El municipio almeriense de Níjar recuperará los festejos taurinos el próximo 2 de agosto con una corrida en la pedanía de Campohermoso, poniendo fin a un paréntesis de 13 años sin actividad taurina. La plaza acogerá a los diestros Sebastián Fernández, Sánchez Zambrano y Jesús de Almería, quienes lidiarán reses de la ganadería aún por especificar, en un evento organizado por Alhambra Tauro Ganivet. 

Según informa Europa Press, el regreso, impulsado por el alcalde del PP José Francisco Garrido, se enmarca en un debate entre tradición y derechos animales que ha polarizado a la sociedad nijareña.

La última corrida en Níjar data de 2012, cuando el gobierno local de IU-PSOE prohibió los espectáculos con animales por considerarlos "incompatibles con la protección animal". Garrido, en contraste, defendió la medida como un acto de "libertad cultural": "Respetamos a quienes no comparten la tauromaquia, pero exigimos el mismo respeto para los aficionados"

El edil citó a Federico García Lorca durante la presentación del cartel, subrayando el toreo como "patrimonio poético vital español, mientras el torero local Jesús de Almería destacó la "emoción histórica" de reactivar una tradición interrumpida.

El evento, programado a las 18:30 horas, servirá también como termómetro del apoyo social a la fiesta nacional en un contexto de declive. Según estudios, la tauromaquia genera 400 millones anuales en entradas y sustenta sectores como hostelería y turismo, aunque en Níjar su impacto dependerá de la afluencia de visitantes a Campohermoso, núcleo de 9.833 habitantes. 

La empresa organizadora confía en llenar el coso, aprovechando la curiosidad por el reestreno y la participación de figuras emergentes como Zambrano.

La polémica persiste: colectivos animalistas ya anuncian protestas, mientras defensores alegan que los toros "dinamizan economías rurales". El consistorio, por ahora, evita pronunciarse sobre la continuidad anual del evento, centrado en garantizar un debut sin incidentes.

Con este acto, Níjar se reintegra al mapa taurino andaluz, donde plazas como Almería capital mantienen ferias con rituales únicos, como la merienda entre toros. La cita del 2 de agosto marcará no solo el futuro de los toros en la comarca, sino la capacidad de diálogo entre tradición y progreso en la España rural.