El 28 de septiembre de 2023 un perfil de X denominado 'Revuelta' avanzaba "novedades muy pronto" con un respaldo humilde de cinco likes. De fondo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, estaba apunto de ir a segunda votación de su investidura fallida mientras que Pedro Sánchez y los suyos acercaban posiciones con el independentismo para ese trámite abriéndose a la amnistía. En tan solo un mes, ese grupo estaba movilizando en la misma red las protestas contra Sánchez frente a Ferraz y el resto de sedes socialistas en toda España. Sánchez había logrado la reelección.

Desde el primer momento, el vínculo con Vox y Revuelta era claro. La entidad no estaba registrada en el listado de asociaciones del Ministerio del Interior, pero la página web a la que se invitaba a visitar desde X estaba bajo el control de la Plataforma 711, una organización estudiantil que abogaba anteriormente por la "reconquista cultural" y que se dejó ver en abril de 2022 junto a Javier Ortega Smith en un intento fallido de dar una charla en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense en Madrid. Jesús de Blas, en una entrevista en el medio de Vox y de su Fundación Disenso, La Gaceta de la Iberosfera, reconocía ese "apoyo claro" de Vox. Muchos de sus asociados habían concurrido en las elecciones municipales de mayo con Vox en localidades como Algete. El hijo del cofundador de DENAES junto a Abascal, Ricardo Garrudo, el 'chino de Vox', que ahora acompaña en Atenea a Iván Espinosa de los Monteros, era otro de ellos.

La otra gran pata tras Revuelta es la Asociación Social de Mayores (ASOMA), creada en mayo de 2022, después de la Plataforma 711 y también vinculada a Vox. De hecho, en la web del VIVA22 de Vox, se alertaba que los datos de los usuarios podían ser recopilados por terceros como esta organización. ASOMA viene funcionando como respaldo legal de Revuelta al sí estar registrada oficialmente. De hecho, todas las donaciones o solicitudes de manifestación se han realizado a través de ella.

Su presidente, Jaime Hernández, es cuñado del vicesecretario de Comunicación de Vox, Manuel Mariscal, y fue en las últimas listas de Rocío Monasterio en Madrid. Como vicepresidente figuraba Arturo González Villarroya, asesor de Vox y de Jorge Buxadé en Bruselas e hijo del exalcalde de Boadilla del Monte, Arturo González alias el albondiguilla condenado por la Gürtel. Como secretario general figura el que viene ejerciendo de dos de Mariscal en el campo de marketing digital del partido, Pablo González Gasca. La duda es en qué papel queda Gasca ahora con Vox y si el choque afecta a Mariscal dentro de Vox por ese vínculo familiar.

Esta estructura se replicó en Revuelta con Hernández, Villarroya y Gasca como los principales referentes, junto a otros perfiles dentro como uno de sus portavoces, César Pintado, director del pseudomedio HerQles que también promociona a Vox con especial dedicación a la cuestión migratoria. Empezó una continua retroalimentación en redes sociales, promoción y apariciones junto a los principales cargos de Vox que consolidaba unas juventudes del partido ajenas a la propia marca. Desde entonces, no ha habido manifestación contra el Gobierno en la que no participase Revuelta. Tampoco marco de oportunidad para ganar adeptos. Entre ellos, la dana de la Comunidad Valenciana, que ahora abre heridas tres años después entre la organización y Vox.

Un desvío de fondos como percha de la ruptura

Hace algo más de una semana, Villarroya publicaba en sus redes sociales que había abandonado Revuelta junto a un compañero, Javier Esteban. Juntos habían denunciado a la asociación ante la Fiscalía. Entre las motivaciones esgrimidas: la opacidad y las presuntas irregularidades financieras por posible desvío de fondos -se habla de 100.000 euros- de las recaudaciones por donaciones ciudadanas para las víctimas de la dana.

Nada más producirse la catástrofe, Revuelta coordinó ayuda para el transporte de alimentos y material de primera necesidad para los afectados. Se implicó en las labores de limpieza iniciales, para lo que pidió financiación. Villarroya aseguraba que parte de ese dinero se ha quedado en el bolsillo de la organización y culpaba de ello a Hernández y Gasca. Abriendo fuego entre Vox y Revuelta. Ha habido pronunciamiento similares en redes estos días, como el de la exportavoz en Cataluña, Elsa Almeda, que se marchó en marzo.

La respuesta de Revuelta no se hizo de esperar. Achacan estas acusaciones de ser "una maniobra política" por parte de Vox para apropiarse de la marca: "Revuelta ha sido objeto de intentos de injerencia por parte de personas vinculadas profesionalmente a Vox". Se niegan esas irregularidades y las atribuyen a un intento de hacer daño. "Llaman 'falta de transparencia' a algo muy distinto". "A la negativa de Revuelta a entregar documentación confidencial para ser utilizada por estructuras partidistas". "Nuestra responsabilidad es con España (...) no con negociados internos de ningún partido". Sorprende ese desmarque de Vox cuando por parte de Hernández y de Gasca hay una clara vinculación a Vox.

Al contrario de lo afirmado por Villarroya y compañía, desde Revuelta confirman que se ha destinado "la integridad" de lo recaudado por donaciones a "ayudar a los afectados" de la dana, así como -de otras donaciones- a otras causas de "movilización social patriótica". No han publicado nada en redes desde el 7 de diciembre, tras emitir un comunicado grabado, lo que evidencia el momento crítico.

Descrédito de Revuelta y aval a la teoría de control

En esta historia juegan un papel clave los audios filtrados que durante esta semana ha dado a conocer El Plural, que son previos a esa denuncia que la dinamita la falta de entendimiento. Porque se habla de esas irregularidades atribuidas a Revuelta y de que Vox quería evitar problemas judiciales; y a la vez se avala la idea de que Vox quería diluir la marca porque se le iba de las manos.

En una primera y segunda entrega Villarroya traslada a alguien de Revuelta -se intuye que a Gasca- que son conocedores de las irregularidades y que para sortear inconvenientes que salpiquen a Vox, lo mejor es disolver Asoma, y por ende Revuelta. "Jorge (Buxadé) se ha comprometido conmigo. Vox me ha dicho que muerto el perro, se acabó la rabia (...). No van denunciar ni nada". Prosigue Villarroya: "No se han pagado impuestos. Entiendo que estén mosqueados. No apruebo sus métodos, pero entiendo que son adultos quitándose un marrón de encima; que corten cabezas".

La idea de Vox es la de "mirar las cuentas", pagar los impuestos que toquen y donar el sobrante a alguna residencia de ancianos de Paiporta (Valencia). Y liquidarlo todo para evitar una denuncia o que el asunto trascienda: "Nos inventamos alguna pollada" para justificarlo. Villarroya advierte que si no se hace Vox denunciará -algo que han hecho ante la Autoridad Independiente de Protección al Informante recientemente-. Se entiende que no es buena publicidad que salte un escándalo vinculado al partido en plena ofensiva por corrupción contra el PSOE. "Si Vox es conocedor de unas irregularidades y no las denuncia, se hace cómplice", dice el asesor. "Se acabó el juego de niños, la puta broma", insta a buscar una excusa de disolución.

Abascal no quiere que exista Revuelta. No quiere que haya nada autónomo a Vox

Manuel Mariscal, vicesecretario de Comunicación de Vox, en unos audios filtrados a El Plural

La negativa de Revuelta, rechazando esas acusaciones dan lugar a la salida del denunciante y que se acuda a la Fiscalía en añadido a esa denuncia de Vox. Según publicó The Objective, Vox habría rechazado una propuesta de auditoría por parte de Revuelta para reflejar el estado de las cuentas. Se quería extinguir la entidad al no poder controlarla. Especialmente, después de la dedicación puesta en ella por sucesivos cargos como Buxadé

Esto sucede en un momento en el que Vox está muy fuerte, especialmente entre los jóvenes. Con muchos apoyando a Vox por ser la única fuerza que les representa, pero con una tendencia ideológica al alza en ese segmento de edad: el socialpatriotismo. La proliferación de un nacionalpopulismo que coquetea con simbología y términos neonazis y con ideas que en España podrían asociarse al franquismo o a la reclamaciones históricas de Falange. Y que en muchos casos cree que Vox puede quedarse corto, o que no va a saber responder a los intereses de la juventud.

Este socialpatriotismo es más xenófobo. Rompe lazos con el concepto de hispanidad por el que viene abogando Vox con entidades como Disenso, y prioriza a los nacionales tanto en servicios públicos como en vivienda. Es muy próximo a otras figuras jóvenes que han pasado por Vox y movilizaron de primera mano las protestas contra el PSOE, caso de Juan García-Gallardo. También a Carlos Hernández Quero, que comparte esas tesis en inmigración, generalizando el rechazo, pero que tiene un discurso social muy centrado en la vivienda y que sigue siendo fiel al proyecto de Vox. Es un claro ejemplo del intento del partido por hacer una cohesión intergeneracional.

Esa pelea por el poder representativo del espacio a la derecha del PP, el que está dentro del sistema al margen de otros grupúsculos neonazis, se hace notar en una tercera y cuarta filtración. Entra en juego Mariscal que pide a Villarroya "acabar con esto" por la "tranquilidad" de todos. Temen titulares de "ladrones" en medios de comunicación en el que mencionen que "Revuelta estafó a Hacienda" o que "no gastó el dinero en los valencianos" en plenos reproches a Sánchez por no implicarse en la reconstrucción tras la dana. En esas conversaciones Mariscal deja constancia de la simbiosis mantenida con Revuelta.

Mariscal asegura que la situación con Revuelta les "arrastra" a lugares muy incómodos, y que es consciente de las irregularidades con anterioridad, desde "hace dos meses" -los audios no tienen fecha-. "Lo sé por parte del propio Santiago [Abascal]. No quiere que exista Revuelta. No quiere que exista nada autónomo nada a Vox". Mariscal deja claro que el presidente de Vox quiere que todo lo que tenga que ver con las siglas salga del propio partido. No quiere satélites. Acredita Mariscal que "Abascal no es mala persona", pero si no se disuelve Revuelta, Vox irá "al choque". "Evidentemente te van a despedir si lo hay", le dice a Villarroya antes de esas acciones legales. El responsable de Comunicación de Vox lo dice desde una perspectiva de cierta vulnerabilidad, en la que se ve apartado, después de que, dice, el partido le haya quitado colaboradores o haya introducido a figuras como Álvaro Zancajo, coordinador de Comunicación.

Vox intenta desvincularse de Revuelta

Tras conocerse las denuncias y sin entrar en los audios, la posición de Vox ha sido la de desmarcarse de Revuelta pese a estar más que comprobada la retroalimentación y dependencia mutua, al menos en entre 2023 y 2024. Esta semana, preguntada en rueda de prensa en el Congreso, la portavoz parlamentaria Pepa Millán, expresó que la asociación "no forma parte de Vox". Sin embargo, desde que estalla la ola de protestas frente a las sedes del PSOE o esa colaboración frente a la dana, la cobertura del partido en redes ha sido amplia.

Hay fotografías de los miembros de Revuelta con el número dos de Vox, Ignacio Garriga, que de cara a la manifestación contra la amnistía a finales de octubre de 2023 animó a los militantes de Vox a trasladarse en los autobuses fletados por Revuelta. También participó en una protesta junto a ellos frente a la sede del PSC en Barcelona días después. En noviembre volvió a juntarse con Revuelta en unas convocatorias estudiantiles contra la amnistía en la Complutense.

Le acompañaron Gallardo y el responsable económico de Vox, José María Figaredo. Apenas dos días después, y ya en ese contexto de protestas contra el Gobierno, Revuelta publicaba una foto de Figaredo liderando una protesta de estudiantes de ICADE.

El propio Buxadé, que según Villarroya ahora abogaba por la liquidación de Revuelta, apoyó a los jóvenes en esas protestas. "Ahora mismo en Oviedo. Ni la lluvia ni el frío pararán la revuelta. #RevueltaNacional #Diciembre Nacional".

Además de la implicación en esas protestas, Vox y dirigentes de la primera fila se sumaron a celebrar la involucración de Revuelta en las labores de la dana o en esas recogida de alimentos y donaciones. Destaca que el partido ha borrado de su web un comunicado en el que destacaban que habían colaborado "activamente" con Revuelta en ese envío de ayuda material y humana a Valencia. Al final del comunicado, del 3 de noviembre de 2024, se incluye el número de cuenta de ASOMA para quien quiera colaborar económicamente. No obstante, la huella digital permite verlo aquí.

"Un puñado de jóvenes voluntarios haciendo por el pueblo lo que decenas de miles de gobernantes y enchufados no hacen. ¿Qué se podía haber logrado con todo el Estado volcado en atender a los nuestros? Gracias, Revuelta, estáis haciendo historia", promocionaba la portavoz de Emergencia Demográfica y Políticas Sociales de Vox, Rocío de Meer en X. Ella compartió los puntos de recogida de materia de Revuelta. "Enormes", los calificaba Quero en otra ocasión. Se sumó en varias ocasiones a ese reconocimiento el eurodiputado Hermann Tertsch, y el propio Abascal.

Ahora en su denuncia particular Vox señala la incongruencia de la actividad de ASOMA, destinada a la tercera edad tal y como reflejaba una web deshabilitada, y la juvenil de Revuelta. Sus fines "no se compadecen en nada (más bien, casi son contradictorios) con los fines y actividades de la inexistente Revuelta. Vox apunta a que esa diferenciación y que en lugar de Revuelta sea realmente ASOMA quien operaba económicamente un posible origen de presuntas irregularidades, de ser estas así.

Las tensiones con Revuelta quedan reflejadas por la ausencia de cargos relevantes de Vox en la manifestación convocada el 29 de noviembre en Ferraz en paralelo a la del PP en el Templo de Debod contra la "corrupción del Gobierno".