La Audiencia Nacional lleva años con el foco puesto en la falsificación de moneda y de tarjetas de crédito por parte de organizaciones o grupos criminales, pero la tendencia de este tipo de delitos está cambiando y mientras desciende el número de arrestados por falsificar dinero físico, no paran de crecer los que se hacen con tarjetas de crédito online. El número de operaciones realizadas por este tipo de falsificación o distribución de dinero falso fue de 60 en 2022 con un total de 91 arrestos, lo que supone un descenso del 180% respecto al año anterior (255). Del total, hubo 59 españoles y 32 extranjeros destacando la mayor implicación de ciudadanos de origen croata, argentino y colombiano. Este delito ha mutado en el hackeo o el robo de tarjetas de crédito de forma virtual. Aquí fueron 1.093 detenciones el pasado año.

La memoria fiscal de este año destaca la trascendencia y la importancia de este tipo de delitos para el orden socioeconómico no solo el español, sino también el comunitario. La mayor cantidad de detenciones se produjeron en la Comunidad Valenciana, seguida de Málaga, Barcelona, Sevilla, Tarragona, Alicante y Madrid.

La Fiscalía destaca que en las operaciones se han encontrado falsificaciones de billetes de euro y dólares, si bien han podido comprobar que se están cambiando las modalidades tradicionales de introducción de la moneda como eran el goteo o el cajero automático. Ahora la venta se hace por redes sociales como Telegram, Instagram y Tik Tok o a través de plataformas de compraventa como Milanuncios y Wallapop.

Respecto a las falsificaciones detectadas en España, la mayoría se encontraron repartidas en siete provincias: Barcelona, Madrid, Sevilla, Málaga, Valencia, Bilbao y Alicante. La Brigada de Investigación del Banco de España en colaboración con los Mossos d'Esquadra desmantelaron en 2022 el laboratorio más importante y activo de Europa en la última década en la producción de billetes falsos de 500 euros. Los investigadores detuvieron a 12 personas españolas y a una de Albania. Se calcula que habían producido algo más de 8 millones de euros falsos.

Sin embargo, el Ministerio Público reseña que las falsificaciones que predominan en el territorio español son, en realidad, de baja calidad y con un bajo número de billetes producidos.

Así las cosas, el delito de falsificación de tarjeta se ha convertido en algo "residual" y en todo 2022 no se ha detectado grupos de delincuencia organizada que se dediquen a esto. La finalidad solía ser conseguir el duplicado de la tarjeta física y así realizar extracciones de dinero en efectivo en el cajero automático. Copiaban la banda magnética y compraban.

La parte online prolifera

Esta modalidad delictiva ha ido evolucionando y el duplicado de la tarjeta física ha quedado obsoleto. Ahora los delincuentes se limitan a obtener los datos de la tarjeta necesarios para ejecutar las transacciones de manera virtual. Técnicas de phising o smishing son las que más han proliferado.

En este tipo de delincuencia, el número de detenidos se dispara. En total 1.093, de los que 685 tenían nacionalidad española, 68 nigeriana, 51 marroquí, 29 República Dominicana y 22 colombiana y rumana respectivamente.

La Fiscalía destaca el desplazamiento de la delincuencia al mundo virtual, puesto que en el último año no se encontró ningún dato asociado a la manipulación o alteración de cajeros y tarjetas. En cambio, los juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional se han llenado de macrocausas de criptomonedas como la que está abierta desde 2020 sobre la plataforma de moneda digital Nimbus.