"Más largo que las obras de la Sagrada Familia". Cualquiera que haya residido en Barcelona o sus aledaños habrá hecho suya esta expresión para consignar un proyecto aparentemente inabarcable. Pero incluso la basílica de la Sagrada Familia tiene ya fecha de finalización: 2034. Una década es el plazo que se da la Junta Constructora para completar la "verticalidad" del templo. En otras palabras, para ese año confían en completar la Fachada de la Gloria en vertical.

Otra cosa que saber qué sucederá con la gran escalinata proyectada en su día por Antoni Gaudí. Una portada que exigiría derruir las viviendas construidas frente al templo a mediados del siglo pasado, teóricamente con un permiso de suelo de 50 años, que ya se han completado. El Ayuntamiento de Barcelona tendrá la última palabra en el litigio entre el templo y los vecinos de esas viviendas. Litigio que se mantiene abierto.

"Tenemos la ilusión de que en diez años podremos acabar la parte constructiva, la verticalidad"

Por eso el presidente delegado del Junta Constructora de la Fundació Sagrada Familia, Esteve Camps, afirmaba este miércoles que tienen la "ilusión" de terminar la obra en 10 años, pero todo dependerá de las negociaciones y permisos de la administración. "Tenemos la ilusión de que en diez años podremos acabar la parte constructiva, la verticalidad", explicó en una comparecencia en la que también dio cuenta de que el templo ha vuelto a cifras de visitantes, e ingresos, que rozan los de los años previos a la pandemia.

"Como herederos" de Antoni Gaudí, argumentó Camps, "nuestra voluntad es seguir el proyecto tal y como él lo dejó escrito", esto es, sin renunciar a la escalinata sobre la calle Mallorca de la fachada de la Gloria. "Seguro que si nos sentamos a hablar y hay diálogo habrá un acuerdo", concluyó Camps frente a un cartel con el lema "T'acabarem" (Te acabaremos).

Capilla Asunta y Torre de Jesús para 2025

Desde la junta constructora sí dan su "compromiso" de que en el año 2025 se habrán terminado los trabajos de la capilla de Asunta, la parte de la calle Provença, y de la Torre de Jesús. "Podemos comprometernos a eso porque tenemos tanto los permisos como los materiales", ha señalado Camps, quien ha añadido que la voluntad sería llevar a cabo la inauguración oficial de ambos espacios en 2026, cuando se cumplirán 100 años del fallecimiento del arquitecto.

A partir de la finalización de la zona de calle Provenza, han apuntado, "todos los efectivos" se podrán dedicar a la fachada de la Gloria, la gran parte pendiente y la más controvertida, por afectar a viviendas.

Aunque no ha dado detalles de las negociaciones con la administración local, Camps ha apuntado su "gozo" porque el alcalde haya visitado ya la basílica "para interesarse" por el estado de las obras y se hayan emplazado a futuras reuniones. Una visita que augura una relación más plácida que la de Ada Colau con la Junta Constructora de la basílica. Cuando llegó a la alcaldía, la líder de los comunes desempolvó el expediente de la Sagrada Familia para reclamar a la Junta el pago de permisos de construcción, que los primeros promotores no pagaron porque entonces los terrenos no pertenecían a Barcelona, sino a Sant martí de Provençals.

Más de 4,7 millones de visitantes anuales

Más allá del proyecto arquitectónico, la Junta ha acreditado este lunes los buenos números de la Sagrada Familia. En 2023 hubo un incremento de visitantes del 24,5 % respecto a 2022, esto es, casi un millón de visitantes más de un total de algo más de 4,7 millones que disfrutaron del templo.

Detrás de este incremento, "que ya se acerca" a cifras pre pandemia, está el regreso de los visitantes asiáticos, especialmente de Corea del Sur (un 5,6 % del total), si bien la nacionalidad que más visitó el templo fue la estadounidense (19,4 %). Los de EEUU superaron incluso al porcentaje nacional. Los españoles suponen el 14,6 % de quienes visitaron la basílica en 2023.

Según las conclusiones del balance 2023, el perfil medio del visitante es una mujer de entre 40 y 60 años con estudios universitarios que llegó a Barcelona en avión con su familia y visita por primera vez la capital catalana.