"Hemos acordado la entrada en fase de emergencia para todos los municipios del sistema Ter-Llobregat" ha anunciado este jueves el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. El president ha destacado que Cataluña afronta "la peor sequía del último siglo". Pese a esto, las medidas adoptadas por el Govern desde septiembre de 2021 "han permitido retrasar la entrada en emergencia 15 meses" ha asegurado Aragonès.

La Comisión Interdepartamental de Sequía se ha reunido este jueves para acordar la entrada en estado de emergencia para el sistema Ter-Llobregat. Con esta decisión, que será efectiva a partir de este viernes, un total de 239 municipios catalanes se encuentran en estado de emergencia; los 202 de este sistema y los 37 municipios dependientes del Fluvia-La Muga y el embalse de Darnius que llevan ya meses en fase de emergencia.

Con la entrada en vigor del estado de emergencia, el consumo de agua se reduce a 200 litros por habitante y día de media, y se recomienda un consumo en los hogares de 90 litros por persona. Además se reduce en un 85% el agua para usos agrícolas y ganaderos, y un 25% para los usos industriales y recreativos. Se prohíbe el riego de jardines e instalaciones deportivas, excepto los de deporte federado, así como rellenar piscinas públicas o privadas, con la excepción también de las de uso federado.

Embalses por debajo del 16%

Los embalses de las cuencas internas de Cataluña han descendido hasta el 16% de su capacidad, el mínimo fijado por el Decreto de sequía para decretar el estado de emergencia, el más grave. La declaración de emergencia afecta al sistema Ter-Llobregat, que abastece a 6.000.050 personas y 202 municipios de las provincias de Barcelona y Girona

Con las reservas actuales de agua, 100 hm3, Barcelona y Girona tienen el abastecimiento garantizado para 15 meses, aunque tanto Aragonès como el conseller David Mascort se han negado a hacer previsiones a largo plazo. "Es muy difícil prever que en 15 meses no caiga ni una gota" ha apuntado Mascort, quien ha asegurado que "seremos capaces de seguir produciendo agua" y por tanto "estamos seguros" de que las reservas de agua "van a durar más de 15 meses".

De hecho, desde el Govern destacan que las medidas implementadas desde septiembre de 2021 han permitido pasar del 15% de agua regenerada y desalinizada a un 55% del agua consumida de ese origen. Es decir, más de la mitad del agua consumida en el área metropolitana de Barcelona ya no procede de los embalses.

Agua en barcos

Aun así, la Generalitat es consciente de que esos recursos son insuficientes ante la falta de lluvias, y las obras previstas -ampliación de la desalinizadora del Tordera y una nueva en el Foix, y ampliación de la depuradora del Besós- no llegarán a tiempo para paliar la crisis actual.

Por ello Gobierno y Generalitat trabajan ya para transportar agua en barcos al puerto de Barcelona, ha asegurado Mascort, que el próximo lunes se reunirá con la ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, en Barcelona para abordar la crisis. Mascort ha asegurado que la colaboración con el Gobierno en este tema es total.

No al trasvase del Ebro

Por contra, Mascort ha rechazado tajantemente la opción de un trasvase del Ebro para paliar las restricciones en Barcelona, una medida que reclaman insistentemente los colegios de Ingenieros de Caminos, Industriales, Agrónomos y Economistas. El conseller se reunió este martes con el colectivo que defiende un "mini-trasvase" entre la red de Tarragona, ya conectada con el Ebro, y la de Barcelona.

Un encuentro del que salió sin moverse de su negativa a esta solución. "Esta esta interconexión no es solución para la sequía de hoy" ha defendido Mascort, apuntando que la infraestructura no estaría lista hasta verano 2025 y "la solución para el futuro es el plan de gestión" diseñado por el Govern, que pasa por más desalinizadoras y depuradoras. "Si ahora estamos produciendo 200 hm3 y con todas las obras previstas y con más eficiencia generaremos otros 200 hm3 más, seremos capaces de producir 400 hm3 como país" argumenta el conseller para rechazar el trasvase, cuya infraestructura estaría lista antes de que se completen las nuevas instalaciones proyectadas por la Generalitat.