Si los barómetros del CIS ya suponían muchas veces un ejercicio de funambulismo demoscópico cuestionado por el conjunto de las empresas sociológicas del país, la de Iván Redondo, el ex director de gabinete de Pedro Sánchez, ha supuesto un triple salto mortal. Y no sólo porque dé un acusado crecimiento a Vox, -también detectados en otros sondeos, aunque no de la misma envergadura- sino porque hunde al PP hasta situarlo casi veinte escaños por debajo del PSOE y 26 menos que los obtenidos el 23-J.
Redondo, del que se ignoraba que se dedicase a hacer sus propias encuestas a través de la empresa Opina360, ha agitado las aguas políticas y puesto en pie de guerra al PP. Si nos atenemos a la media de los nueve sondeos publicados en septiembre, sin incluir el CIS -que se aleja de la dinámica general-, el antiguo asesor áulico de Sánchez da al PP 37 diputados menos y 5,6 puntos por debajo de esa media, que se sitúa en 148 escaños y un 33% de voto.
El PP obtendría 111 escaños, por debajo del PSOE con 130; Vox 74; Sumar 5 y Podemos 3. Es cierto que la suma de populares y voxistas daría lugar a una amplísima mayoría absoluta (185). Pero con estos datos, desde Génova no dudan en atribuir a Redondo el mensaje intencionado de que la única alternativa a la actual mayoría es la de un gobierno de coalición entre Feijóo y un muy crecido Santiago Abascal. Todo ello "con la intención de movilizar a la contra". Algo que ya habían detectado de los sondeos de Tezanos, pero ahora "mucho más exagerado".
De hecho, uno de los barones populares, el catalán Alejandro Fernández, adoptaba esa posición en redes tras conocerse la publicación de Redondo. "Bueno, parece que Sánchez ya tiene Tezanos público y Tezanos privado", escribió este miércoles en X.
Acusan a Redondo de dar por hecho un gobierno de coalición PP-Vox para "movilizar a la contra"
En ese sondeo, Redondo también pregunta por las posibles fórmulas de Gobierno en caso de materializarse estos resultados. El 95% de los votantes de Vox y el 54% de los electores del PP expresan una "clara preferencia por un acuerdo PP-Vox para conformar una mayoría de gobierno". Y eso es, justamente, lo contrario a lo que se ha comprometido Núñez Feijóo: un ejecutivo monocolor, aún a riesgo de que una negativa de Vox a apoyar su investidura aboque a una repetición electoral.
"Cada uno decide cómo desea hacer el ridículo en la vida", dicen fuentes del equipo de Feijóo sobre el sondeo. Y tiran de ironía al afirmar que lo que diferencia la encuesta de Redondo de las del CIS de José Félix Tezanos es que el director del instituto público "al menos, renuncia a disimular".
Insisten en Génova que sus sondeos le sitúan entre los 147 y 150 escaños y un 33 por ciento del voto
El sondeo de Opina360 justifica que la fidelidad de voto del PP "ha caído notablemente al tiempo que se dispara la transferencia a Vox, que también saca partido de los jóvenes que votarán por primera vez. El PSOE se beneficia de un fuerte repunte del trasvase de votos desde Sumar".
De hecho, según los microdatos de la encuesta a los que ha tenido acceso El Independiente, la demoscópica fija en un 18,7% el trasvase de electores populares que ahora cogerían la papeleta de Abascal. Un 9,1%, en cambio, pasarían de Vox al PP. Eso, teniendo en cuenta que Feijóo superó los ocho millones de votos y Abascal los 3,3 deja con saldo positivo a Vox. Serían algo más de 1,4 millones de populares los que ahora escogerían a Abascal. Algo menos de 310.000 de Vox irían al PP.
Los populares no niegan el crecimiento de Vox, pero sí cuestionan que éste sea a costa de su propia base electoral hasta el punto de bajar a los 111 escaños que les augura Redondo. Esgrimen que si bien Vox sube "nosotros no bajamos", e insisten en que sus sondeos le sitúan entre los 147 y 150 escaños y un 33% del voto. Es el mismo margen que les dan los sondeos privados publicados.
No dudan en afirmar que la intención del antiguo director de gabinete de Sánchez es "intentar influir en la opinión pública" en lugar de hacer una foto fija. Cabe recordar que nada más salir de Moncloa, en la 'limpia' gubernamental de julio de 2021, que se llevó también por delante a José Luis Ábalos y a Carmen Calvo, vaticinó que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tenía todas las papeletas para ser la primera mujer jefa del Ejecutivo. En aquel momento se interpretó como una rabieta del consultor político, aunque Génova se malicia de que nunca dejó de "estar a sueldo de Moncloa".
Atribuyen al antiguo director de gabinete de Sánchez la estrategia gubernamental en torno a Gaza
De hecho, hay quien apuntó a Redondo como el 'autor intelectual' de la estrategia monclovita de arrancar el curso político poniendo el foco en el conflicto de la Franja de Gaza. La escenografía solemne, la declaración institucional a las puertas del edificio donde se reúne el Consejo de Ministros, para anunciar un plan destinado nada menos que a "detener el genocidio en Gaza, perseguir a sus ejecutores, y apoyar a la población palestina", pudo tener el marchamo del ex director de gabinete.
Vox entra al juego de Redondo
En las filas de Abascal repiten que no se fían, en general, de las encuestas, pero en esta ocasión, distintas voces de la dirección nacional o representantes con galones dentro de la formación no esconden la euforia que sienten al ver sobre el papel algo de lo que vienen advirtiendo desde hace años: un crecimiento sostenible que en 2019 se fijó a un plazo aproximado de diez años para ser primera fuerza. En Bambú sí celebran que este sondeo viene a reflejar que "cada vez más españoles confían en Vox" ante "la estafa" del PP y el PSOE, dicen a este medio fuentes nacionales.
En este sentido se han manifestado este miércoles algunos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), el máximo órgano del partido. Es el caso del líder de Vox Murcia, José Ángel Antelo, o el del portavoz en el ayuntamiento murciano, Luis Gestoso. El primero asegura que "las encuestas marcan una tendencia" y la del ascenso de Vox "es inequívoca". "La coherencia, la firmeza y el amor a España y a la verdad se abren camino frente a la mendacidad, la tibieza y el cálculo político".
Gestoso afirma que "hay pánico en el PP" ante un posible "sorpasso". Y añade: "No confiamos en las encuestas, pero si percibimos en la calle que cada vez más españoles ponen su confianza en Vox". Repiten el argumentario, como fórmula de presión, distintos portavoces regionales o algunos diputados.
Para Vox las encuestas empiezan a marcar una tendencia. El PP denuncia que tanto Abascal como Sánchez están en plena operación de 'pinza' contra Feijóo
La consideración de la cúpula es que estas encuestas acreditan que en este momento la opinión pública no se cree el "giro" de Feijóo a posiciones más duras con la inmigración -o el acercamiento a Iván Espinosa de los Monteros para intentar rascar votos en Vox-, algo que el popular formalizó este fin de semana en Murcia con la cumbre de sus presidentes regionales con competencias de gobierno. No es casualidad que se hayan pronunciado tanto Antelo como Gestoso directamente. Allí, en la capital, Feijóo avaló propuestas como un visado por puntos para los migrantes regulares o deportaciones en caso de que no haya una adaptación cultural o se delinca.
En concreto, desde Bambú, este lunes, su portavoz nacional, José Antonio Fúster, afirmó que este "paripé para intentar copiar" su discurso, no va a funcionar en Génova. Este miércoles, la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, achacaba estos movimientos de Feijóo a las encuestas, de hecho, aunque obviaba la del día, la más peliaguda. Aunque los movimientos que el partido de Abascal está haciendo estos días denotan previsión ante esos cambios del PP, que al adoptar ese tono duro migratorio, se ofrece como una opción de Estado para expulsar a Sánchez, sin descuidar preocupaciones nacionales como la inmigración, que ya está entre las tres preocupaciones principales de la ciudadanía en estudios como el del CIS.
A Vox, que vertebra todo su discurso desde el rechazo a la inmigración y lo enlaza con cuestiones como la vivienda, el trabajo de calidad o el Estado de bienestar, sin entrar en lógicas económicas o de intereses del capital, no le costará radicalizar mucho más su discurso migratorio si ve amenaza por parte del PP. En apenas dos años, ha adoptado íntegramente conceptos de los partidos neonazis marginales como el de 'remigración': deportaciones de hasta descendientes de segunda o tercera generación bajo un canon étnico y cultural.
Redoblan la respuesta a Feijóo: más antiinmigración
A principios de semana, en la Comunidad de Madrid y frente a Isabel Díaz Ayuso, Vox anunció que este jueves llevará a pleno una proposición para ver si además de "cambiar su discurso" el PP de Madrid "pasa a los hechos", dijo la portavoz ultraconservadora Isabel Pérez Moñino. En concreto, la iniciativa busca la expulsión inmediata de "todos los inmigrantes ilegales en la región" así como los que "hayan cometido delitos graves, hagan del delito leve su forma de vida" o "propaguen ideologías o religiones contrarias" a la cultura española. Especialmente "si denigran a la mujer".
Por otro lado, a nivel nacional, este miércoles Millán anunció en el Congreso que presentarán un nuevo plan sobre inmigración "en los próximos días". Se incluirán las mismas medias como la solicitada en la Comunidad de Madrid, y se añadirán otras como una auditoría de las concesiones de nacionalidad en los últimos años "para evitar el fraude". Igualmente, se quiere suprimir el arraigo como mecanismo para obtener el permiso de residencia legal, algo que ya la semana se votó con apoyo del PP pero sin lograr mayoría absoluta en el pleno. Asimismo, los de Abascal quieren retirar cualquier ayuda social a inmigrantes ilegales.
Vox amplifica su atención a la inmigración ante la competencia con el PP. Aseguran que el discurso de Génova ni si quiera es una copia
Ante la adopción de parte del discurso migratorio de Vox, el más leve, Bambú acusó al PP de ni si quiera ser una "copia" del original. Acompañó el asunto con una imagen en la que se describen supuestos delitos "de los últimos meses" a manos de inmigrantes, tanto presuntos robos como agresiones sexuales. "Este es el listado de crímenes del bipartidismo (...) que expone el fracaso de las políticas migratorias de PSOE y PP", exponen en Vox acompañando la imagen con un apretón de manos entre Sánchez y Feijóo.
Es una alerta generalizada en el ámbito de la politología que cuando se trata de endurecer el discurso migratorio, los partidos de la derecha populista acaban comiéndose a las derechas clásicas. Mientras que en Alemania la CDU-CSU resiste con una AfD mordiéndole los talones, en otros países como Francia, Austria o Italia los socios del PP han sucumbido a sus competidores más radicales.
Te puede interesar