Alemania no da un no rotundo a la posibilidad del reconocimiento de la oficialidad del catalán, del gallego y del euskera en la Unión Europea. Comprende "bien" el interés de España, pero la manera de "resolverlo" aún se tiene que ver y estudiar, y en todo caso en el futuro no harán falta intérpretes y se podrán emplear más lenguas gracias a la inteligencia artificial.

El canciller germano, Friedrich Merz, por tanto, da largas por ahora al Gobierno. Fue este uno de los temas de conversación que abordó con Pedro Sánchez este jueves en la Moncloa, en el marco de su primera visita oficial a España desde que asumió el cargo. Una cuestión de actualidad sobre todo doméstica, porque el Ejecutivo sufre de nuevo las tensiones con Junts —este mismo jueves se encontró la delegación del PSOE encabezada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con Carles Puigdemont fuera de España—, pero obviamente no fue la materia central de su reunión, de aproximadamente una hora, en la que el conflicto en Gaza estuvo muy presente. Los dos líderes comparten el objetivo final, la solución de los dos Estados, Israel y Palestina, pero discrepan tanto en la calificación de lo que está ocurriendo allí —Alemania rechaza llamarlo "genocidio"— como en la necesidad del reconocimiento del Estado palestino, que España ya ha hecho y que Berlín entiende como el último paso. Y ambos sí critican abiertamente al Gobierno de Benjamin Netanyahu por la matanza de más de 60.000 personas en la Franja.

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