Poco o nada queda de aquel presidente del Gobierno contrito que el pasado jueves compareció ante los medios de comunicación para pedir disculpas a los ciudadanos y a su partido por la bomba de relojería que supuso la constatación de la implicación del ya ex secretario de organización y ex diputado Santos Cerdán en la supuesta trama de corrupción del 'caso Koldo'. Tras cuatro horas de reunión de la ejecutiva socialista el Pedro Sánchez de este lunes ha pasado página; José Luis Ábalos y Santos Cerdán son historia, la "supuesta" corrupción es cosa de "dos personas" y sigue en pie una estrategia de acoso contra su persona. Además, no habrá adelanto electoral porque lo que vendría después es un gobierno de PP y Vox, dando por hecho que la actual mayoría social es muy distinta a la que representa actualmente el Parlamento.

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Sobre estas bases un "ojiplático" Borja Sémper ha comparecido ante la prensa para denunciar la, a su juicio, pérdida "de cualquier tipo de conexión con la realidad" del jefe del Ejecutivo a quien "ni una gruesa capa de maquillaje ha sido capaz de tapar el hormigón de cemento armado de su rostro". "Lejos de demostrar algo de humildad se ha dedicado a insultar al PP y la inteligencia de los españoles. Ha decidido una agonía lenta, es su problema, pero va a ser mucho más dolorosa", ha agregado el portavoz popular quien aventura que lo que se conoce de todos los casos que acucian al Gobierno y al PSOE no son más que "la punta de iceberg".

La moción de censura, un "balón de oxígeno para Sánchez"

Sin embargo, a pesar de describir este desolador escenario, el PP no varía su decisión de no presentar una moción de censura sin visos de prosperar porque es darle "un balón de oxígeno a Sánchez", de ahí que el presidente del Gobierno insista tanto en este instrumento parlamentario que tiene la oposición en su mano. Los populares consideran tan inútil una moción de censura en las actuales circunstancias "como la que supuso la moción de Vox" con Ramón Tamames de candidato a la presidencia del Gobierno. Y ha lanzado un dardo al partido de Santiago Abascal al afirmar que "para echar una mano a Sánchez cuando más difícil lo tiene, están otros partidos. Ahí no va a estar el PP", ha sentenciado.

Tras afirmar que el "umbral ético" de Sánchez "está clarísimo porque tardó menos en echar a Nicolás Redondo por discrepar que a Ábalos por robar", ha insistido Sémper en la necesidad de una comparecencia urgente del presidente del Gobierno, este mismo miércoles, así como en la petición de un adelanto electoral, que el jefe del Ejecutivo ha descartado por completo. Y, en alusión a todos los grupos que sostienen a Sánchez, un último exhorto: "Si no se han sentido insultados por las no explicaciones de Sánchez se les terminan las excusas, las vaguedades y ya no hay lugar donde esconderse. Si no quieren acabar con la mancha de indecencia que rodea al presidente del Gobierno que sigan haciendo lo que siguen haciendo, pero la mancha les afectará", ha vaticinado.

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