El Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha reactivado la causa en la que se investiga al elitista colegio British School y a varios profesores por presunto acoso a una alumna. La jueza ha puesto nueva fecha para que comience el juicio, según confirman fuentes jurídicas a El Independiente.

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La magistrada estaba a la espera de que el Hospital Quirón le remitiese el informe médico completo de la chica. Una vez recibido y analizado, ha fijado la fecha de apertura de juicio oral para el próximo 2 de octubre.

Además, la instructora ha aceptado que una compañera de la víctima, también menor, no comparezca como testigo, tal y como pidieron sus padres. Para ello, con el apoyo de la Fiscalía, ha aceptado recoger el análisis de la psicóloga que la trata.

El caso empezó en el curso 2021-2022. Entonces la menor tenía 13 años. Una de sus amigas comenzó a recibir mensajes ofensivos y acosadores por parte de dos compañeras de clase. Los padres de esta amiga recopilaron cientos de mensajes vejatorios y lo denunciaron tanto al colegio como a la Policía Nacional.

Que olvidase el tema

La chica, indignada por la situación, pidió respuestas y explicaciones a los profesores, pero estos le sugirieron que olvidara el tema. La dirección del British concluyó que el incidente fue algo puntual, lejos de constituir un acoso continuado. Pero la chiquilla insistió en denunciar la situación. El colegio entonces señaló comportamientos inapropiados por parte de la menor, lo que terminó en varias sanciones.

Los padres asumen el mal comportamiento de su hija, pero la demanda recoge que entre marzo y abril de 2022 su hija fue sacada de clase hasta en 15 ocasiones. El objetivo era reiterarle que olvidase el problema con su amiga. Relata el escrito que aquellas reuniones se produjeron en un clima amenazante.

A todo este proceso los padres achacan que la salud física y mental de su hija se deteriorase. Llegó a desarrollar anorexia nerviosa, perdiendo nueve kilos en tres meses. En el hospital le diagnosticaron un problema grave de huesos y un trastorno adaptativo. En octubre de aquel año dejó el centro.

Piden multarla

El colegio madrileño British Council pidió a la jueza que multe a la supuesta víctima de acoso del centro por filtrar supuestamente información a la prensa. Pide que ponga "multas coercitivas" a la menor para que cumpla "con el deber de confidencialidad". Según un escrito del pasado 5 de febrero, al que tuvo acceso El Independiente, el centro señaló que el juzgado ha pedido en varias ocasiones a la familia de la menor que sea reservada en cuanto a los avances de la investigación.

El colegio adjuntó varios documentos relacionados con publicaciones en medios de comunicación en los que, asegura, la chica y su perito han realizado "declaraciones sobre el presente procedimiento". Uno de ellos es la información de este periódico del 2 de febrero, aunque en ningún momento se tuvo comunicación con la presunta víctima o su familia.

Además, el British Council denunció ante el juzgado una supuesta campaña en la que se han repartido folletos con noticias referentes a la causa de acoso escolar en la puerta del colegio. "Se puede observar, como en los folletos aportados se hace un collage de noticias del todo inexactas, en las que se tergiversa la realidad y se hace referencia a testimonios de menores, incluso ajenos al procedimiento, hasta el punto de incluir una noticia relatada por la propia madre de la demandante".

Venta del colegio

En mitad de todo esto, el British Council ha vendido su elitista colegio en Pozuelo de Alarcón (Madrid). El comprador es Inspired Education Group, una compañía que se dedica también a la educación en todo el mundo. La operación se ha fraguado en un momento en el que la filial británica encara, al menos, dos procesos judiciales por demandas de padres de dos alumnos, como ha ido contando El Independiente.

En un comunicado interno, al que ha accedido este periódico, la dirección del colegio señala que la venta se produce tras "una evaluación exhaustiva" de la situación del centro. Admiten que la operación se debe al intento de "reforzar" su "posición financiera". También admiten que la "capacidad para potenciar y expandir su actividad es limitada".

La institución dice que tienen "un déficit" que tienen que cubrir "con urgencia", por lo que necesitan desprenderse del colegio en Madrid. Señalan a la pandemia, a "los desafíos financieros a nivel global" como son "la inflación y la volatilidad de los tipos de cambio".

En el texto aseguran que "en absoluto" van a dejar España. El British Council va a ofrecer cursos "de alta calidad" y seguirá certificando el nivel de inglés de quienes quieran examinarse con ellos. Además, la nueva empresa podrá mantener el nombre del colegio al menos durante los dos próximos dos años.

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