El PSOE de Castilla y León admite el impacto del caso Javier Izquierdo y reta a Mañueco a que gobierne la lista más votada

El secretario autonómico del PSOE de Castilla y León y candidato a la Presidencia de la Junta, Carlos Martínez, ha reconocido este jueves que las circunstancias que han rodeado la salida de la política del senador por Valladolid Javier Izquierdo han afectado a la organización regional, aunque ha asegurado que no le constan denuncias por casos de acoso en el PSOE autonómico.

“No podemos entender que somos una burbuja, todo nos afecta directísimamente”, ha afirmado Martínez al ser preguntado por la repercusión en el partido de los casos de acoso que se están conociendo a nivel nacional. El dirigente socialista ha admitido que el impacto del caso Izquierdo en Castilla y León aún es incierto y ha señalado que el PSOE autonómico se ha sumado al expediente informativo abierto por la dirección federal para ponerse a su disposición y trasladar “la poca o la nada” de información de la que disponen en este momento.

Martínez ha reiterado que el feminismo es uno de los pilares de su proyecto político, junto al clima y la ciudadanía, y ha advertido de que los casos conocidos reflejan “lo enraizado que está el machismo en la sociedad”. Al mismo tiempo, ha pedido que esta situación no eclipse el resto de problemas de la Comunidad ni sirva, a su juicio, para que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, evite rendir cuentas.

Un "pacto entre caballeros"

En ese contexto, ha reprochado al jefe del Ejecutivo autonómico que no haya buscado un acuerdo sobre el Proyecto de Ley de atención integral a las víctimas de violencia de género, retirado en el último momento de su tramitación parlamentaria. Según Martínez, la retirada respondió a una estrategia “amarrategui” ante la posibilidad de tener que rectificar tras las próximas elecciones. “Si no tuvo a bien descolgar el teléfono en el momento más complicado por la crudeza de los incendios, imagínate para otra cosa”, ha añadido, al tiempo que ha acusado a Mañueco de estar “cómodo en su burbuja”.

En el tradicional encuentro navideño del PSOE de Castilla y León, Martínez también ha retado públicamente al presidente autonómico a sellar un “pacto entre caballeros” para que gobierne la lista más votada en las próximas elecciones autonómicas, con el objetivo de actuar como “cortafuegos” frente a Vox. El candidato socialista ha defendido la necesidad de dejar claras las reglas del juego antes de la cita con las urnas, cuya fecha límite es el 15 de marzo de 2026, y ha subrayado que quien debe aceptar el envite es “quien va de ganador”.

Martínez ha recordado los dos años en los que Vox ha formado parte del Gobierno autonómico y ha advertido de que el PP podría guardar silencio ahora para exigir después que gobierne la lista más votada. “Las mayorías absolutas ya se le han acabado al PP”, ha augurado, antes de reclamar un cambio político en una Comunidad que encadena cerca de 40 años de ejecutivos populares.

Los kilómetros de Martínez

El líder del PSOE autonómico ha expresado su “plena confianza” en la ciudadanía y ha planteado las próximas elecciones como una disyuntiva entre prolongar el actual ciclo político o “girar el volante de forma definitiva a la izquierda con políticas diferentes”. Ha reconocido, no obstante, que el contexto internacional, europeo y nacional genera un “impacto muy negativo” y contribuye al desapego hacia la política y al deterioro de la democracia.

Martínez ha situado de nuevo el feminismo, el clima y la ciudadanía como ejes de su proyecto y ha llamado a la unidad interna del partido, con listas elaboradas “con libertad” por las ejecutivas provinciales y un trabajo conjunto “con la camiseta de Castilla y León”. Ha pedido a los suyos empatía entre territorios y ha insistido en que su propuesta “no es una guerra de guerrillas”, sino un proyecto colectivo.

Desde que fue designado secretario autonómico el pasado mes de febrero, Martínez asegura que ha recorrido más de 177.000 kilómetros, lo que, según ha señalado, le ha permitido mantener una “escucha importantísima” de las necesidades de los ciudadanos, especialmente tras un verano marcado por los incendios. En ese contacto directo, ha afirmado haber detectado la demanda de un “revulsivo” en la Junta y de romper lo que ha definido como una “esfera de invisibilidad” de la Administración autonómica. “Cuando te reúnes con la gente ves que jamás espera nada de la Administración autonómica por esa invisibilidad que hoy por hoy hay en la Junta”, ha concluido.