El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales acaba de concluir que el rey emérito Juan Carlos I no puede ser juzgado en Reino Unido por la demanda por presunto acoso que presentó Corinna Larsen para reclamarle unos 146 millones de euros por daños y perjuicios. Así las cosas, archiva el asunto que llevaba judicializado en Londrés casi tres años, según la resolución que ha hecho público el órgano este mismo viernes.

"Mi conclusión principal es que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales carece de competencia para conocer de esta reclamación. Esto se debe a que no se ha interpuesto contra el demandado en su país de domicilio, como es su derecho por defecto; y la demandante no me ha convencido de que tenga argumentos sólidos y defendibles de que su reclamo cae dentro de una excepción a esa regla predeterminada", ha señalado la jueza Collins Rice.

Para la togada, Larsen "no cumplió con las normas judiciales aplicables a la redacción de una demanda por acoso" y "no ha demostrado suficientemente" que el 'evento perjudicial' de su supuesto acoso ocurriera en Inglaterra. Dice Collins que "si hubiera podido concluir que el Tribunal Superior tenía competencias" igualmente habría rechazado la demanda porque Larsen en sus múltiples recursos al Tribunal de Apelación ha mostrado "inconsistencia" en su relato.

Según la resolución de la magistrada inglesa, la empresaria ha mostrado "problemas con la claridad, precisión y coherencia" durante el procedimiento. Cabe recordar, que la que fuera amante de Juan Carlos I interpuso la demanda en diciembre de 2020 acusando tanto al monarca como a miembros del CNI de haberla amenazado y coaccionado durante años para que ella le devolviera un dinero que él le donó. Su versión sostiene que el emérito envió a agentes del servicio secreto español a espiarla e intimidarla y que incluso le dejaron un libro sobre su mesa de la muerte de la princesa Diana como preámbulo de lo que podría pasarle.

La jueza Collins no entra a valorar lo sucedido, ni a desmentir los hechos, sino que esgrime que el Bormbón no puede ser sometido a la ley británica. "La demandante tiene un relato que desea dar de su historia personal y el daño causado a su tranquilidad y a sus derechos personales, bienestar, su vida empresarial, social y famniliar. No tengo opinión sobre eso, la única pregunta para mí ha sido si ella puede obligar al acusado a dar su versión de los hechos ante el Tribunal superior. Mi conclusión es que no puede", reza la resolución británica.

Parte del procedimiento, de hecho, se ha basado en conocer hasta dónde se extendía la inmunidad del emérito. El enredo jurídico había ido escalando hasta llegar al Tribunal de Apleciones que falló el pasado 6 de diciembre que Juan Carlos gozaba de inmunidad de todas las actuaciones previas a su abdicación como jefe del Estado en España en 2014. Esto acotaba mucho la demanda de Larsen, si bien podía seguir adelante porque los hechos que ella relataba se extendían hasta 2020. Tras este análisis, sin embargo, la magistrada ha cerrado la puerta a cualquier eventual juicio.

Corinna Larsen muestra su decepción

"Estoy profundamente decepcionada por el resultado de este caso en el Tribunal Superior de Inglaterra. Es desalentador ver que las víctimas de acoso a menudo luchan por encontrar justicia en nuestro sistema jurídico. El acoso tiene un impacto profundo y duradero en las personas, y es crucial que nuestros procesos legales proporcionen un recursos adecuados a quienes lo hayan sufrido", ha manifestado la empresaria en un comunicado.

"La intimidación y el acoso hacia mí y mis hijos continúan y tienen como objetivo destruirme por completo. Juan Carlos ha desplegado todo su arsenal para desgastarme y el alcance de su poder es inmenso. Estoy considerando todas las opciones disponibles", ha expuesto este viernes.