Junts se encomendará a la amnistía y ERC a sus socios de Bildu y BNG para superar las elecciones europeas del 9J. El independentismo se embarca este jueves en la segunda campaña electoral en un mes dispuesto a conjurar el fantasma de la abstención, que castigó especialmente a las opciones secesionistas el pasado 12M. Unos comicios que llegan en el peor momento de los republicanos, y pondrán a prueba un Junts sin el rostro de Carles Puigdemont en la papeleta.

Con la constitución del Parlament fijada ya para el 10 de junio, los partidos independentistas arrancan una nueva campaña electoral que servirá de nuevo barómetro sobre el agotamiento del electorado catalán. Una campaña que interfiere además, inevitablemente, en las negociaciones para escoger la nueva Mesa de gobierno del Parlament, y por tanto en el arranque de la legislatura catalana.

Puigdemont omnipresente

En el caso de Junts, los de Puigdemont afrontan la campaña como vencedores del 12M en el ámbito independentista. Pero son conscientes, aunque solo se diga en privado, que han gastado sus ases para conseguir un escuálido resultado: segundos a siete escaños del socialista Salvador Illa. Puigdemont ya advirtió a sus cuadros, al día siguiente de las elecciones, que debían mantener la tensión de la estructura del partido con la vista puesta en el 9J y una eventual repetición de las elecciones catalanas.

El líder de Junts se aplicará la receta, con una presencia intensiva en una campaña en la que por primera vez en años no es cabeza de lista, lugar que ocupa Toni Comin. Y pondrá el acento en "las batallas ganadas estos años" gracias al "exilio", resaltaba este martes el director de campaña y número tres de la candidatura, Aleix Sarri.

"Victorias políticas y judiciales en el espacio europeo" al frente de las cuales sitúa Junts la Ley de amnistía al independentismo que el Congreso aprobará definitivamente el próximo 30 de mayo. Una hazaña que el propio Puigdemont celebrará al día siguiente en un acto protagonizado junto a su abogado de cabecera, Gonzalo Boye, desde Bruselas. Un acto en el que argumentarán que "todas las victorias jurídicas internacionales han forzado a España a aceptar una amnistía".

ERC, junto a Bildu y BNG

Esquerra, por su parte, se encomienda a la repetición de su alianza europea con Bildu y BNG, a la que esta vez se unen los nacionalistas baleares de Ara Mes, y nacionalismos minoritarios como Ahora Canarias para superar el batacazo de las autonómicas. Antes de las elecciones catalanas la coalición Ahora Repúblicas aspiraba a mejorar los resultados de 2019 y conseguir los cuatro eurodiputados. Un objetivo que se aleja tras el 12M, aunque desde Esquerra insisten en que "Ahora Repúblicas ha sido de los proyectos más sólidos" del panorama nacionalista, "con toda la representación que tenemos esperamos mejorar los resultados".

Aunque la cabeza de lista, Diana Riba, reconocía este martes que tendrán que batallar contra una abstención que se agudiza en las convocatorias europeas y esta vez no contarán con el impulso que supuso en 2019 la coincidencia de elecciones europeas y municipales en España. "En los momentos difíciles lo que suele subir es la derecha y los populismos", apuntaba Riba, "por eso hacemos un llamamiento a votar más que nunca".

Será una campaña en la que unos y otros batallarán además contra un debate centrado en los grandes partidos nacionales, que ya han polarizado la campaña gracias al conflicto diplomático con Argentina provocado por las afirmaciones de Javier Milei en un acto de Vox. "Habrá intentos de polarización española", reconocía Sarri. Pero el dirigente de Junts advierte que "la polarización solo beneficia a PSOE y Vox, las declaraciones de Milei no tienen sentido y las reacciones han sido exageradas, es una crisis que solo les interesa a ellos".