Isabel Díaz Ayuso ha desplegado toda su artillería contra el Gobierno en plena resaca de las novedades judiciales en torno a su pareja, Alberto González Amador, pero también de la esposa y hermano del presidente del Gobierno, Begoña Gómez y David Sánchez, respectivamente. En un análisis demoledor, muy fiel a su estilo, ha estimado que la voluntad declarada de continuidad de Pedro Sánchez en el Ejecutivo, responde a su deseo, de "someter al poder judicial" y que "amnistíe a todo su entorno".

Defiende la baronesa popular que no será la corrupción la que se lleve por delante este Gobierno "si no lo que le ata". Necesita tiempo, aduce, para sacar adelante la ley Bolaños -respecto al acceso a la carrera judicial y fiscal, pero también la reforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal- al objeto, dice, de "amordazar al poder judicial". En definitiva, Sánchez no se irá "hasta no quedar amnistiado todos los de su entorno, como pasó con los eres de Andalucía y acabar con todos los jueces. Hasta que nos los someta, no va a parar". Tampoco hasta que "no amordace a la prensa libre y a cuáles unta con dinero público y a cuáles no". Asimismo ha hablado de "corrupción institucional contra los adversarios políticos", lo que podía interpretarse como una alusión velada a la situación de su pareja.

Acusa a los poderes del Estado de actuar contra Peinado

Y en cuanto al juicio con jurado al que puede verse abocada Begoña Gómez ha insistido en denunciar el "trabajo denodado y calculado de los poderes del Estado contra un juez. Estamos siendo los jueces del propio juez. Cómo será la persecución que ha tenido que querellarse contra ministros", en alusión a Juan Carlos Peinado.

La única alusión explícita a su pareja ha sido en respuesta a la pregunta directa sobre si cree que éste forma parte de una 'banda criminal', a lo que ha replicado que "esa es la acusación del PSOE y de Más Madrid, de mis adversarios políticos que están personados en una inspección fiscal. Ahí está al credibilidad e la acusación y ahí tienen todos los titulares", sin querer ahondar más.

Moncloa es, a su juicio, un "culebrón caribeño", además de un "proyecto de ruina que está acabado, y lo saben". "Desalojar del poder a un proyecto totalitario es muy difícil" por lo que los socialistas "tensarán más la convivencia, pero tienen los días contados y saben que las urnas van a enseñarle al peor gobierno de la democracia la puerta, que se lleven con ellos a Zapatero".

En cuanto a su actuación de gobierno en la Comunidad de Madrid ha defendido que "uno tiene que saber lo que quiere, tener unos principios, valores claros, camino recto y tener después la maestría de convencer que lo tuyo es mejor. Intentar convencer a cuanta más gente mejor".