El final del verano se acerca y, con ello, la temporada de Fuentes de los Jardines del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, en La Granja de San Ildefonso, también llega a su fin. Como cada 25 de agosto, esta famosa localidad segoviana celebra su patrón, San Luis, con el espectáculo de sus 'Fuentes Monumentales'.

Esta jornada servirá de antesala al encendido de la fuente Los Baños de Diana el sábado 28 de agosto, cuando se pondrá punto y final a la temporada; tras ya haber celebrado este mismo evento el 30 de mayo por San Fernando y el 25 de julio por Santiago.

Como consecuencia de la situación provocada por el Coronavirus, este año el evento tendrá lugar con un aforo reducido. Desde Patrimonio Nacional informan que 577 pases gratuitos se pondrán a disposición de los visitantes de los Jardines del Palacio Real a partir de las 11:00 h. del miércoles. Para su adquisición, únicamente se deberán solicitar en la taquilla próxima a la puerta de entrada a las zonas verdes del complejo palaciego.

Las siete principales fuentes de los Jardines se irán encendiendo de forma sucesiva a partir de las 17:30 h. El espectáculo de dos horas de duración comenzará con la puesta en marcha de La Selva, a la que le continuarán La Carrera de Caballos, El Canastillo, Las Ocho Calles, Las Ranas, Baños de Diana y La Fama. Además, con carácter excepcional el Palacio Real de La Granja abrirá mañana de 10:00 h. a 19:00 h. A partir de las 15:00 el acceso será gratuito para los visitantes.

La Granja de San Ildefonso, el lugar preferido de Felipe V

La belleza que posee el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, junto con el perfecto estado de conservación y la historia que recogen no solo el Palacio, sino también su Colegiata, la Casa de los Infantes o la Casa de los Oficios, llevó al municipio segoviano a ser declarado conjunto Histórico Monumental a principio de los años 80.

Su utilización como espacio de ocio monárquico tuvo sus orígenes con el reinado de Enrique IV durante el siglo XV. Su localización en la Sierra de Guadarrama convertía a este lugar en un interesante punto de caza para el rey, quien mandó construir en la zona un albergue y una ermita dedicada a San Ildefonso. De acuerdo a la página web de Información Turística de Segovia, estos terrenos fueron «donados unos años más tarde por los Reyes Católicos a los Monjes Jerónimos de El Parral de Segovia. Los monjes construyeron una hospedería y una granja, que es la que dio nombre a la localidad».

Sin embargo, si hoy La Granja de San Ildefonso goza del prestigio y encanto por el que es conocida es gracias a Felipe V, el primero de los Borbones en gobernar España. El rey francés se enamoró perdidamente del paraje segoviano en 1717 y decidió que esta localidad se convertiría en su lugar de retiro. De acuerdo a Patrimonio Nacional: «tal fue el 'flechazo'» del monarca «que decidió levantar allí un palacio y unos jardines adornados con esculturas y fuentes que le recordaran su infancia en la corte francesa de su abuelo Luis XIV».

Los Jardines del Palacio Real, referentes españoles de las tendencias europeas

En este afán de Felipe V de convertir La Granja en un espacio personal y propio, el diseño de unos espectaculares jardines se presentaba como un punto primordial para el rey. Estos espacios verdes, a los que el monarca dio incluso mayor importancia que a la construcción del propio Palacio, fueron diseñados por el arquitecto René Carlier y creados por los escultores René Fremin y Jean Thierry, y el jardinero Esteban Boutelou. Estos tres profesionales franceses se hicieron cargo de dar forma a los jardines tras la muerte de Carlier en 1722.

Las 164 hectáreas de espacio abierto que conforman gran parte de la antigua residencia monárquica supuso una de las mayores contribuciones del Borbón a la historia de los jardines del país. Tal y como explican desde Patrimonio Nacional, estos puntos verdes palaciegos «son el mejor ejemplo en España de jardín a la formal a la francesa, una modalidad que empezó a difundirse por toda Europa a finales del XVII, a raíz de la popularidad de las creaciones que el jardinero francés, André Le Nôtre, realizó para Luis XIV, el famoso “Rey Sol”».

Entre la vegetación que se plantó para adornar los jardines - como tilos, secuoyas o castaños - destaca el uso de las grandes fuentes que ornamentan el paisaje de los alrededores del Palacio, que hoy hacen las delicias de los visitantes de La Granja.

Las abundantes lluvias en la montañosa zona donde La Granja se encuentra ubicada, así como los efectos del deshielo en las primaveras hicieron más que propicia la instalación de estas fuentes, cuyos juegos de agua pueden llegar incluso a alcanzar los 40 metros de altura.

Jean Thierry, René Frémin, Dumandré o Pitué fueron algunos de los escultores de las 27 fuentes de carácter mitológico que hoy se encuentran repartidas por los Jardines. Desde Patrimonio Nacional recuerdan que estos surtidores de agua, «realizados en plomo para ser pintados imitando bronce y mármol, y las estatuas de mármol, forman el conjunto escultórico de mayor riqueza y el mejor conservado de su época».