La Fiscalía de Sala de Violencia contra la Mujer ha propuesto que se elimine el delito de allanamiento de morada del tribunal con jurado. La razón es bien sencilla: los jueces que trabajan en juzgados especializados de mujeres requieren de una formación específica y si los hechos delictivos terminan siendo analizados por un grupo de ciudadanos que forma el tribunal muchas veces éstos no tienen la sensibilidad que requieren estas víctimas para entender su comportamiento.

En 2022, según los datos que la Fiscalía refleja en su memoria anual publicada recientemente las sentencias condenatorias por violencia de género fueron 38.574. La fiscal de Sala Teresa Peramato expresa en el documento que cuando el delito de allanamiento de morada aparece en concurso con otros delitos de libertad sexual, por ejemplo, "la atracción cometencial provoca que se sometan al enjuiciamiento del jurado delitos extraordinariamente complejos que requieren de una formación especializada".

Dice la fiscal que no es extraordinario que relacionados con los delitos de violencia contra la mujer se cometan estas entradas ilegales al domicilio y esto, como decidió el pleno del Tribunal Supremo en marzo de 2017, es motivo de enjuiciamiento rápido dentro de las competencias del tribunal con jurado. Por eso, ella propone cambiar la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del 1214 Tribunal del Jurado para eliminar dicho delito.

Dentro de sus propuestas legislativas está también una modificación en los procedimientos de herencia. Peramato plantea que en caso de que la mujer sea víctima de violencia vicaria sean los juzgados especializados de violencia sobre la mujer, y no los juezgados ordinarios, los resuelvan estos asuntos. "De modo que la víctima de violencia vicaria pueda ejercer sus derechos hereditarios y el ejercicio de la acción civil que proceda, en su caso, contra los herederos del asesino cuando este se ha suicidado", expresa la Memoria.

El peligro en lo rural y en Internet

La Memoria Fiscal este año centra una parte en los feminicidos en el ámbito rural. " El mayor enraizamiento de la cultura patriarcal en la sociedad rural determina un mayor grado de normalización y mayor dificultad en la percepción y reconocimiento de las conductas machistas abusivas y violentas y también mayor dificultad para denunciar", expresa el Ministerio Público. Además, a ello suma la dificultad para acceder a recursos en estas zonas, la ausencia de anonimato y el miedo al estigma. Factores que podrían determinar que, en el ámbito rural, las mujeres víctimas de la violencia de género tengan mayores dificultades para desprenderse de los agresores y recuperar su vida.

Algo parecido sucede en el entorno digital, donde es más sencillo cometer un delito por el anonimato que permiten las redes sociales. La Fiscalía alerta de que delitos como el sexting o amenazas de datos íntimos, coacciones, acoso u hostigamiento, vejaciones terminan controlando las relaciones de pareja y doblegando la voluntad de la víctima. El método de distribución de Whatsapp o plataformas digitales dificulta la prueba y la autoría y esto complica el trabajo a los investigadores. Que la Policía haga un oficio para pedir a Instagram, a Facebook o a Google datos de los acosadores "dilata enormemente los procedimientos" y no garantiza además ningún éxito en la investigación.

Que la Policía haga un oficio para pedir a Instagram o Facebook datos de los acosadores "dilata enormemente los procedimientos" y no garantiza éxito

Precisamente, las mujeres del mundo rural tardan más tiempo en denunciar o directamente no lo hacen. Según algunos estudios que se citan en la Memoria, la media en que una víctima espera para poner una denuncia es de 8 años y 8 meses, y este lapso temporal es muy semejante en poblaciones inferiores a 50.000 habitantes y poblaciones que superan ese número.

Examinados uno a uno los feminicidios íntimos consumados del año 2022, 15 de ellos se cometieron en poblaciones de menos de 20.000 habitantes, lo que representa el 30%. De ellos, 5 se cometieron en municipios de menos de 1.000 habitantes (el 10%); 6 en municipios de 1.000 a 5.000 habitantes (12%); 2 de 5.000 a 10.000 y 2 de 10.000 a 20.000 (4% respectivamente). De las 5 mujeres que fueron asesinadas en poblaciones de menos de 1.000 habitantes, solamente una de ellas había denunciado previamente, lo que demuestra que, a pesar de que en 2022 el número de mujeres que había denunciado ascendió, no es una línea igualmente ascendente entre la población rural.

Feminicidios

Los feminicidos registrados en total en 2022 fueron 50, lo que supone un 2% más que en 2020 (49) y un 3,85% menos que en 2021 (51). "Especialmente preocupante", dice la Fiscalía, es el repunte de diciembre con 12 mujeres asesinadas en un solo mes.

La tendencia registrada el mes anterior era baja, la media de 2022 fue de 4,17 en el primer semestre y 2,6 en el segundo semestre. Esto activó todas las alarmas en las instituciones, sobre todo teniendo en cuenta que el 58% de las víctimas habían presentado denuncia previa. No es la primera vez que se registra una concentración de este tipo. en diciembre de 2013 se registraron 13 feminicidios; 11 en junio de 2007, julio de 2010 y junio de 2012; 10 en febrero de 2017, septiembre de 2018 o junio y diciembre de 2021, por poner algunos ejemplos.

La fiscal de Sala relata que es complicado encontrar factores que justifiquen o que puedan ser determinantes de esa concentración de feminicidios en diciembre. Las teorías relativas a la mayor convivencia en los periodos de invierno, con días más cortos, y en periodos como el navideño en el que existeuna mayor relación familiar y social, no parece que sea determinante si se compara con otros meses en los que se dan también esas circunstancias. Así, si se pone el foco en los meses de invierno, en el mes de noviembre, solamente se registraron 3 feminicidios.

En general, el número de mujeres asesinadas está descendiendo. En la tendencia se aprecia claramente cómo desde el año 2010 han descendido y que el ascenso registrado en el año 2020 fue una excepción en el histórico de la última década y que debemos relacionar con los efectos de la pandemia que ya fueron comentados en anteriores Memorias.

Radiografía de los asesinatos

De las 50 mujeres asesinadas en el año 2022, habían denunciado
previamente 22, lo que supone el 44%
. Si se compara este dato con
el de años anteriores, el incremento es "importantísimo", en palabras de la fiscal de Sala, pues, en el año 2021 habían denunciado previamente el 23%, y en el año 2020 un 14,30%. Para comprender la razón de ese incremento es necesario partir también del análisis separado del primer y segundo semestre del año 2022.

El 44% de las víctimas había presentado denuncia previa, mientras que en 2021 fue el 23%

En 6 ocasiones los presuntos feminicidas tenían antecedentes de violencia de género con otras parejas (el 12%), 4 de ellos con varias víctimas (66%) y 3 de ellos (50%) habían sido previamente condenados o sometidos a medidas cautelares.

En lo relativo a la nacionalidad, la mayoría de las víctimas eran españolas (38, el 76%) así como los agresores (32, el 64%). El detalle por nacionalidad de las víctimas extranjeras es el siguiente: 3 de Marruecos; 1 de Chipre; 2 de Reino Unido; 2 de Rumanía; 1 de Bulgaria; 1 de Bolivia; y 1 de Guatemala y otra de Venezuela.

En cuanto a la edad, la mayoría de las víctimas tenían entre 26 y 50 años (15, el 58%), seguidas por las que tenían entre 51 y 70 (11, el 22%). En este trimestre se computó una víctima menor de edad (de 17 años), su exnovio,
presunto agresor, contaba con 19 años y otra joven de 18 años presuntamente asesinada por su ex novio de 18 años. En este trimestre se computó una víctima menor de edad (de 17 años), su exnovio, presunto agresor, contaba con 19 años y otra joven de 18 años presuntamente asesinada por su ex novio de 18 años. En cuanto a los agresores también la mayoría tenían entre 26 y 50 años (el 68%) seguidos por los que tenían entre 51 y 70 (18%).

Sobre el mecanismo feminicida, sigue predominando la utilización de armas blancas que fueron utilizadas en un 56% de los casos, los golpes representaron el 16% seguidos de la de estrangulación (10%), armas de fuego (8%), en 2 ocasiones las víctimas fueron quemadas (4%) y, en una ocasión el feminicidio fue presuntamente cometido en comisión por omisión.

El arma blanca fue utilizada en el 56% de los feminicidios, seguido de los golpes (16%) y la estrangulación (10%)

De todas, 18 de las víctimas tenían hijos menores de edad sumando un total
de 36 y en cuanto al comportamiento posterior de los agresores 9 se
suicidaron, 3 lo intentaron
o se autolesionaron siendo detenidos al
igual que el resto.

Por comunidades, la que más feminicidios registró fue Andalucía (12), seguida de Cataluña (7) y Castilla la Mancha (7), Madrid (7), Castilla y León (4), Valencia (3), Aragón, Murcia y Canarias (2), y Navarra,
Asturias, Extremadura y País Vasco (1).

Andalucía con más dispositivos telemáticos

Respecto a los dispositivos telemáticos se ha incrementado su uso en provincias como A Coruña y Murcia; sin embargo, en provincias como Teruel, Cáceres, Palencia, Ávila, Soria, razones geográficas dificultan su utilización. En el año 2022 se han interpuesto, según los datos facilitados por el CGPJ,182.073 denuncias en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (un 11,8% más que en 2021), siendo el cómputo de víctimas 176.380 (un 10,69% más que el año anterior), el 65,66% españolas y 34,4% extranjeras.

En relación con los dispositivos telemáticos de detección de proximidad, a 31 de diciembre de 2022 había 3.056 dispositivos activos, un 14,26% más que en diciembre de 2021; ello supone un incremento del 16,64%. Según nuestros datos la Comunidad Autónoma que más dispositivos instaló fue Andalucía (125 para el control de penas y 160 para medidas cautelares), seguida de Madrid (67 y 149), Comunidad Valenciana (74 y 53), Galicia (38 y 69), País Vasco (43 y 27), Canarias (41 y 61), Castilla La Mancha (23 y 43) y Castilla León (5 y 45) y Aragón (38 y 15).