El PP busca hacer de la necesidad virtud. Si bien no consiguieron sacar adelante la principal enmienda con la que damnificar al Gobierno de Pedro Sánchez y visibilizar que el veto de Junts deja a los socialistas en minoría parlamentaria, en el seno popular creen que el fracaso para prorrogar el cierre de las nucleares utilizando la ley de movilidad les da combustible de cara a la campaña electoral de Extremadura. Los dos reactores de la central de Almaraz, según establece el calendario fijado por Transición Ecológica, iniciarán en noviembre de 2027 y octubre de 2028 su desmantelamiento si la solicitud de extensión de actividad hasta 2030 de Iberdrola, Endesa y Naturgy no prospera.

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La voluntad del Ejecutivo, presionado también por los socios, es de mantener el rumbo con los compromisos ecológicos y cumplir con los cierres, aunque no hay una cerrazón completa a un aplazamiento de tres años en Almaraz, una vez que las eléctricas que controlan parte del accionariado de la planta han desistido de su exigencia de rebajas fiscales. La diferencia con el PP es que aquí se plantea un aplazamiento de cierre con fecha mientras que la enmienda de este jueves no fijaba límite.

Los populares, pese a ello, se quedan con el componente visual de lo votado el jueves en el Congreso y ven capacidad de armar un discurso potente que desacredite al PSOE en Extremadura durante la precampaña y la campaña de autonómicas y permita una victoria sólida en urnas el próximo 21 de diciembre. Se defiende que la energía nuclear es segura y debe ser un elemento más de apoyo hasta que haya una verdadera transición renovable para la que, apuntan, aún estamos lejos.

Como ocurrió con la amnistía, con el señalamiento del partido al presidente castellano-manchego Emiliano García-Page por rechazarla al mismo tiempo que los parlamentarios de su federación en el Congreso la avalaban, una de las aspiraciones de los populares en las próximas fechas será que esa misma contradicción con las nucleares se ponga de relieve en la pugna contra los socialistas. Se quiere convertir el voto contrario de este jueves de los diputados socialistas extremeños a la propuesta popular para la prórroga de nucleares en una ofensiva contra el candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo.

El PP quiere utilizar el voto de los diputados extremeños del PSOE contra la extensión de las nucleares. Gallardo justifica que la enmienda del PP en el Congreso era un artificio

El propio Gallardo, horas después de la votación en el Congreso, que anula uno de los intentos de frenar cierres como el de Almaraz, insistió en que sus diputados no avalaron ese cierre, sino los "fuegos de artificios" del PP en la Cámara. Sigue confiando en que el Ejecutivo de Sánchez avalará esa prórroga en las mismas condiciones. "Las empresas ya han solicitado la prórroga y el Gobierno ha pasado esa petición al Consejo de Seguridad Nuclear, va a hacer el informe. No tengo ninguna duda de que va a ser favorable y estoy convencido de que el Gobierno va a prorrogar el cierre de la central", dijo el secretario general de los socialistas extremeños desde Badajoz. Allí cargó contra el PP: "Los diputados del PSOE han votado contra la demagogia del PP, contra trasladar a los extremeños la falsedad de que Almaraz se va a cerrar".

Campaña de riesgo para Gallardo

Lejos de esos detalles, el escenario dicotómico que establecen en el PP es el de una candidata, María Guardiola, comprometida con la extensión de Almaraz, y el de un PSOE que no termina de decidirse en el cierre o en dar una breve prórroga que, creen, traslada el problema -especialmente en términos económicos y de empleo en la zona- durante menos de tres años. Gallardo instó a que un vez que llegue esa prórroga -en la que confía-, se aproveche para trabajar en una alternativa para quien depende de la central a día de hoy.

En campaña polarizadas como la extremeña, creen fuentes populares, no se entienden los matices, por lo que a Gallardo, apuntan, le va a ser complicado justificar las posiciones del PSOE en Madrid a la vez que su defensa de prórroga que le ha llevado incluso a participar en movilizaciones sociales. En enero participó en una concentración en Almaraz junto a representantes del PP -incluida Guardiola-, de Vox y del PSOE. Allí ya se mostró partidario a prórroga sin límite mientras no hubiese alternativa energética y de empleo, siempre y cuando el Gobierno no aceptara la exigencia de ventajas fiscales para las energéticas.

El tema nuclear será un eje esencial en la competencia con los socialistas. Estaba claro después del compromiso de Génova con la batalla en el Congreso desde el decreto energético del Gobierno en 2022, y más tras el apagón de finales de abril; con varias votaciones en el Congreso sin carácter vinculante aprobadas instando a las prórrogas. Aunque el tono frente a Vox será duro para buscar la independencia de gestión y esa mayoría absoluta ansiada -nunca el PP ha ganado en Extremadura, en 2023 quedaron detrás de los socialistas-, para los populares la capacidad de sumar 'voto útil' viene del centroizquierda.

Se quiere ahondar en el desafecto con las políticas de Sánchez contra la región, pero especialmente la designación de un candidato procesado por el caso de David Sánchez, por presunta prevaricación administrativa y tráfico de influencias en su colocación en la diputación de Badajoz. Se busca lanzar la idea de un candidato socialista a la Junta de Extremadura dependiente de Moncloa que vela por los intereses personales del presidente. Según los sondeos, Guardiola está a tres escaños de media de lograr esa independencia.

"Al PSOE le va a doler la cabeza en Extremadura" con estas circunstancias de fondo. Y con la última votación en Madrid, "le han roto la campaña a Gallardo", consideran fuentes de alto grado en el PP. La intención de Guardiola y los populares es "explicar muy bien" el escenario que deja el Gobierno en Almaraz. Ven al PSOE dirigiéndose a su pero resultado histórico en la tierra sin un candidato de garantías y con la trágica pérdida de Guillermo Fernández Vara aún de fondo, que pesa. En contraposición, los socialistas insistirán en la dependencia de Guardiola con Vox, con las negociaciones valencianas para una nueva investidura de fondo y con la sensación de unos populares sometidos.

Sánchez acusa a Guardiola de seguir la 'línea Ayuso', imitándola a costa de los intereses de Extremadura

Extremadura se coló este miércoles en el control parlamentario al Gobierno en el Congreso. Sánchez acusó a Guardiola, frente a Feijóo, de haber cedido las competencias ambientales de Gestión Forestal a Vox, y de haber dejado "sin ejecutar el 60% del dinero disponible para la prevención de incendios" como los de este verano. También de "recortes" en educación mientras bonifica 65 millones en impuestos a las rentas más altas. "Esta es la hoja de servicios de la señora Guardiola: imitar a Ayuso a costa de los intereses de su propia tierra", dijo el presidente. Feijóo, en respuesta, habló del "enchufismo" de Gallardo a David Sánchez.

Feijóo arropará a Guardiola en la campaña

Los populares, por ese 'peso' judicial, creen que Sánchez evitará en lo posible coincidir con Gallardo, para no tener "la foto". El presidente suspendió el miércoles su visita a Mérida para coincidir con él por el temporal de lluvia y viento. Feijóo se estrenará en precampaña en Lobón (Badajóz) el próximo domingo por la mañana junto a Guardiola, en el Pabellón Municipal 'Juan de Dios Ordóñez'. Será el tercer líder nacional en implicarse tras Santiago Abascal la semana pasada en Plasencia y Cáceres, y Ione Belarra, en la Feria de Apicultura de las Huerdes.

La intención de Génova es que la campaña electoral sea dual, con actos junto a Guardiola y otros rostros del PP extremeño, pero también con eventos individuales de Feijóo. El PP sabe de la importancia de empezar el ciclo electoral lo más fuerte posible, sacando músculo de cara a Castilla y León y Andalucía, y para mostrarse como alternativa ante un posible adelanto de generales al que Sánchez aún se resiste.

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