Los hechos sucedieron a principio de septiembre en un club de Mogán, un municipio turístico y costero de Gran Canaria. Allí la víctima acudió a una fiesta con varios jugadores canteranos del Real Madrid y terminó teniendo relaciones sexuales consentidas, según fuentes cercanas a la investigación. Sin embargo, uno de los jóvenes lo grabó sin su consentimiento y luego lo difundió. La Guardia Civil detuvo este jueves a tres futbolistas del equipo C por un presunto delito de revelación de secretos. Todos quedaron en libertad al final de la tarde.

El local donde comenzó la fiesta fue en un conocido beach club del sur de Gran Canaria, según explican fuentes conocedoras de las pesquisas a El Independiente. Un exclusivo establecimiento cerca del mar en Puerto Rico, una zona costera y muy visitada de canarias, con camas balinesas y cabañas más íntimas para beber y bañarse. En su web se venden como "el mejor chill out de Europa". La víctima supo en un momento dado que la estaban grabando y pidió al autor del vídeo que lo borrara, asegurándole él que iba a hacerlo. Sin embargo, al poco tiempo se enteró por una tercera persona que ese vídeo había circulado y decidió denunciar, explican citadas fuentes.

Al ser ella menor de 16 años, la denuncia corrió a cargo de su madre que la formalizó ante la Guardia Civil de Canarias donde se iniciarion las diligencias de investigación. El archivo del acto sexual terminó difundiéndose en grupos de WhatsApp del vestuario.

Varios agentes de la Policía Judicial de las islas se trasladaron a Madrid y se presentaron este jueves en la ciudad deportiva del club de fúbtol donde llevaron a cabo las detenciones. Los tres arrestados son mayores de edad y jugadores de los equipos inferiores del club blanco. Hay un cuarto implicado, si bien fuentes de la Benemérita explican que no fue arrestado.

Dos de ellos tienen 20 años, mientras que el tercero tiene 21 y el cuarto 18 años, apuntan fuentes oficiales del Instituto Armado. Uno de los jugadores responde a las siglas R. A. y es de Las Palmas.

Los investigadores revisaron los teléfonos móviles de todos los detenidos para su análisis. La investigación sigue abierta y no se descarta que pueda haber nuevas detenciones y de momento el asunto no se ha judicializado, tal y como confirman en el Tribunal de Justicia de Canarias, si bien se espera que el atestado policial llegue este viernes a los juzgados de San Bartolomé de Tirajana.

Puede haber más detenciones

El delito al que se enfrentan corresponde a una revelación de secretos que puede ser castigada con hasta un año de prisión. El Código Penal expresa que será condenado con una pena de prisión de tres meses a un año (o multa de seis a doce meses) el que "sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la grabación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona".

Todos los que difundieran el vídeo o lo reenviaran por Whatsapp aunque fuera una sola vez estarían expuestos a esta pena y fuentes de la investigación no descartan que ésta se amplíe en los próximos días. En los casos en los que la víctima es menor de edad, como es el presente, la pena es la más alta para los autores. Las fuentes jurídicas consultadas en el Tribunal Supremo señalan, además, que la grabación en principio no formaría parte de delito, pero sobre eso hay discrepancias entre los propios magistrados y la jurisprudencia. Así que lo primero es ver si termina judicializándose el asunto.

Por su parte, el Real Madrid ha esgrimido en un escueto comunicado que "cuando el club tenga conocimiento detallado de los hechos, adoptará las medidas oportunas".