Después de la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa por más de una hora y media [en el marco de una ronda de consultas con todos los socios de legislatura], el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz neoconvergente en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, se desplazaron a la Cámara Baja para ofrecer una valoración del encuentro con Sánchez. Lo hicieron frente a la puerta de los leones del Parlamento.

Allí, el dos de Carles Puigdemont, Turull, exigió al PSOE designar cuanto antes a un sustituto de Santos Cerdán para ejercer de interlocutor con su partido y que dé "garantías" de que se culminarán los acuerdos pendientes en el pacto de investidura de noviembre de 2023. Los independentistas pidieron el jueves un encuentro lo antes posible para reparar esta situación.

Santos Cerdán, hasta este jueves secretario de Organización del PSOE, hombre fuerte de Sánchez y del que dependía los grandes tejemanejes de los socialistas, venía encargándose de ese papel desde hace año y medio, con periódicas vistas en Ginebra (Suiza) con una delegación de Junts. Sin embargo, el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que lo vincula con la trama Koldo en el marco de mordidas irregulares por la adjudicación de obras públicas, supuso su salida inminente del PSOE. Este lunes, con el compromiso sobre la mesa desde entonces, formalizó su baja como diputado.

En su breve comparecencia posterior al encuentro con Sánchez, Turull aseguró que la intención del Gobierno es la de cumplir los acuerdos alcanzados con Carles Puigdemont al inicio de la legislatura. No obstante, no hay concreciones por parte del presidente de cómo se abordará esto. Se emplazan a futuras reuniones.

"El presidente nos ha explicado que él tiene la voluntad de continuar, pero no nos ha concretado cómo, ni qué medidas piensa aplicar, no solo con este escándalo, sino también con todos los incumplimientos del Acuerdo de Bruselas", apuntó en concreto Turull, que también ve necesario para sus sigas cierto "tiempo para tomar las decisiones adecuadas".

Los posconvergentes llegaban a la cita en un momento complicado por las asperezas con los socialistas desde diciembre, cuando le reclamaron a Sánchez someterse a una moción de confianza. Incluso presentando esa reclamación como proposición no de ley, cuando es algo que solo compete a la decisión del presidente, sentando precedente. Tras el escándalo de Cerdán, los problemas apuntan a extenderse en cuanto a la viabilidad de la legislatura, lo que preocupa a Junts.

Para Turull, el encuentro le ha servido para "constatar la gravedad y la incerteza" en la que se encuentra ahora sumido el Ejecutivo. Junts descarta que vayan a tomarse "medidas en caliente" ahora mismo y que siempre tendrán en la mirada el interés de Cataluña para cualquier movimiento.