Ni medio síntoma de desmoronamiento emocional. Ni medio titubeo. Todo lo más, la mirada caída, el tecleo puntual en el Mac metalizado que llevaba abierto y a pocos centímetros de él, el jugueteo con las gafas, algún garabateo perdido. Santos Cerdán, el todopoderosísimo secretario de Organización del PSOE hasta el pasado 12 de junio, mostró entereza, cachaza, una serenidad apabullante, como si no hubieran pasado cinco meses de prisión por él. Un poco más delgado que antes de poner un pie en Soto del Real, por ser justos. Desafiante, se acogió a su derecho a no declarar pero no calló del todo, porque sí negó todas las acusaciones que pesan sobre él y se aferró a su tesis de que todo es una conjura montada contra él, de que él es una víctima del "Estado profundo", de que se le persigue con "conjeturas parciales" sin sustento probatorio como si fuera "la Inquisición".

El paso de Cerdán por la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, este miércoles, 17 de diciembre de 2025, dos horas y media, no arrojó más datos ni más indicios. Sí una golosa imagen a escasos cuatro días de unas elecciones, las extremeñas, en la que el PP saca varios cuerpos de ventaja al PSOE, según las encuestas, y una declaración victimista de quien fue mano derecha del presidente, Pedro Sánchez, durante años. Pero su puesta en escena impactó a sus excompañeros de partido. Estaba delante de sus ojos, por primera vez desde que entró en la cárcel el 30 de junio, desplegando una discutible estrategia de defensa, quien lo fue casi todo para ellos. Su jefe orgánico. El mandamás del partido desde que en julio de 2021 le cedió las riendas de la Secretaría de Organización José Luis Ábalos —ahora es él el que está entre rejas, junto a su exasesor Koldo García—, de quien había sido su número dos desde 2017.

Ábalos es un jeta, un jeta putero... y le podías ver venir. Pero Santos es peligroso a oscuras y en el callejón, porque esa templanza... la Virgen", observa un mando territorial

"Una sangre fría acojonante", describía un miembro de la cúpula parlamentaria socialista y de la dirección del partido. Otros cargos se confesaban "flipados" con su parsimonia a la hora de tejer un relato plagado de mentiras, por los indicios que el avance de la investigación judicial ha acumulado en su contra. "Es un Dreyfus [víctima de una conspiración] o es un psicópata. Ábalos es un jeta, un jeta putero... y le podías ver venir. Pero Santos es peligroso a oscuras y en el callejón, porque esa templanza... la Virgen", plasma un mando territorial.

Cerdán ha pasado de ser defendido por (casi) todos, hasta por el presidente del Gobierno hasta el último día —hasta ese 12 de junio en el que trascendió el demoledor informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil—, a quedarse solo. Totalmente solo. A diferencia de lo que ocurrió el 30 de abril de 2024, cuando compareció ante la comisión Koldo del Senado por primera vez, esta vez ingresó en la sala Clara Campoamor sin compañía, más allá de la de su letrado, Jacobo Teijelo. Él, de hecho, llegó con un cuarto de hora de antelación, que soportó ante el objetivo de los reporteros gráficos. Los senadores socialistas, encabezados por su portavoz en la comisión, el vasco Alfonso Gil, a su vez número dos de su grupo en la Cámara alta, entraron a la hora de arranque, a las 10. "Mejor solo que mal acompañado", espetó a la representante de UPN, María del Mar Caballero. No necesita el "apoyo de nadie". "Tampoco he pedido que me apoyen", continuó, para advertir de que fuera sí le respalda y le cree "muchísima gente".

Cerdán se dijo dolido con el PSOE: "Mejor solo que mal acompañado. Todo el mundo me ha dado la espalda. Pero no necesito que me acompañe nadie"

Después regresó sobre sus pasos, cuando le interpeló el senador del PP Gerardo Camps:

—Es evidente que he entrado solo. No me hace falta nadie para entrar. Y está claro que estoy solo, que todo el mundo me ha dado la espalda. Pero, para defender mi inocencia, no me hace falta que me acompañe nadie.

Cerdán negó ser el cabecilla de ninguna trama, negó ser poseedor del 45% de las acciones de la mercantil Servinabar, negó haber tenido relación con la fontanera Leire Díez —para la que, significativamente, sí pidió respeto— o con el comisionista Víctor de Aldama, negó haber participado en la adjudicación de obras públicas. Todo ello pese a los indicios que obran en la causa.

Los audios y la IA

Y cuestionó una y otra vez la veracidad de los audios de Koldo que motivaron su imputación y que le incriminan, y para ello señaló repetidamente que "los peritos de la Guardia Civil dijeron al juez instructor [del Tribunal Supremo] que no pueden avalar la autenticidad" de esas grabaciones, cuando lo que ocurrió es que dos agentes admitieron que en el plano teórico existiría la posibilidad de introducir modificaciones en los audios tirando de inteligencia artificial, aunque ellos no habían detectado ninguna traza de manipulación en su análisis. Negó "rotundamente" que el PSOE se hubiera financiado ilegalmente durante su etapa al frente del partido, igual que negó que hubiera irregularidades en las primarias de 2017, en las que Sánchez conquistó por segunda vez la secretaría general. A quien sí defendió fue a su mujer, Paqui Muñoz, que "no tiene nada que ver" con el caso. Para ella también pidió "respeto".

El portavoz socialista, Alfonso Gil, optó por no preguntar, pero sí le lanzó no un "reproche penal", que corresponde a los tribunales, sino "ético"

El portavoz socialista, Alfonso Gil, no le preguntó. "Usted y yo somos viejos conocidos. Entre otras cosas, porque yo era secretario de Organización del Partido Socialista de Euskadi y usted era secretario de Organización del Partido Socialista de Navarra. Por lo tanto, nos podemos mirar a los ojos diciéndonos lo que pensamos, que es lo que yo voy a hacer hoy aquí. Digo esto porque usted va a entender mejor que nadie que hoy estoy haciendo una de las intervenciones más difíciles de mi vida", reconoció Gil. Le recalcó que hay "muchos militantes y muchos votantes defraudados con todo lo que está saliendo", le respetó su derecho a la presunción de inocencia, y le dijo que no le haría un "reproche penal", porque eso "se lo tiene que hacer un tribunal", pero sí un "reproche ético". Porque "hay situaciones" que los ciudadanos, los militantes, los votantes socialistas "no entienden" y que necesitan "una explicación".

—Termino con una frase de un amigo —concluyó Gil—. Un amigo mío y creo que también suyo, Alfredo Pérez Rubalcaba [...]. Alfredo dijo aquello de si no vives como piensas, acabas pensando como vives

—Me alegro de que vuelvan a repetir lo de la presunción de inocencia. Se les ha olvidado la presunción de inocencia durante muchas declaraciones que han hecho. Solo les pido que abran los ojos —y entonces Cerdán lanzó una sentencia amenazante, retadora—. Sobre el reproche ético que me hace, hágase usted una pregunta: si usted está en condiciones de hacerme a mí un reproche como el que me ha hecho.

Me ha parecido indecente por su parte después de que Alfonso lo trató con respeto y podía haberle dicho de todo", señala un miembro de la cúpula. "Es una reacción de despecho", agrega otro

"Me ha parecido indecente por su parte después de que Alfonso lo trató con respeto y podía haberle dicho de todo. Es obvio que defendemos su presunción de inocencia como la de cualquiera pero entiéndanos a los que estamos en un partido al que usted ha representado y que ahora está siendo vilipendiado por todo esto", protesta un miembro de la ejecutiva de Sánchez. Otros cargos consultados se indignaron con el ataque inopinado a Gil. "Ha ido directo a su mandíbula. Eso sí suena a amenaza, pero contra él", apunta otro alto mando de la dirección federal. "Es una reacción de despecho, una forma de decir 'lecciones de ética a mí no me dais', de intentar parecer él limpio", rubrica otro integrante del estado mayor del PSOE.

Gil, 58 años, exconcejal (2007-2015) y exteniente de alcalde en Bilbao (2015-2022), senador autonómico desde 2022, secretario general del Grupo Socialista en la Cámara alta, es un dirigente muy respetado en el conjunto del partido, rotulado por sus compañeros como un "buen tipo". Y por eso sentaron mal las palabras desafiantes que le envió Cerdán: "Me dolió por Alfonso, porque no se merece esto y este miércoles era un día duro para él", señala un miembro de la dirección que conoce bien al exsecretario de Organización. "Coincido con la impresión de que mostró una sangre fría tremenda. Y pobre Alfonso...", añade una compañera dirigente de Ferraz.

Una comisión convertida en "circo"

El senador admite que fue voluntario no formular preguntas a Cerdán. Porque los socialistas no se las han hecho a los distintos comparecientes —ya han desfilado 98— porque la comisión "no sirve más que para enredar en una estrategia que el PP tiene con el objetivo de acabar con el Gobierno progresista y Sánchez como presidente", dijo él mismo en Hora 25, en la SER.

"El PSOE ya decidió que esta comisión no valía para nada, no ha determinado nada, ni va a determinar nada, es un circo", indican desde la cúpula socialista en el Senado. Gil achaca la invectiva de Cerdán a su estrategia de defensa y a su futuro judicial más que complejo. Y asegura que ni el PSE ni él mismo tienen "nada" raro por lo que pueda apuntar el ex número tres. "El PSOE y el PSE son limpios en nuestra financiación", rubricó ante el periodista Aimar Bretos. En definitiva, que el aviso de Cerdán responde a la "desesperación" de su situación. Pero intolerable para sus compañeros.

Se confirma una vez más que Santos es como Doctor Jekyll y Mr Hyde. Esa frialdad. Esa forma de aceptar el soporte de Junts... Pero nosotros no hemos ido a defenderlo", resumen en el grupo

El exsecretario de Organización dejó "flipado" al que era su partido. "Todos alucinamos", en palabras de un miembro de la dirección del PSOE. "Se confirma una vez más que Santos es como Doctor Jekyll y Mr Hyde. Esa frialdad. Esa forma de aceptar el soporte de Junts... Pero nosotros no hemos ido a defenderlo. Y hemos asumido responsabilidades políticas. Él ya dejó de ser secretario de Organización, no es diputado en el Congreso, ni es nada. No hemos sido blandos o indulgentes con él: hemos hecho un reproche ético, porque el penal se lo tendrá que hacer el Supremo", esgrimen en la jefatura del grupo en la Cámara alta.

La referencia a Junts no era gratuita. Porque Cerdán prácticamente asumió el lenguaje independentista y su obsesión por el lawfare. Afirmó que "a raíz" de una reunión de líderes de Vox con miembros de la Guardia Civil en un cigarral de Toledo el 2 de abril de 2021 "se iniciaron todas las causas" contra él, señaló a una operación de los bajos fondos del Estado cuando le preguntó explícitamente el portavoz de los posconvergentes, Eduard Pujol. "¿Podríamos estar delante de un nuevo embrollo salido en parte, aunque sea en una pequeñísima parte, de las peores cloacas del Estado?", le lanzó. "Yo les invito a que analicen cómo se ha podido llegar a esos audios y si se han manipulado o no. Pueden crear una comisión de investigación y les llevará, seguramente, a la conclusión que usted está diciendo", respondió. Y agregó que su reunión con Carles Puigdemont en Bruselas, el 30 de octubre de 2023, la que serviría para encarrilar la investidura definitivamente, "marcó un antes y un después" en su vida. "Todo cambió después de esa foto".

Junts le sirvió en bandeja la presunción de que algo puede proceder de "las cloacas del Estado". ERC sí se cree que tiene el 45% de Servinabar

Con el senador de ERC Joan Queralt la cosa no fluyó tan bien. Este le recordó, entre otras cosas, que no cuela que diga que no se materializó el traspaso del 45% de Servinabar a su nombre porque no hay escritura pública. El contrato de sociedad, explicó Queralt, penalista de profesión, es uno de los contratos consensuales, de los que "se perfeccionan con el consentimiento", con un apretón de manos. "El papel, firmado o no, no es más que la prueba del contrato. Una cosa es el contrato y otra es su documentación o su prueba, que tendrá más o menos efectos ante terceros. Pero [...] yo sí creo que hay esa cesión de acciones".

"Un ser herido, y muy peligroso"

"Se ha pasado toda la comparecencia hablando de platillos volantes. Las cloacas del Estado, una conspiración contra él. Brutal", resumían en la dirección parlamentaria socialista. "Yo, si soy inocente, seguro que lloro y me vengo abajo varias veces, aunque intente aguantar la compostura... No hay un patrón, pero lo de este es digno de estudio. Ha sido la hostia. O es un Dreyfus o es un psicópata", expone un mando territorial muy conocedor del aparato. "No es que se crea su mentira. Es que miente, porque es un psicópata. Es un estilo chabacano, de política de bajo nivel. Enriquecimiento personal. Santos no se puede entender sin Ábalos. Es un clan que llega, que es mediocre, que es útil a nivel de fontanería orgánica y corrupto a la hora de gestionar lo público", apuntala un integrante de la ejecutiva de Sánchez. "Es un ser herido, y muy peligroso", afirma una veterana dirigente. Una prominente responsable del puente de mando de Ferraz asegura no esperar "nada de ese hombre, así que "lo mejor es que esté fuera del PSOE".

No es que se crea su mentira. Es que miente, porque es un psicópata. Es un estilo chabacano, de política de bajo nivel. Enriquecimiento personal", indica un mando de la dirección de Sánchez

Cerdán, ciertamente, no disparó al que era su partido, ni a Sánchez. Al repetir que con él a los mandos no hubo financiación irregular también ayudaba al presidente. Pero amenazó y dejó recados para los que hasta hace seis meses se cuadraban ante una orden suya. Las dos horas y 37 minutos que el exsecretario de Organización mantuvo de pulso con sus señorías reabrieron una herida muy profunda en el PSOE. Su caída convulsionó al partido, hundió al jefe del Ejecutivo, le hizo plantearse dar un paso atrás, provocó que el Gobierno se tambalease. Nadie se esperaba un golpe de ese calibre, con indicios tan escalofriantes como los descritos por la UCO y aseveraciones tan contundentes como las sostenidas por el instructor, el magistrado Leopoldo Puente, y la Fiscalía Anticorrupción. Nadie parecía ver que aquel hombre seco, adusto, aparentemente austero, era el presunto líder de una trama corrupta. Él lo niega todo, pero ni su partido ni Sánchez le creen.

"Contundencia contra la corrupción, desde el primer momento. Es el tiempo de la justicia. Y él, cuanto más lejos, mejor", se limitan a expresar fuentes oficiales de Ferraz. Cerdán no tiene carné del PSOE, pero sigue siendo una de sus peores pesadillas. Y por mucho tiempo.