Mientras que la cúpula de Génova entra en el cuerpo a cuerpo con Santiago Abascal y los suyos, con cuestiones como la inmigración, con un plan de diez puntos, dentro del partido algunos cargos de primer nivel creen que el escenario que se irá dando los próximos meses es de "subida" de Vox en los sondeos. Pese a todo, hacen un llamamiento a la calma, porque consideran que una vez se despeje la fecha de las próximas generales, tanto si es en 2027 como si hay un adelanto, la caída para Vox está garantizada. Y cuanto más alto suban, mayor será el golpe estiman.

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Estas fuentes consultadas creen que Vox está capitalizando el descontento con el sanchismo de mejor forma que el PP por el componente pasional, emocional con la que se mueven los de Abascal. Pero creen que a la hora de elegir una papeleta, se primará el 'voto útil' al PP para gestionar y para expulsar a Sánchez, que a Vox. Más cuando, de una forma u otra, habrá que pactar "seguramente" con los ultraconservadores. El intento de Alberto Núñez Feijóo es que se haga con un acuerdo externo -es el compromiso del último congreso del partido-, sacando el mayor número de escaños posibles a Abascal para garantizarse cierta independencia en cuestiones de Estado. La apuesta por entrar de lleno en el debate de la inmigración, por ejemplo, busca afectar a Vox en lo posible para ganar votos en su espacio. Está por ver si resulta efectivo.

Feijóo ya ahondó en esta idea al principio de curso, durante un cónclave con la dirección en un hotel de Aranjuez. Incidió en ello el pasado lunes, en una entrevista en Antena 3. Para dar consistencia a su argumento, reivindicó al PP como partido de país mientras cargó contra Vox: "Le sobran protestas y le faltan propuestas". Además, para intentar paralizar ese ascenso demoscópico, que dan por cierto en el PP aunque negando mediciones como las de Iván Redondo o José Félix Tezanos en el CIS, los populares pasan directamente a la ofensiva con Vox. Aunque no es tanto un ataque, matizan en el partido, sino una defensa general ante las "mentiras" que denuncian que Vox hace para intentar ganar peso y dar el sorpasso al PP.

Creen que el hecho de que se haga más oposición a Feijóo que a Sánchez lo acredita. Y, en añadido, se alienta desde Génova -el propio presidente del PP lo hace- de que hay una pinza, un interés mutuo de PSOE y Vox para hacerse el juego por los costados, damnificar a los populares y polarizar a los electorados de derecha e izquierda para romper alternativas por el centro. Entre segmentos del PP hay quien denuncia que a mayor peso electoral que se da a Sánchez, más aire se le da a Vox, lo que creen que es un reflejo de que "hay un interés demoscópico" que hace el juego a Moncloa. Al menos con el CIS y con Opina 360 no tienen dudas.

Según fuentes populares, internamente las encuestas dan a Feijóo por encima de los 145 escaños pese advertir el crecimiento de Abascal progresivamente. Pero están tranquilos, porque a la hora de votar "mucha gente que ahora elige a Vox se lo va a pensar". Sobre esa burbuja se pronunció el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su participación en un desayuno informativo este jueves.

Las encuestas internas del PP le dan por encima de los 145 escaños. En el partido creen que la clave es seguir siendo una propuesta moderada

En una conversación informal con periodistas comparó la situación de Vox ahora con la de UPyD o Ciudadanos en su mejor momento. Dio a entender que el 'fenómeno Abascal' será una fiebre pasajera. Rajoy cree que la virtud está por el centro y que debe "recuperarse la cordura o los pactos de Estado", pero para ello debe "esperarse a que haya elecciones y ganarlas". "Con este PSOE no se puede pactar", repitió el argumentario de Feijóo. Para el gallego, el actual Gobierno ha roto todos los consensos. "Estamos en otra fase", ante un Ejecutivo que da por buenos no tener presupuestos "y no pasa nada".

Centro y juego de roles frente a Vox

Preguntados por la nueva táctica popular, de entrar a competir por banderas de Vox como la inmigratoria, cargos del partido avalan que eso se pueda hacer pero sin abandonar la posición que caracteriza al PP, la centrada. "El PP tiene que hacer su papel mientras que Vox ha decidido hacernos oposición", dicen, reivindicando el centro, la búsqueda de apoyos a derecha e izquierda, que creen que llegarán. Además de esa decisión de cara a unas elecciones, entre la papeleta del PP o Vox, las fuentes consultadas creen que habrá "mucho votante de Sánchez en 2023 que pasará a apoyar a Feijóo". "Nuestra oportunidad está en el centro", aseguran.

Ante la posibilidad de endurecer su discurso en ese intento de arrastrar votantes de Vox al PP, desde el partido se argumenta que Feijóo está más centrado en su propuesta que en hacer el juego de Vox. Aunque estas semanas haya entrado en los reproches directos. Se estima que terminará consolidándose una doble actuación, con Feijóo y otros dirigentes apelando a la gestión y a la moderación, y otras figuras destacadas, como pueden ser el secretario general, Miguel Tellado, y la portavoz en el Congreso, Ester Muñoz, o la vicesecretaria de Política Sectorial, Alma Ezcurra, entrando más en el barro. En definitiva, buscando un equilibrio.

Plano diferente en las autonómicas

Pese a todo, hay barones territoriales que no ven factible ese pinchazo al menos en el plano autonómico para el próximo ciclo de 2026, porque saben que lo que se juega no es echar a Sánchex. El propio Juanma Moreno, presidente de Andalucía que buscará su tercer mandato, cree que Vox está muy fuerte en la región -los de Abascal también inciden en ello- y que hay posibilidades de que termine dependiendo de Bambú para configurar su próximo Ejecutivo. Su compromiso es el de gobernar en solitario, no quiere pactar con ellos porque, además, las relaciones son muy malas entre las dos organizaciones.

A su manera, el andaluz también aboga por ese 'voto útil'. Con esa negativa a pactos deja entrever que solo un apoyo al PP como el de 2022 puede garantizar la gobernabilidad, la estabilidad y la ausencia de repetición de elecciones. Al PSOE lo ven demasiado desgastado junto a sus socios como para sumar.

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