interesados" por la reflexión del jefe del Ejecutivo, sobre "qué modelo de sociedad queremos construir". Aseguró que si hay alguien afectado por un clima en ocasiones "irrespirable" es la propia sociedad, por lo que toca aportar "sosiego y soluciones" para eliminar la "crispación" y el "fango". Es un debate "complejo", el Gobierno hará sus propuestas —aún no se sabe cuándo ni cuáles serán—, pero apela a que el resto de actores hagan lo mismo.

En la Moncloa celebran que Sánchez haya "socializado el sufrimiento", algo "inédito y valiente". "La gente ha sufrido con él", alegan

Fuentes de la Moncloa apuntaban este martes que creen "positivo" el impacto del parón y la decisión final del presidente. "Sánchez lo ha pasado mal y ha socializado el sufrimiento. Es algo inédito, ha sido algo muy comprometido y valiente. Lo ha compartido con los ciudadanos, y la gente ha sufrido con él", argumentaban. En el equipo del líder socialista aplaudían que haya prendido un debate en la opinión pública, el de la regeneración democrática, el del combate a los bulos y la desinformación, y esa es la "gran causa nacional". Y tanto los socios del Ejecutivo como los ciudadanos se han visto "interpelados" por ella.