Carles Puigdemont solo regresará a España para el debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. No lo hará antes, buscando un golpe de efecto que le permita completar la recuperación de Junts que auguran las encuestas hasta vencer al socialista Salvador Illa en las urnas el próximo 12M. Pero tampoco renunciará a es retorno en el caso de que el debate de investidura se produzca con la Ley de amnistía recurrida ante el Tribunal Constitucional o el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El candidato de Junts ha asegurado este martes que no faltará a ese debate, incluso en el caso de que se convoque una sesión de investidura sin un candidato claro. "Quizá haya una detención, pero la justicia no podrá impedir mi investidura, ya no podrá interferir el proceso parlamentario, ya no podrán impedir que el Parlament tome decisiones".

Puigdemont ha asegurado, en el ciclo de comparecencias organizado por Efe, que lleva "seis años planeando el regreso" y han tenido en cuenta todas las opciones. Ha recordado que con la Ley de amnistía aprobada, algo que se prevé después de las elecciones, pero antes de que se convoque el debate de investidura, la propia ley fija que incluso recurrida se deben levantar las medidas cautelares dictadas por la justicia, lo que incluiría las órdenes de detención en su contra.

Iré a la primera sesión de investidura y que decida la justicia española si me tiene que encarcelar

Carles Puigdemont

Pero también ha reconocido el margen de actuación de la justicia. "Las cautelares se pueden dejar sin efecto y retirar en un plazo de dos meses, si no lo han hecho en la primera sesión de investidura yo iré y que decida la justicia española si me tiene que encarcelar, pero no podrá impedir mi investidura si soy candidato" ha asegurado.

Con la misma contundencia ha descartado "rotundamente", un regreso antes del fin de campaña para decantar el voto. "No he estado seis años defendiendo que esta institución ha de combatir la extradición como para al final poner el concepto del retorno de la institución al servicio de una estrategia de partido, aunque sea el mío". Puigdemont ha reconocido que "se especula" con esta posibilidad, "pero no la contemplo".

Veto a la CUP en el Govern

Puigdemont ha insistido además en que su propuesta de Govern pasa por reeditar la mayoría independentista en el Parlament, aunque los partidos secesionistas no revaliden la mayoría absoluta. Pero ha descartado la entrada de la CUP en un futuro ejecutivo. "No veo a la CUP entrando en mi Govern, no les hare oferta para entrar, la conversación duraría segundos".

Junts ha completado en esta campaña su retorno al centro derecha en ámbitos como la economía, la inmigración o la seguridad, que los sitúan en las antípodas de los antisistema. También de buena parte de las iniciativas aprobadas por los gobiernos del propio Puigdemont o Quim Torra.

Sin embargo, Puigdemont se ha mostrado convencido de que "el objetivo nacional" de la independencia se impondrá a las "diferencias ideológicas" para reeditar un acuerdo independentista en el Parlament. Ha restado importancia además a las previsiones de los sondeos, que sitúan al independentismo por debajo de la mayoría absoluta de la que ha disfrutado hasta ahora en la cámara autonómica.

"La franja alta de las encuestas da mayoría independentista" ha apuntado, "y no creo que el independentismo pierda muchos apoyos porque caiga una formación determinada", ha añadido, aunque reconoce que el "problema" es que en esta ocasión "tenemos más competidores independentistas". En este contexto, ha abogado por intentar formar un Govern "de mayoría simple pero muy cohesionado y fuerte para sacar adelante al país" y ha insistido en que incluso en la horquilla menos favorable para sus intereses "sigue habiendo opciones de hacer Govern de obediencia catalana".