En medio de las negociaciones entre Estados Unidos e Irán para sellar un nuevo acuerdo nuclear, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha amenazado con atacar instalaciones nucleares iraníes, lo que ha provocado una tensa llamada telefónica con el presidente Donald Trump en los últimos días, según informa este miércoles The New York Times.

Fuentes cercanas a ambas administraciones revelaron que Netanyahu expresó su disposición a romper con la vía diplomática y lanzar un ataque unilateral contra Irán, aun si Washington lograra un entendimiento con Teherán. Esta postura provocó preocupación inmediata en la Casa Blanca, donde se teme que Israel actúe sin previo aviso, dejando escaso margen de reacción.

Funcionarios estadounidenses señalaron que la inteligencia estima que Israel podría ejecutar un ataque en tan solo siete horas. Aunque reconocen que Irán está en una posición debilitada, Trump sostiene que esa vulnerabilidad representa una oportunidad ideal para llegar a un acuerdo, respaldado por la amenaza de una posible acción militar si las conversaciones fracasan.

En los últimos días se han producido varias reuniones de alto nivel entre ambos gobiernos. El ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el jefe del Mossad, David Barnea, se encontraron con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff en Roma, y luego con el director de la CIA, John Ratcliffe, en Washington. Estas reuniones intentan salvar la coordinación estratégica entre ambos aliados, aunque las tensiones siguen latentes.

Israel insiste en que el único buen acuerdo sería el desmantelamiento completo del programa nuclear iraní, incluyendo instalaciones subterráneas como las de Natanz y Fordow. Netanyahu ha reiterado que la actual debilidad militar y diplomática de Irán es una oportunidad que no debe desperdiciarse, mientras que Trump considera prioritario cerrar un acuerdo diplomático que limite la capacidad de enriquecimiento de Irán.

A pesar del creciente roce, la Oficina del Primer Ministro israelí negó rotundamente los informes, calificándolos de "noticias falsas". Sin embargo, fuentes israelíes cercanas a Netanyahu aseguraron que Israel mantiene sobre la mesa diversos planes militares, desde operaciones limitadas hasta campañas aéreas sostenidas, incluso sin participación estadounidense.

La diferencia central radica en la visión estratégica: mientras Trump busca una solución negociada que pueda presentar como una victoria diplomática, Netanyahu considera que solo una acción militar podrá frenar definitivamente el avance nuclear iraní.

Desde principios de la década de 2000, Irán ha desarrollado un programa nuclear que muchos países, especialmente Israel y Estados Unidos, consideran una amenaza. Aunque Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos, potencias occidentales temen que esté avanzando hacia la capacidad de construir armas nucleares.

En 2015, durante el gobierno de Barack Obama, se firmó el acuerdo nuclear con Irán (JCPOA), que limitaba el enriquecimiento de uranio iraní a cambio del levantamiento de sanciones. Netanyahu se opuso abiertamente al acuerdo y lo calificó como una amenaza existencial para Israel.

En 2018, Donald Trump retiró a EE. UU. del acuerdo nuclear y reimpuso duras sanciones económicas a Irán. Esto hizo que Irán reactivara progresivamente sus actividades nucleares, incluyendo el enriquecimiento de uranio a niveles peligrosamente cercanos al necesario para una bomba.

En 2025, en un contexto de debilidad económica y política en Irán, Trump intenta reabrir negociaciones para lograr un nuevo acuerdo nuclear, más restrictivo que el de 2015, pero sin iniciar una guerra. Su objetivo: obtener una victoria diplomática que pueda presentar como más sólida que la de Obama.