Que la proposición de ley del PSOE y Junts para el traspaso de competencias de inmigración a Cataluña, para depender de la Generalitat, iba a caer, era algo conocido desde días. Se confirmó horas antes del inicio del pleno a primera hora de la tarde. La duda, sin embargo, era hasta qué punto iba a suponer esto una división entre los socios de izquierda dentro del bloque de legislatura. Concretamente en Sumar. Finalmente, IU optó por apoyar junto al resto de parlamentarios de Sumar la toma en consideración y emplazar a un futuro debate la posible modificación del texto vía enmiendas. Solo los diputados de Iniciativa-Compromís, Alberto Ibáñez, y de la Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, se desmarcaron conteniendo lo que se dibujaba como una importante división de los socios de Gobierno.

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En fuentes previas a la votación, IU vinculó su voto directamente por la posibilidad de avanzar junto a Junts en la regularización extraordinaria de inmigrantes pendiente, de acuerdo con los inputs recibidos por las asociaciones y la sociedad civil . Ello una vez se conocía el fracaso de la iniciativa. Esa posibilidad es muy complicada y Junts no está por la labor, pero no influyó negativamente en el voto de IU.

Las cuentas salieron como estaban previstas, en todo caso. A los votos del PP, Vox y UPN se sumaron los cuatro representantes morados y el valenciano de Sumar, fijando a 177 parlamentarios en contra y dejando sin recorrido la propuesta. Ello, deja al PSOE ante su primera gran derrota particular del curso, sumada, eso sí, a la conjunta con Sumar en el Gobierno, de reducción de jornada laboral, y a la proposición de ley de Sumar, por cuenta propia aunque con finalidad compartida con los socialistas, de crear una Oficina contra la corrupción. Y deja la sensación de que, cuando tenga los votos neoconvergentes, habrá fisuras con Podemos por la izquierda. Por lo que será complicado cumplir al menos los compromisos sobre inmigración y especialmente económicos.

El debate empezaba fuerte a las tres de la tarde. En defensa del texto, se posicionaban en tribuna primero el socialista José Zaragoza, seguido de la portavoz parlamentaria de Junts, Mìriam Nogueras. En contra, el PP, que con Nacho Martín como portavoz, que entraba en disputa con el PSOE reprochándole haber entrado en el marco del nacionalismo por sumisión al independentismo. Nogueras fue la más dura, especialmente con Podemos. Tanto por su rechazo a esta norma, como por su presunta posición "catalanófoba", objeto de disputa entre morados y neoconvergentes estos días con una sucesión de declaraciones, no directa. ¿Es racista Sumar? ¿El PNV? ¿El PSOE? Lanzó Junts a Podemos ante su negativa diferenciada del resto.

Junts equipara a Podemos con el anticatalanismo y centralismo de Vox

"Si el argumento es que no se pueden traspasar las competencias porque los catalanes somos unos delincuentes o unos racistas, es la prueba del algodón que es tan anticatalana y centralista la extrema derecha como la extrema izquierda. En España eligen siempre lo extremo", dijo Nogueras mencionando a Vox, a Podemos y dando continuidad a las acusaciones que Junts hace a los morados.

Para la representante independentista, esta ley supondría empezar a dar "soluciones y la capacidad de gestión (...) que necesita Cataluña", sin "más ruido". Ante una dejadez estatal: "España no ha querido o no ha podido controlar el fenómeno". Defendió, pese a su fracaso, que la ley tenía "motivos de sobra para salir adelante". "El verdadero problema es que lo pide Cataluña", aseguró Nogueras en su único turno de palabra. Evitó réplicas. Sí alertó de que el grueso de la inmigración se está dando en Cataluña y que no hay capacidad de absorción del fenómeno sin daño a los servicios públicos. En la izquierda sorprendieron declaraciones como que "la supervivencia de nuestra identidad como nación no está garantizada, sobre todo por el enorme impacto que este fenómeno tiene sobre la lengua catalana, un factor de cohesión e integración social extraordinario".

Podemos 'se aísla' de la izquierda entre críticas

En respuesta, el portavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, insistió que esta jornada no se debatió "sobre competencias, sino de tratar la inmigración como un peligro social". Algo que le acarreó la posterior crítica de otros socios afines. "En Podemos no nos inventamos nada. Nogueras ha hablado de descontrol migratorio. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha criticado que aquí no cabemos todos. Y el presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha llegado a afirmar que sin restricciones a la inmigración no se puede garantizar la identidad de Cataluña". Eso lo repitió Nogueras. "¿De verdad esto va de competencias?", preguntó el diputado murciano. Aseguró que "se está pactando qué administración ejerce el racismo"

Para Podemos, la votación de este martes buscaba ver qué administración ejerce el racismo

Sánchez Serna pidió medidas, poner el foco la regularización extraordinaria de medio millón de migrantes planteada ya el año pasado y que está bloqueada por Junts, PP o por Vox. "No vamos a permitir que sean los migrantes los que sufran las consecuencias de la competencia electoral entre Junts y Aliança Catalana. Frente a ello, antifascismo y antirracismo. Retiren la proposición y pongas sus votos" para esa regularización, exigió Podemos.

La posición de Podemos fue criticada por sus tres principales socios independentistas de izquierdas. Frente a Sumar o a Àgueda Micó, que avalaron la transferencia de competencias por el compromiso plurinacional, BNG, ERC y Bildu cargaron contra Podemos. Néstor Rego, único representante del Bloque mostró sorpresa por la "incapacidad de la izquierda española a la hora de asumir que en este Estado" hay fuerzas que aspiran a la "soberanía" y a "gestionar" de forma autónoma. No quiso entrar en detalles a valorar si "Junts tiene posiciones xenófobas", pero indicó que en estos momentos el PSC gobierna Cataluña y que este rechazo da a entender que "no confían en el pueblo".

Jon Iñarritu tampoco mostró entendimiento por el rechazo de Podemos "a una medida de sentido común en un Estado descentralizado". "No nos gusta la exposición de motivos, pero una cosa es el debate sobre inmigración y otra cosa esta norma, que objetivamente no tiene afirmaciones racistas en sus puntos". "Por eso el PP, Vox o UPN no la aprueban", aseguró el diputado vasco. "Dan a entender discriminación, que ningún catalán podría gestionar" esas competencias. A juicio del político abertzale, es "un error vincular esta norma con la iniciativa legislativa popular". Además, reprochó a Podemos "votar con la derecha".

También fue duro Gabriel Rufián, de ERC. "Siempre les entiendo, pero hoy no. Estamos defendiendo una ley para Cataluña. A nadie se le escapa por qué Junts pide esto, pero el rechazo sienta precedente de solo ceder competencias solo a los gobiernos que nos gusten", creyó el republicano. "Les pido que trabajemos en mejorar el texto en el proceso de enmiendas", instó a Podemos Rufián sin éxito. Afirmó que "no cuela" que se cargue contra Junts y no se hable de Otegi, que también pidió esas competencias.

Rufián no dejó pasar la oportunidad de arremeter contra Junts: "¿De cero a diez, cuánto miedo tienen a Aliança Catalana? Están volviendo al redil". Rufián consideró que junto a ERC en los anteriores gobiernos autonómicos, Junts había hecho política "decente". "Dejen de hacer daño a Cataluña votando cosas con el PP y Vox y copiando a [Silvia] Orriols". "La primera parte de su discurso es racista al hablar de 'colapso' o 'saturación" por la inmigración, cerró Rufián.

Que la medida no salga adelante abre un camino de presión desde Junts al PSOE y azuza la inestabilidad, con las ya amenazas de "otoño caliente" sobre la mesa desde finales de agosto. De hecho, los neoconvergentes ya reprochan a los socialistas no haber hecho todo lo necesario para conseguir los votos de Podemos. Por otro lado, el salto de Podemos de lado de la derecha no nacionalista abre una fractura en la estabilidad de los socios de izquierdas.

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