El Feng Shui es una filosofía ancestral china que tiene como objetivo crear equilibrio y promover energías positivas en los espacios donde vivimos. Su traducción literal es "viento y agua", simbolizando el flujo de energía vital o Chi. Aplicar Feng Shui en tu hogar no se trata solo de decoración, sino de armonizar cada rincón para mejorar tu bienestar.

Feng Shui y cómo aplicar en el hohar

Para empezar, es fundamental mantener el orden y la limpieza. El desorden bloquea la energía, así que deshazte de lo innecesario. La gurú del orden Marie Kondo tiene ideas que se alinean perfectamente con el Feng Shui: menos es más. Eliminar objetos rotos y trastos también es esencial para que la energía fluya sin obstáculos.

El recibidor es la primera impresión de tu hogar, por lo que debe ser acogedor y luminoso. Utiliza colores claros como el blanco o amarillo y asegúrate de que haya suficiente luz, ya sea natural o con lámparas. Coloca elementos que te transmitan buenas sensaciones, como flores frescas, velas o fotos, y evita espejos frente a la puerta principal, ya que reflejan la energía entrante y pueden causar desarmonía.

El salón es un espacio clave donde la energía se mueve constantemente. Potencia la luz natural y ventila el espacio a diario. Las plantas son excelentes para atraer energía positiva. Ubica el salón en la zona este de la casa, relacionada con la salud y la prosperidad. Coloca los sofás en forma de L, apoyados en la pared y no enfrentados. Evita espejos y cuadros pesados sobre el sofá, y utiliza mobiliario con esquinas redondeadas para facilitar el flujo del Chi.

La cocina es considerada el corazón del hogar. Según el Feng Shui, debe estar alejada de la puerta principal. La zona de cocción no debe estar de espaldas a la puerta, pero si es inevitable, coloca un espejo que refleje la entrada. La distribución ideal es en triángulo, separando las áreas de fuego y agua. Utiliza materiales como la madera, el metal y el barro cocido para equilibrar los elementos. Añade plantas aromáticas para potenciar la energía vibrante y evita las cocinas totalmente blancas, ya que pueden resultar frías y poco acogedoras.

El baño es un espacio que puede ser problemático debido a la fuga constante de energía. Mantén la puerta cerrada y asegúrate de que no haya fugas de agua. La puerta del baño no debe estar frente a la puerta principal ni en el centro de la vivienda. Utiliza madera y colores terrosos para equilibrar la energía, y evita espejos frente a la puerta. Mantén siempre el orden y la limpieza para promover un ambiente revitalizante y relajante.

El dormitorio debe ser un santuario de descanso y recuperación. Coloca la cama contra la pared más alejada de la puerta y no prescindas del cabecero, que simboliza respaldo y seguridad. Utiliza colores suaves y equilibrados y evita zonas de trabajo o ejercicio en esta habitación. Los techos altos y vigas pueden solucionarse con un dosel sobre la cama. Mantén aparatos electrónicos fuera del dormitorio para evitar interferencias en el sueño.

El jardín o la terraza también pueden beneficiarse del Feng Shui. Protege estos espacios de los vientos fríos con vallas o plantas, y abre el acceso a la luz del sol. Evita las líneas rectas, optando por caminos curvos y elementos naturales. El agua simboliza prosperidad, así que un estanque o una fuente puede ser una gran adición. Plantas como bambú, jazmín y crisantemos son ideales para exteriores.

Beneficios del Feng Shui

Aplicar Feng Shui en tu hogar puede tener numerosos beneficios. Mejora la calidad del sueño, reduce el estrés, y aumenta la productividad y la claridad mental. También puede mejorar el estado de ánimo y fomentar relaciones más armoniosas. En definitiva, el Feng Shui no solo embellece tu hogar, sino que también contribuye significativamente a tu bienestar general.

Adoptar esta filosofía milenaria puede parecer complicado al principio, pero con atención a los detalles y un enfoque consciente, puedes transformar tu hogar en un espacio lleno de energía positiva y equilibrio.