Antonio Ramos volvía a casa con la convicción del trabajo bien hecho. Este subinspector de Policía Nacional, junto a su grupo, habían detenido a la una de la madrugada a cuatro delincuentes. Fue una actuación ordinaria, ya que estaba especializado en robos con fuerza. Los llevaron a la comisaría de Málaga y pasaron a disposición policial. Sobre las cinco, se montó en su coche para ir a Benalmádena, donde vivía. Media hora más tarde la muerte dio con él en la autovía.

PUBLICIDAD

Otros tres delincuentes, pertenecientes a una banda de albaneses, conducían en dirección contraria, a la altura de Torremolinos. Huían de un robo en una farmacia en el barrio del Puerto de la Torre. Cocharon frontalmente con el coche de Antonio. Ninguno salvó la vida. Los cuatro murieron prácticamente en el acto.

Antonio tenía 48 años. Deja una mujer viuda y dos hijos menores. Las fuentes policiales con las que ha hablado El Independiente están en "shock". "No lo asimilamos. Ha muerto en circunstancias relacionadas con su trabajo, en una persecución de la Policía Local, pero sin estar él involucrado. Era un excelente policía y una maravillosa persona. De los más queridos aquí", relata un compañero que lo conocía bien, con el que había compartido operativos nocturnos.

Ramos estaba destinado en el grupo Gotham. Se trata de una unidad especializada en robos con fuerzas, pero que vigilan por la noche. Mientras todos dormimos. La casualidad ha querido que su último día estuviese relacionado íntimamente con la profesión que tanto quería.

Banda albanesa

Tres individuos, de una banda albanesa, habían intentado robar una farmacia en un barrio de Málaga. El grupo estaba especializado en alunizajes, una técnica que consiste en estrellar un coche contra la puerta de un comercio para poder entrar y saquearlo. Pero esta vez no fue así. El local estaba más elevado que la calzada. Para entrar en él hay que subir alguna de las dos rampas laterales que lo custodian.

Según las primeras líneas de la investigación, manipularon el sistema de seguridad del comercio. Así, abrieron la puerta sin romperla. Doblaron la cámara de seguridad y entraron encapuchados para no ser reconocidos. Una vez dentro, intentaron abrir la caja fuerte por todos los medios. La golpearon con mazas, incluso. Pero nada. Al saltar la alarma, sobre las 4:45, se dieron a la fuga. No consiguieron sacar ni un euro de botín.

Emprendieron la huída, intentando escapar de la Policía Local, que fue la primera en llegar al lugar de los hechos. Escaparon por la autovía A-7 y, en un momento dado, condujeron en dirección contraria. Ahí es cuando acabaron con la vida del policía Antonio Ramos. Los tres también perdieron las suyas. Los cuerpos acabaron calcinados, por lo que la identificación está siendo laboriosa.

La banda de albaneses utilizaba para sus robos vehículos robados y habían actuado por toda la Costa del Sol, en localidades como Estepona, Marbella, Benalmádena, Torremolinos y Málaga capital.

También habrían cometido robos en parques de Bomberos, el último en el distrito malagueño de Churriana hace algo más de un mes, para llevarse herramientas que luego utilizaban en los asaltos. Se da la circunstancia de que tras el robo en ese parque de bomberos, unos diez minutos después atracaron una farmacia cercana.

Acto de servicio

Los sindicatos policiales han reclamado este jueves que la muerte de su compañero se considere como acto de servicio, ya que se produjo en la vuelta a su casa tras la jornada laboral. Desde Jupol, donde estaba afiliado Ramos, la portavoz Laura García ha enviado a través de los medios su "más sentido pésame" a la familia y los seres queridos del agente.

El secretario general de la Unión Federal de Policía (UFP), Serafín Giraldo, que aduce que el agente se encontraba en acto de servicio porque los desplazamientos desde casa al trabajo y viceversa están dentro de la jornada laboral.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), ha indicado que el fallecimiento del subinspector, un compañero "muy querido" en el cuerpo, debería considerarse como acto de servicio, al estar recogido en la normativa de prevención de riesgos laborales que la ida y vuelta a casa se enmarca en el horario laboral.

La coordinadora general del Sindicato Reformista de Policía, Mariló Valencia, ha dicho a Efe que espera que a este agente fallecido, que acaba de salir de trabajar, se le reconozca el acto de servicio. Ha reiterado la reivindicación de que se les consideren profesión de riesgo y ha destacado que "a los delincuentes no les tiembla el pulso para embestir a cualquier persona como ha ocurrido en esta ocasión".

PUBLICIDAD