Una de las certezas que hay en el ámbito de la izquierda a la izquierda del PSOE es que, de haber unidad electoral bajo una nueva marca que deje atrás Sumar, deberá constituirse un frente amplio en igualdad de condiciones entre todos los socios y que el contenido y las propuestas no queden en un segundo plano frente a un liderazgo fuerte. Que no se construya de arriba a abajo, sino a la inversa. Menos claridad hay sobre quién sería el rostro que pilote esa nueva unidad. En todo caso, tendrá que someterse a un proceso de primarias donde podrán participar todas las fuerzas.
Por ahora, el desgaste de la actual vicepresidenta primera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es palpable entre los socios que integran la confluencia de Sumar. Por los varapalos electorales en Galicia, Euskadi y Cataluña el año pasado y por no haber salvado los muebles en las europeas meses más tarde, algo que le llevó a renunciar al liderazgo de su proyecto Movimiento Sumar, pasando a un segundo plano. Pero también ven que su figura ha llegado al tope electoral y que ya no supone un revulsivo como antaño. Al contrario y como parapeto, desde el Movimiento Sumar, se incide en que Díaz "sigue siendo el mayor activo político que tenemos".
Sin cargos orgánicos, lo cierto es que Díaz sigue siendo la líder de facto en el Gobierno y la cabeza más visible. Aunque su situación no es la mejor frente a sus socios y el respaldo es bajo, ella no ha despejado qué intenciones tiene y si desea continuar. El momento político con el PSOE, en todo caso, le puede ser favorable en unos meses. La posición de dureza de condicionamiento de los socialistas para dar un giro legislativo, de regeneración y de agenda social, le puede permitir recuperar autoridad. Sobre todo, si se arrancan acuerdos importantes y si consigue sacar adelante la reducción de la jornada laboral, algo que es muy difícil dado el bloqueo de Junts.
Díaz no se ha pronunciado sobre si buscará volver a presentarse en unas futuras generales. Solo Antonio Maíllo (IU) está en disposición de presentarse a unas primarias
De hecho, en el pleno monográfico de Pedro Sánchez por los escándalos de presunta corrupción de José Luis Ábalos o Santos Cerdán, el partido cerró en apariencia filas con ella. Marcó distancias con el PSOE y se sentó junto a sus compañeros. Tras él algunos miembros del grupo consideraron que se había echado el Ejecutivo a sus espaldas. En añadido, Sumar ha dejado de lado la crisis de grupo abierta semanas atrás con la salida de la diputada Àgueda Micó al Grupo Mixto. Queda conocer en septiembre si el diputado de Més per Mallorca permanece o no.
De querer volver a presentarse, deberá concurrir en esas primarias a las que figuras como Antonio Maíllo no cierran la puerta a presentarse. Fue el primero que empezó a moverse para refundar el espacio de la izquierda plural y quien dejó en el aire una candidatura en solitario si no se llegaba a la paz entre Podemos y Sumar —de hecho quiere utilizarse ese instrumento para atraer a los morados—. De renunciar a ello, Díaz abriría la puerta a una sucesión en la que el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, queda señalado como una alternativa por sectores de la confluencia.
El sentir de los socios
Lo cierto es que pese a los acontecimientos, fuentes de IU dan ya por imposible el relanzamiento de Díaz "a estas alturas de la película". Insisten en que ese modelo de hiperliderazgo ha fracasado y que debe abrirse un tiempo nuevo para reconfigurar el espacio. Incluyendo el intento de atraer a Podemos, para quien la gallega es una línea roja —los morados, pese a todo, están más en constituir una propuesta individualista frente a lo que considera un Gobierno de la guerra con participación de esas fuerzas de izquierda—. Si el objetivo es fortalecer esa izquierda para seguir respaldando a Sánchez, no están por la labor.
Los socios son prudentes. Muestran simpatía por Bustinduy, pero recalcan que solo podrá dar un paso adelante si quiere liderar el espacio y Yolanda Díaz renuncia a ello. No se percibe intención de la vicepresidenta
Maíllo es la apuesta de IU. Pero esas fuentes consultadas comprenden que quizá hace falta un perfil menos vinculado a los partidos y que esté en primera línea. De ese razonamiento sale como sugerencia Bustinduy. Aunque lo hacen de forma prudente. Se señala por ser un perfil joven, sin tanta mochila como otros liderazgos, con poco desgaste y que es percibido como una persona pragmática. Se comenta que es independiente y que no está afiliado a ninguna fuerza desde su inclusión en listas en las generales de 2023. Se aprecia su trayectoria académica, en añadido, y creen que pese a representar a esa corriente errejonista por su paso por Podemos, podría abrir puentes con Belarra.
Del mismo modo, fuentes de Más Madrid o Compromís lo citan como rostro a tener en cuenta. Lo destacan por ser "dialogante". Saben que será más complicado que candidatos propios triunfen si hay primarias por ser partidos regional y nacionalista en cada caso. En definitiva, se sintetiza que Bustinduy no está "quemado" por las disputas que se han vivido en la última década en la izquierda.
En todo caso, no se habla de una 'operación Bustinduy' en toda regla. El peso de Díaz aún es notable y la batuta orgánica aún la sigue llevando el Movimiento Sumar. El núcleo duro sigue fiel a Díaz, desde el ministro de Cultura y portavoz estatal de Sumar, Ernest Urtasun —que sería uno de los relevos naturales en caso de dar un paso atrás Díaz, y tendría el apoyo de los comunes—, de los coordinadores del Movimiento, Lara Hernández y Carlos Martín, o de la portavoz parlamentaria Verónica Martínez y su segundo, Txema Guijarro. Todos magentas. Solo una retirada de la gallega abriría la puerta a perfiles alternativos de Sumar, en este caso también a Bustinduy.
Eso lo saben el resto de socios. De hecho, destacan que Bustinduy no ha dado muestras de querer dar ese paso: "Está centrado en sus tareas en el Ministerio". Aunque sí hacen hincapié en que hay una especie de promoción silenciosa que empieza a ser palpable, con mayor presencia pública del ministro. La reivindicación al PSOE de aprobar este mes un real decreto ley para la ampliación de los permisos retribuidos por paternidad y maternidad, así como cuidados, le ha puesto en el foco.
En todo caso, desde la confluencia se indica que por ahora la atención debe estar centrada en la legislatura, en reconducir el mandato y en atender antes a qué decisiones se toman en otros puntos calientes como en Andalucía. Aún está por saber cómo se irá a las elecciones autonómicas de 2026, aunque lo que está claro es que habrá primarias con un censo común y la nomenclatura de la coalición será integradora, tanto si se mantiene Por Andalucía como si se opta por otro. Esto, se recuerda, se aplicará a la reformulación de Sumar sea la que sea. "En las primarias se elegirán liderazgos", se reafirman.
La promoción 'silenciosa' de Bustinduy
El último barómetro del CIS de julio apuntó que Bustinduy es el ministro más valorado por los consultados, más que ninguno del PSOE incluso. Obtiene un 5,13 sobre 10 general en comparación con Carlos Cuerpo, titular de Economía socialista, que logra un 5,04 de reconocimiento. Dentro de Sumar, supera el 4,25 de Díaz, el 4,34 de Mónica García, el 4,40 de Sira Rego y el 4,53 de Urtasun. Las valoraciones de Bustinduy y Díaz entre votantes de Sumar son prácticamente similares, pero sí destacan mejores apreciaciones para él entre los votantes del PSOE.
Ahora bien, un 71% de los encuestados aseguran no saber quien es. Lo replican un 53,2% de los votantes de Sumar. Contrasta con Díaz, al que reconoce el 96,7%. Sin referencias en el CIS a ello en lo que respecta a Bustinduy, solo tres de cada diez votantes de Sumar elegirían ahora a Díaz como candidata a presidenta. Ligeramente prefieren más a Sánchez, de hecho.
Aunque no hay una operación formal de promoción para el impulso de Bustinduy, el madrileño empieza a tener más protagonismo en el espacio en equilibrio con Díaz. Sobre todo desde abril. A priori, este año ha comparecido cinco veces desde Moncloa tras Consejo de Ministros, frente a las cuatro de la vicepresidenta segunda. Especialmente desde mayo, tres veces contra una de Díaz hasta hoy. Bustinduy ha recibido elogios desde IU por anticiparse en cuestiones como Israel y su agresión en Palestina.
Fue uno de los primeros representantes de Sumar que puso la mirada en las relaciones comerciales de España con Israel, exigiendo que todos los productos importados fuesen etiquetados con ese origen. En mayo de este año fue un paso más, instándolas a tomar medidas para que su actividad no beneficie la financiación del genocidio. Para IU, el gesto fue clave, al considerar que esas empresas podrían estar vulnerando el Código Penal. El asunto quedó ahí.
Ha habido guiños recientes con Más Madrid y Compromís. Hace menos de un mes presentó a García en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum calificándola como "ministra activista" por su "entrega" para el "acceso universal a la salud". Las relaciones entre ellos, a diferencia de otros perfiles de la confluencia, son un hecho. Además, sin menciones gruesas del resto de ministros, Bustinduy sí consideró que tras la marcha de Micó se podría seguir colaborando desde diferentes espacios. Alabó la actitud del partido en la Eurocámara cuando las relaciones con Movimiento Sumar no son buenas.
Ya entre el 20 y 21 de mayo, Bustinduy fue el único ministro —sin competencias en vivienda— que participó como invitado en unas jornadas en el Parlamento Europeo para tratar la crisis de vivienda en la UE, en la que se rodeó de rostros de Compromís o Más Madrid como Rita Maestre o Joan Ribó. Solo un par de días después, Más Madrid promocionó un informe publicitado desde el ministerio de Bustinduy —que tiene las competencias de Consumo— sobre pisos turísticos ilegales. Sirvió a Más Madrid para confrontar con el PP en el Ayuntamiento y la Comunidad por la existencia de 15.200 pisos irregulares.
Más recientemente, Bustinduy destacó por ser uno de los perfiles más contundentes de Sumar frente al escándalo de Cerdán, pero también con el PP. Fue, junto a García, de los ministros de Sumar que acudieron —tenían preguntas— al control del Gobierno posterior a la publicación del informe de la UCO. Allí protagonizó una intervención muy dura contra los populares en defensa del espacio, ajeno, dijo, a cualquier corrupción. Desde entonces ya recalcaba la importancia de priorizar medidas sociales, principalmente la de permisos que antes de agosto Sumar se compromete a llevar a Consejo de Ministros. En el PSOE, de momento, no hacen ni buenas ni malas consideraciones sobre el ministro.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado