Lo que iba a ser la primera comparecencia pública de Leire Díez, apenas unas horas después de solicitar su baja voluntaria como militante socialista, ante una fenomenal presencia mediática en un hotel de Madrid, acabó convirtiéndose en una declaración de apenas siete minutos, repleta de frases de autorreivindicación —"no soy ni fontanera ni cobarde", "seguiré con mi trabajo de investigación", "no he llevado a cabo mi trabajo en nombre de nadie ni en representación de nadie"—, con una traca final explosiva, surrealista y circense. E inesperada: justo al concluir su relato, sin preguntas, irrumpió en la sala el presunto conseguidor de la trama Koldo, Víctor de Aldama, con la intención de reventar la comparecencia, para acusarla de "sinvergüenza" y "mentirosa" —"Esta señora no sabe lo que ha hecho con venir aquí"—. Se encaró con ella, sin que ella le respondiera. Díez logró escabullirse, pero Aldama se enfrentó al empresario imputado Javier Pérez Dolset, que la había acompañado a su encuentro con los informadores. Ambos se enzarzaron a la vista de todas las cámaras, con empujones entre ambos e intercambiándose amenazas. Un espectáculo esperpéntico, un sainete indescriptible ofrecido en directo por las televisiones.

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Díez llegó este miércoles a la sala del Novotel Madrid Center media hora antes de lo previsto. A las 9.30. Posó una y otra vez ante los medios, un centenar apostado ante ella, tranquila y en silencio, en una imagen inédita. Y a las diez se arrancó: "A estas alturas, no necesito explicar quién soy". Básicamente, mantuvo la versión de los últimos diez días. Invocó su condición de periodista, el trabajo de investigación que lleva desarrollando desde hace años para publicar un libro sobre "los estragos del falso patriotismo" y la trama del fraude en los hidrocarburos. Una investigación, dijo, que comenzó a raíz de escándalos como la Kitchen y la policía patriótica que operó bajo gobiernos del PP, y que le ha permitido conocer "en detalle" muchos de estos casos abordándolos directamente con las "personas afectadas", con entrevistas, reuniones, recopilación de datos, recuperación de antecedentes, análisis de procesos judiciales... "Una tarea de periodismo e investigación, con el objetivo de publicar un trabajo que evalúe diversos casos de gran trascendencia para nuestro Estado de derecho", se escudó. "Se puede ser socialista y realizar un trabajo de investigación como es el caso del trabajo que llevo desde hace años", dejó dicho.

Insiste en que está llevando a cabo una labor de investigación para publicar un libro y apunta que le ha puesto "entusiasmo" a los casos que afectaban al PSOE

La exconcejala precisó que también ha abordado los escándalos que afectan a su hasta ahora partido. "Mentiría si no digo que al tratarse de casos que afectaban al PSOE he puesto entusiasmo, claro. No lo voy a ocultar". Pero a ella toda España la ha conocido, reconoció, por una grabación "ilegal" en un despacho de abogados. Fue la que destapó El Confidencial el pasado 26 de mayo. Audios que revelaron la reunión por videoconferencia que ella mantuvo en febrero, y en la que participaron también Javier Pérez Dolset, empresario procesado por fraude en subvenciones, y el abogado Jacobo Teijelo. Desde Dubái, donde permanece huido, Alejandro Hamlyn, dueño de la petrolera Hafesa e imputado por un fraude en el IVA de hidrocarburos. Fue en esa conversación en la que ella pidió a Hamlyn información comprometedora para dañar a mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y al que ofreció tratos con la Abogacía y la Fiscalía.

"Vivimos a diario un sinnúmero de filtraciones, de actuaciones secretas que se difunden sin pudor [...]. Curiosamente, solo se investigan últimamente las filtraciones al fiscal general del Estado y no las filtraciones que padecemos los demás", se quejó. Díez contó que a esa reunión acudió porque podrían conocerse "hechos de relevancia" sobre la investigación que está llevado a cabo. Su participación en aquella cita —que duró "mucho más tiempo" que los 53 minutos de audio publicados— tenía como objetivo "confirmar la información que había obtenido sobre la relación de afectados por la causa con algunos servidores públicos".

Díez negó que ofreciera pactos con la Fiscalía o la Abogacía, o que intentara chantajear con un vídeo sexual del fiscal anticorrupción José Grinda, o que actuara en nombre del PSOE o del Ejecutivo. "Puse encima de la mesa las posibilidades que existen en nuestro ordenamiento. No comprometí ningún comportamiento de ningún servidor público, de eso estoy absolutamente tranquila, ni fiscales ni de nadie, solo propuse esa posibilidad que siempre está abierta. Si se ha interpretado otra cosa, puede ser una mala interpretación, quizás que yo me haya equivocado en su formulación, pero oigan, hasta el juez [Juan Carlos] Peinado [el instructor de la causa contra la mujer del presidente del Gobierno] parece que se equivoca, parece ser que es humano", ironizó.

No tengo ningún cargo en el PSOE. Soy una militante con mis derechos como ciudadana, entre otros el de hacer libros y, en mi caso, denunciar las injusticias que estime oportunas", sentencia

"Deseo dejar claro que mi trabajo es mi trabajo y en ningún caso lo he llevado a cabo en nombre de nadie ni en representación de nadie. Y lo voy a repetir las veces que haga falta. Como saben, además, ni soy empleada pública [fue directiva de Enusa entre 2018 y 2021 y de Correos entre 2022 y 2024] ni tengo ningún cargo en el PSOE. Voy a volverlo a repetir, no tengo ningún cargo en el PSOE. Soy una militante con mis derechos como ciudadana, entre otros el de hacer libros y, en mi caso, denunciar las injusticias que estime oportunas", sentenció. Díez expresó su "confianza" en la democracia y, "en general", en los servidores públicos, "pero no hay Estado de derecho perfecto".

Ella solicitó ayer su baja voluntaria como militante tras declarar durante cerca de dos horas ante el instructor del expediente informativo que le había abierto el PSOE la semana pasada. Lo hizo, explicó este miércoles ante los medios, porque quiere explicarse con "toda la libertad del mundo" y porque quiere "decir todo lo que tenga que decir". Pero es una baja que se formalizará este miércoles y que espera "temporal". Es decir, que confía en poder reingresar en el partido cuando escampe. Díez insistió en que fue ella quien pidió romper el carné, y no era fruto de ningún pacto con la dirección: "Es voluntaria porque la solicita uno, y esta es lo que es, y no todas las interpretaciones que se puedan llegar a hacer".

Recalca que su baja es voluntaria y avisa de que seguirá adelante con su trabajo: "Ni me van a intimidar ni voy a renunciar a mis convicciones"

Su última frase fue de reafirmación de sí misma: "Permitidme que termine con una cosa: ni fontanera ni cobarde. Ni fontanera ni cobarde. Seguiré con mi trabajo para culminar el libro defendiendo mis ideas como ciudadana libre que ejerce sus derechos. Ni me van a intimidar ni voy a renunciar a mis convicciones".

Díez acabó y en ese momento irrumpió Aldama. Se acercó a ella para increparla y automáticamente les rodeó una nube de cámaras de televisión y de fotógrafos. La exconcejala intentó salir, ayudada por el empresario Pérez Dolset. Este entonces empujó al comisionista de la trama Koldo para apartarlo de ella. La tensión fue en aumento segundo a segundo. Aldama la persiguió para intentar alcanzarla, la gritó "mentirosa", "sinvergüenza", pero al final ella consiguió salir de la sala del hotel en la que había comparecido, refugiándose en una habitación.

Se sucedieron el griterío, los empujones, los chillidos porque algún informador pudo caer y ser arrastrado por la turba. Y las preguntas de los medios hacia Aldama. "¿Qué hace aquí, por qué ha venido?". "No les cuenta que esto es una pantomima de estos sinvergüenzas del Gobierno. Ha mentido en todo, en todo. ¡Sinvergüenza!". Estaba enfurecido, rabioso.

https://twitter.com/PSOE/status/1930199088462475390

Aldama no paraba de disparar colérico contra Díez: "Es una sinvergüenza. ¿Ustedes como periodistas amenazan a un teniente coronel [Antonio Balas, jefe del Departamento de Delincuencia Económica y Anticorrupción de la UCO] o amenazan a un civil como a mí? ¿A que no? Esta señora no sabe lo que ha hecho hoy con venir aquí. Ya veréis lo que va a pasar, ya lo verá también el presidente del Gobierno. Y Santos Cerdán", sostuvo. El comisionista anunció que denunciará a Díez, igual que ella lo hizo contra él por "acoso, amenazas e intento de agresión". Los medios siguieron al presunto cabecilla de la trama Koldo hasta la calle. Y allí deseó que se acelere el fin del Gobierno de Pedro Sánchez: "Esperemos por el bien de España y de todos los españoles que así sea. A ver si [Alberto Núñez] Feijóo hace lo que tiene que hacer y saca a este Gobierno y del caos en el que estamos". Una afirmación que destacó enseguida la dirección del PSOE en su cuenta de X para denunciar que el comisionista "entra en campaña" para apoyar a Feijóo en el próximo congreso nacional del PP, el mes que viene. Un mensaje que luego borró.

Aldama brama contra Díez: "Sinvergüenza", "pantomima", "esta señora no sabe lo que ha hecho hoy con venir aquí, ya veréis lo que va a pasar, ya lo verán el presidente del Gobierno y Santos Cerdán"

La exconcejala socialista desapareció de la vista de todos. Como contaban desde su entorno, ella tenía preparado un discurso algo más largo, pero tuvo que rematarlo abruptamente en cuanto vio que Aldama se acercaba flechado hacia ella. También quería haber hablado, fuera de micrófono, con los periodistas, para contar su investigación, para enseñar pruebas. Será en los próximos días.

Quien se quedó hasta el final con Díez fue Pérez Dolset. Ella pidió que lo acompañara en su comparecencia, y él accedió a hacerlo como "amigo", porque además ellos llevan trabajando juntos unos seis años en un "equipo de investigación" en el que también están la periodista Patricia López o el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, que pasó casi dos años en la cárcel por un supuesto cobro de comisiones ilegales, delito del que fue absuelto.

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