En plenas declaraciones contra Israel del Gobierno español por sus acciones en Palestina, otra de las aristas de la política exterior de España vuelve a emerger, con evidentes paralelismos con el conflicto palestino. Alrededor de mil organizaciones sociales, sindicales, culturales y políticas, así como figuras relevantes de la sociedad civil y académicos, exigen una rectificación a Pedro Sánchez en su apoyo a la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, la otrora provincia española y el último territorio pendiente de descolonización de África.

La posición del Estado español no es neutralidad; es complicidad con una ocupación que viola el derecho internacional desde hace cinco décadas. El Estado español debe asumir sus responsabilidades históricas y las que se derivan de su condición de potencia administradora de iure”, señala Antonio José Montoro, coordinador general de Mundubat, la ONG que ha auspiciado el manifiesto.

Una ocupación "prolongada, violenta y sistemática"

El manifiesto critica con dureza el respaldo del Ejecutivo español a la propuesta marroquí de autonomía para el territorio saharaui, que considera una legitimación implícita de una ocupación “prolongada, violenta y sistemática” que viola el derecho internacional.

Los firmantes reclaman una política exterior basada en la justicia, la legalidad internacional y la coherencia ética, frente a una diplomacia que -como denuncia el documento- subordina el derecho del pueblo saharaui a intereses comerciales y estratégicos. “No puede haber paz sostenible sin descolonización. No puede haber democracia sin derecho a decidir. Y no puede haber política exterior digna si se priorizan los negocios sobre los derechos. Si el Gobierno no rectifica, quedará en el lado equivocado de la historia", agrega Montoro.

Si el Gobierno no rectifica, quedará en el lado equivocado de la historia

Recuerdan que "el Sáhara Occidental es, a día de hoy, un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización, tal y como lo reconocen las Naciones Unidas". "El derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui ha sido establecido y refrendado por múltiples resoluciones internacionales, por la Corte Internacional de Justicia, y por los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966. No hay ambigüedad posible: ese derecho no puede ser sustituido ni suplantado por propuestas impuestas desde fuera, por poderosas que sean las alianzas que las sostienen", apostilla el manifiesto.

Sin ambigüedades

En plena polémica por la ruptura de lazos con Israel, la presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez por su giro diplomático respecto al Sáhara Occidental suma ahora una nueva expresión colectiva. El documento, titulado “Manifiesto en defensa de los derechos del pueblo saharaui”, acusa a La Moncloa de haber abandonado la legalidad internacional al respaldar la propuesta de autonomía de Marruecos para el territorio saharaui, lo que —según sus impulsores— equivale a legitimar una ocupación “violenta y sistemática”.

La iniciativa incide en las críticas que provocó en marzo de 2022 el reconocimiento español a la iniciativa marroquí como “la base más seria, creíble y realista” para resolver un conflicto con medio siglo de vigencia. Un gesto con el que Sánchez buscaba recomponer las relaciones con Rabat, pero que dejó fracturas evidentes en su propio Ejecutivo y en el Congreso de los Diputados.

Apoyo plural y transversal

Entre los firmantes del manifiesto figuran partidos como Podemos, Izquierda Unida, EH Bildu, ERC, Compromís, Comuns o Sumar, así como representantes institucionales de todos los niveles: eurodiputados, senadores, parlamentarios autonómicos y ediles. También respaldan el texto organizaciones como Médicos del Mundo, CEAR, APDHE, NOVACT o la Coordinadora Valenciana de ONGD.

El documento reclama el reconocimiento expreso del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, el fin del respaldo a la propuesta marroquí, la aplicación de las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE —que excluyen al Sáhara Occidental de los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos—, y el refuerzo del mandato de la MINURSO, incluyendo mecanismos de protección de derechos humanos.

“El pueblo saharaui lleva medio siglo esperando justicia”, recuerda el manifiesto, que pide además que se reconozca al Frente Polisario como representante legítimo del pueblo saharaui, en línea con la doctrina de la ONU.

El dilema de la política exterior española

La posición del Gobierno español sobre el Sáhara Occidental ha sido, desde la transición política, una cuestión de equilibrio entre legalidad internacional, relaciones bilaterales con Marruecos y presiones internas. El giro de 2022 rompió con décadas de ambigüedad y neutralidad formal, y alineó a Madrid con los postulados marroquíes, en sintonía con otros aliados occidentales como el Estados Unidos de Donald Trump.

Para los firmantes, esa decisión fue un error estratégico y moral. “El pueblo saharaui lleva casi medio siglo esperando justicia. Una solución democrática para el Sáhara Occidental será una contribución decisiva a la paz internacional. Su causa es también nuestra causa. Es la causa de quienes no renuncian a la legalidad internacional, a la soberanía de los pueblos ni a la coherencia ética. La historia nos juzgará por nuestra capacidad de actuar cuando más se necesita. No es el momento de la resignación, sino del compromiso”, concluye el manifiesto.