La dimisión de quien fuera comisionado del Gobierno central para la tragedia de la DANA y presidente del PSPV, José María Ángel Batalla, inauguró el último día del mes de julio. En una extensa carta dirigida al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, defendía su honorabilidad, negaba haber falsificado ningún título académico con el que tuvo acceso a niveles más altos de la Administración y vendía su marcha como una especie de jubilación voluntaria. En el PP a pocos les cabe duda que esta dimisión no se hubiera producido sin el antecedente de la ya ex diputada popular y ex vicesecretaria de Movilización y Reto Digital, Noelia Núñez.

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De hecho, en Génova afirman que "Noelia Núñez ha cesado al comisionado". Que sin ese antecedente, Gobierno y PSOE habrían sostenido en su puesto al valenciano. Tanto en el PP nacional como en la organización madrileña han venido insistiendo en que la marcha de su diputada fue plenamente voluntaria, pero, también, "en que marcaba el camino a otros dirigentes socialistas".

En aquel momento el foco estaba puesto sobre el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; sobre la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y miembro de la ejecutiva federal socialista, Pilar Bernabé, y sobre el portavoz parlamentario Patxi López, por haber sembrado dudas, -en mayor o menor medida- sobre sus respectivas formaciones académicas. Nunca pensaron en Génova que la situación iba a estallar por el comisionado del Gobierno para la DANA, hasta que El Mundo informó que estaba inmerso en una investigación por parte de Anticorrupción por presuntamente falsificar su título universitario.

Ángel Batalla no deja de ser pieza de caza menor

Un giro de guion que ha abierto a los populares una nueva línea de ataque: Diana Morant. A fin de cuentas Ángel Batalla no deja de ser pieza de caza menor, pero detrás suyo está la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, pero sobre todo, la líder del PSPV, llamada a ser la próxima candidata a la presidencia de la Generalitat valenciana para confrontar con un candidato o candidata popular aún inédito.

Por ello no fue casual que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, le aludiera directamente durante su balance del curso parlamentario ahora cerrado. "El comisionado de la DANA no solamente era un alto cargo del Gobierno. Era el presidente del PSOE de Valencia. Si además de utilizar y falsear un título para un nombramiento, usted es el máximo responsable de su partido en la Comunidad Valenciana, eso tiene que tener una responsabilidad de él y de la señora Morant", defendió el líder del PP. Morant, agregó, "se ha equivocado gravemente" y, por ello, "tendrá que asumir la responsabilidad política que le corresponda".

De momento, no parece peligrar la mayoría de centro derecha y ultraderecha en Valencia

De este modo, los populares tiran por elevación ante una líder regional que no parece terminar de cuajar en su comunidad, donde el protagonismo se centra fundamentalmente en Pilar Bernabé. La Comunidad Valenciana es uno de los territorios más importantes electoramente hablando para los populares. Desgastar a los socialistas allí no es solo una estrategia destinada a intentar conservar el gobierno autonómico, ahora presidido por Carlos Mazón, sino para reforzar también la posición de Alberto Núñez Feijóo cara a las generales.

No parece peligrar la mayoría de centro derecha y ultraderecha en la comunidad, con Vox rentabilizando, electoralmente hablando, la tragedia del 29 de octubre del año pasado, pero volviendo a dejar a Carlos Mazón en manos de Santiago Abascal. En todo caso, socialistas y Compromís creen que se les abre una ventana de oportunidad, que es el ahora o nunca para volver a suscribir un Pacto del Botànic. En generales, la autonomía valenciana sienta la nada despreciable cifra de 33 diputados en la Cámara Baja. Actualmente trece son del PP, once del PSOE, cinco de Vox y cuatro de Compromís-Sumar.

Los populares no descartan una ofensiva parlamentaria

Los populares no descartan una ofensiva parlamentaria -incluso en este periodo inhábil de las Cámaras- para estrechar el cerco en torno a la asunción de responsabilidades políticas por parte de Morant. De momento ya han dicho que la marcha de Ángel Batalla no es suficiente. "Si se comprueba que ha cobrado ejerciendo un cargo que exigía una titulación que no tiene, por tanto, incumpliendo la ley, Sánchez debe reclamarle hasta el último céntimo cobrado", manifiestan fuentes del PP.

"En términos de ejemplaridad y decencia, el ex comisionado es una persona a la altura de los estándares que tiene el presidente del Gobierno. A un Pedro Sánchez que plagió su tesis y vive con una catedrática que no tiene carnet universitario le habrá sorprendido que haya polémica con la falsificación de los estudios de su comisionado", ironizaban en el cuartel general de los populares este jueves. Y agregaban: "El problema está en que su umbral ético, que le ha permitido beneficiarse de los prostíbulos de su familia política o nombrar a personas como José Luis Ábalos, Santos Cerdán o Koldo García, no son los de una sociedad española que sí es decente".

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