Muy tenso. Así describen todas las fuentes consultadas el interrogatorio del 'caso Rubiales' en la Audiencia Nacional este jueves entre la Fiscalía y el seleccionador masculino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis de la Fuente, y la que fuera la cúpula de Comunicación del expresidente Luis Rubiales. Tanto De la Fuente como el exdirector de prensa Pablo García Cuervo y su 'número dos' Enrique Yunta se han desmarcado de cualquier presión a Jennifer Hermoso durante el mundial de Sídney (Australia) tras el polémico beso y en los días posteriores.

El interrogatorio de estos tres testigos se ha basado en dos ejes principales: por un lado, la estancia en el Mundial y el comunicado oficial que se envió por la RFEF en el que Hermoso quitaba hierro al gesto de su jefe y, por otro lado, la reunión en la que la jefa de prensa femenina, Patricia Pérez, denunció presiones para firmar un escrito que exculpaba a Rubiales de cualquier responsabilidad.

El primero en declarar ha sido García Cuervo que fue despedido de la Federación el pasado 29 de septiembre. "No me riña", le llegó a decir el testigo a la teniente fiscal Marta Durántez que le estaba preguntando. Los abogados de la defensa también pidieron al juez instructor que el tono fuera otro. Según su versión, Comunicación redactó el comunicado con los entrecomillados de Hermoso en base a la entrevista que ella acaba de tener en COPE. Ella, dijo García Cuervo que ha admitido ser el que se lo enseñó, dio su visto bueno a que se publicara. "La única condición que le puse a Rubiales fue que lo tenía que aprobar Jenni", dijo.

Pero la fiscal lo corrigió: en base a la versión de la jugadora sus palabras exactas fueron "haced lo que queráis". "Eso es mentira", esgrimió García Cuervo. Marta Durántez preguntó entonces que si no creía que la futbolista se había sentido presionada para dar el okey a lo que el director de Comunicación expuso que aunque Hermoso dijo que sí con "desdén" él cree que con la "madurez" de la internacional y teniendo en cuenta que había dicho que no claramente a salir en un vídeo con Rubiales también podría haberle dicho que no a él. En la misma línea se expresó Yunta, revelan fuentes presentes en la declaración.

La reunión de Pérez

La segunda línea indagatoria se ha desarrollado sobre la reunión que tras el viaje se produjo en el despacho del director de Integridad, Miguel Ángel Caba, quien abrió un procedimiento para investigar a Rubiales tras el beso. El tema terminó archivado y se usó como prueba del expresidente para demostrar su inocencia en la Audiencia Nacional. La jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, declaró en sede judicial (y previamente había interpuesto una denuncia interna en la RFEF) que en su interrogatorio se sintió presionada porque estuvieron presentes Rubiales y hasta su padre y que lo que firmó --que decía, por ejemplo, que hubo clima de fiesta tras el beso y que en ningún momento vio a la jugadora afectada-- no fue rubricado en las mejores condiciones.

Sobre este asunto y sobre todos los demás De La Fuente se ha desmarcado totalmente. Algunas fuentes señalan que se ha mostrado "evasivo" y que no recordaba prácticamente nada. El seleccionador ha dicho que si él estuvo en la reunión de Integridad fue para hablar sobre otros asuntos que nada tenían que ver. Entró en el despacho en momentos "puntuales" para organizar un partido en Georgia que se celebraba pronto.

Por su parte, García Cuervo ha explicado que en realidad había tanta gente en la Federación porque llevaban desde las nueve de la mañana reunidos para "analizar la situación" de lo que estaba ocurriendo. Sólo fue a partir del medio día, según su versión, cuando llegó la jefa de prensa femenina y se tomó su declaración para Integridad. Pero el despacho estaba repleto, dijo, desde mucho antes. Mencionó el exdirector de Comunicación unas palabras que escamaron a la fiscal: que estaban desarrollando "diferentes estrategias". ¿Qué estrategias eran esas?, quiso saber Durántez. Pues las "posibles consecuencias del beso" por ejemplo con la FIFA, añadió.

Sobre Pérez, ambos trabajadores de Comunicación han dicho que ella firmó su propia declaración libremente. Si bien han reconocido que aunque el clima de la reunión no era el más "propicio" para ser preguntada por Integridad, tuvo la oportunidad de cambiar lo que quisiera así que todo fue voluntariamente, añaden. Algo que para la Fiscalía choca con la versión que dio Pérez en sede judicial.

El Ministerio Público también quiso saber si alguno de los testigos sabía algo de por qué los directivos de la RFEF Albert Luque y Rubén Rivera estuvieron en Ibiza. Ninguno sabía nada.