"España no puede someterse a este tribunal", afirma con rotundidad la defensa de Juan Carlos I que esta semana presencia una nueva vista en la Corte británica por la demanda de Corinna Larsen. La examante del emérito lo acusa de acoso y ha utilizado distintas noticias de la prensa española para apoyar su tesis, mientras que los nuevos abogados del monarca aseguran que el pleito está dañado de base porque no puede dirimirse en una jurisdicción extranjera. Además, señalan que la empresaria ha cambiado su versión al menos 13 veces para, por ejemplo, tratar de involucrar al exdirector del CNI Félix Sanz Roldán.

Los recién estrenados letrados del ex jefe de Estado han elaborado dos nuevos 'skeleton' (toda la argumentación jurídica) para la vista que se está realizando esta semana y que durará hasta el viernes. Sobre la mesa, varios elementos: que el tribunal inglés no debe esclarecer los hechos y que Larsen ha vuelto a introducir elementos que el tribunal de apelación ya despachó. "Las acusaciones involucran un presunto abuso de poder totalmente inconsistente con el importante papel del acusado en la Transición de España a un sistema parlamentario exitoso en democracia", explica los argumentos del emérito a los que ha tenido acceso El Independiente.

Don Juan Carlos cambió de bufete después de que en diciembre de 2022 el Tribunal de Apelación Inglés le diera la razón sobre el tema de la inmunidad y protegiera su actuación hasta 2014 cuando abdicó. Ahora, defendido por Velitor Law ha pasado a una nueva fase: pedir que se desestime la demanda completa. La vista ante la jueza Collins Rice comenzó este martes y, como avanzó Europa Press, Larsen solicita que se le paguen 146 millones de euros.

El momento para esclarecer todo esto no es en un juicio posterior, dice el monarca, "es ahora". Es Corinna Larsen la que "debe demostrar [...] que Inglaterra tiene jurisdicción" y no al revés, "sobre la base de pruebas más completas de que los hechos dañinos ocurrieron en Inglaterra". Para ellos no ha presentado pruebas ni certezas de que todo sucediera allí.

Del CNI a Sanz Roldán personalmente

El emérito acusa a Larsen de haber modulado sus escritos para que como el tribunal expuso que los agentes del CNI no podían ser incluidos porque actúan en pro del Estado, ahora parezca que, en realidad, era Sanz Roldán a motu proprio. "La demandante ha tratado de reformular un número de acusaciones previas a la abdicación, aparentemente para dar la impresión de que los actos fueron realizados por el general Sanz Roldán a título privado y no implicar al CNI", exponen. "Así, se suprime la referencia al Estado español o el CNI [...] se modifica para sugerar que el 'equipo de barrido' eran contratistas privados, el Grupo Eulen [...] afirmando que el acusado procuraba al general Roldán generalmente como amigo para 'fines privados'".

Dicen los letrados de Don Juan Carlos que la empresaria habla de "hombres" de "apariencia mediterránea" o de habla española para referirse a los miembros de inteligencia sin poder demostrar ni siquiera que lo eran. Y Aacusa a sus abogados de no haber aprendido nada de estos años de pleito entre 2020 y 2021: "El último borrador de alegaciones es lamentablemente inadecuado y plagado de contradicciones e inversimilitudes".

Los medios contra ella

El relato de la alemana sostiene que Juan Carlos I hizo comentarios privados sobre ella poco halagodores, que trató de persuadirla, que le "arregló" cenas con amigos comunes para presionarla, que le entregó un reloj al conductor, que le envió a un asistente con un acarta que decía "Estoy aquí para lo que sea necesario, esperaré tus noticias" y otra un año después con un saludo de Pascua. Insistió también el emérito, supuestamente, en que contratara a su diseñador de interiores.

Pero, sobre todo, lo que más lamenta Larsen en su demanda es que vivió una verdadera campaña de acoso y hostigamiento a través de la prensa española que la llevó, incluso, a contratar a una empresa que monitorizarla. "Para 2016 cuando contraté por primera vez a una empresa de relaicones públicas, y ahabía sido objeto de miles de artículos dañinos. He tenido que pagar a representantes para monitorear y, cuando fuera necesario, responder a los medios que contienen acusaciones falsas sobre mí y mi negocio", revela la demandante.

Esgrime que se publicó información confidencial o "críticas contundentes" que le causaron angustia y enumera periódicos como El País, El Confidencial, El Mundo, Vozpópuli, Diari Ara o revistas como Interviú.

Sin embargo, el emérito deja patente la contradicción con esta supuesta camapaña si él hacía "muchas declaraciones positivas públicamente" sobre ella en esos años. Arguye que no se puede demostrar que él estuviera detrás de todas estas notas ni que tuviera influencia sobre ellas. "Quizás lo más llamativo de la demanda es que [Larsen] ni siquiera parece haberse acercado a los periodista involucrados en las diversas publicaciones para ver si pueden verificar sus afirmaciones alegadas", subrayan los letrados. "Evidentemente, las únicas personas que saben con certeza qué información se compartió con los periodistas para la publicación son los propios periodistas".

La inmunidad de Juan Carlos

El Tribunal de Apelación declaró el pasado año por unanimidad que el monarca era inmune durante el tiempo que estuvo en el trono. "Sin reparos, la respuesta de la demandante a esta derrota fue ignorar la decisión y reintroducir efectivamente el mismo material a modo de 'antecedentes' o 'contextos' en su propuesta de modificación de los detalles de la reclamación", expresa el bufete.

Toda la supuesta ansiedad y angustia que dice Larsen que le causó quien fuera su pareja si fue antes de 2014, reclaman los abogados, es "irrelevante".