Salvo que cambien mucho las previsiones, el rey emérito, Juan Carlos I, no participará en los actos del cincuenta aniversario de su propia proclamación como jefe de Estado, un 22 de noviembre de 1975, apenas dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco. Según ha podido conocer El Independiente, se mantendrá su actual distanciamiento con Zarzuela desde que abandonó España camino de Abu Dabi (Emiratos) en agosto de 2020, esto es, en plena pandemia del Covid.
Sí ha habido algunos encuentros de carácter familiar entre Felipe VI y su padre, pero a cuentagotas. De hecho, la presencia del emérito en España no es algo infrecuente para participar en las regatas, pero carece de agenda oficial y apenas mantiene contacto con Zarzuela. No deja de ser paradójico que el día dedicado al papel de la monarquía en la transición democrática no esté uno de los principales actores políticos que la hicieron posible. Bajo el título genérico 'España en libertad', dentro del año dedicado a celebrar la muerte de Franco, la agenda gubernamental limitó al 22 de noviembre la celebración de un acto para conmemorar "La monarquía y la democracia".
El Gobierno ha dejado en manos de Zarzuela la presencia o no el rey emérito
Desde que se anunciaron estos fastos, con más de cien actos por toda España que prácticamente han pasado desapercibidos, el Gobierno dijo dejar en manos de la Casa Real la participación del rey emérito. Así lo transmitió en su momento el titular de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, responsable de la coordinación de este programa para el que sólo el Ministerio ha gastado más de 12 millones de euros sin contar lo que han dedicado otros departamentos e instituciones.
No se sabe aún en qué consistirá el acto del día 22, en el que muy probablemente también se implique el Congreso de los Diputados, aunque de momento en la agenda de la Cámara Baja no hay nada previsto para ese día. Fuentes parlamentarias explican que sí está agendado un acto el 31 de octubre en homenaje a las víctimas del franquismo. Así como otra conmemoración que tiene por escenario el Parlamento, aunque lo organiza el Ejecutivo.
Moncloa ha ignorado a Felipe González y el pacto constitucional
Será el 20 de noviembre, día del fallecimiento de Franco, con una lectura de discursos de líderes políticos de la Transición como Miquel Roca -uno de los padres de la Constitución, aunque no ha habido ningún acto específico sobre el pacto constitucional-; del que fuera secretario general del PCE, Santiago Carillo y del ex alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván. Parece que poco o nada de otras figuras fundamentales como Felipe González, completamente preterido en esta conmemoración acaso por sus continuos enfrentamientos con las políticas y las alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez. Ese día habrá actuaciones y hasta un trapecista. "Si hubiera algo que vaya a organizar Zarzuela por los 50 años de la monarquía parlamentaria, supongo que informarán ellos", indican fuentes del Congreso.
Resultó bastante polémica la ausencia del Rey del acto con el que se inauguró, el pasado 8 de enero, este año de conmemoraciones en que España recuperó su libertad tras el fallecimiento del dictador. El mismo día en que el jefe del Ejecutivo inauguraba los actos, muchos de ellos improvisados y sin contenido, con un discurso en el Museo de Arte Reina Sofía, el jefe de Estado recibía en el Palacio Real a los nuevos embajadores para la entrega de sus Cartas Credenciales. En en aquel momento se insistió mucho en que tenían "sintonía total", para despejar dudas sobre las hipotéticas malas relaciones entre ambos.
Lo cierto es que las conmemoraciones han resultado bastante descafeinadas y el Gobierno se incluso se atribuyó como propias de esa agenda eventos como las visitas de los Reyes a los campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen con motivo del 80 aniversario de su liberación, lo que no tiene nada que ver con los 50 años de Franco.
De momento, Zarzuela mantiene silencio. Aunque es de suponer que ya están trabajando en al acto del 22-N, estos días todas las energías se han dedicado a la entrega de los Premios Princesa de Asturias, que culminaron el pasado viernes. Junto a los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía, acudió la reina emérita, Doña Sofía. Ni rastro de Juan Carlos I. Felipe VI le retiró la asignación y renunció a cualquier tipo de herencia de su padre, quien acabó abandonando España tras regularizar su situación fiscal con Hacienda. Y no parece que nada vaya a cambiar, al menos a corto plazo.
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