La boda más extraña y cara de Marruecos. Así bautizaron algunos en el país vecino al enlace nupcial de Moussa, un narcotraficante prófugo de la justicia, celebrado en un establecimiento de Segangán, una localidad marroquí de 34.000 habitantes a apenas 40 kilómetros de Melilla. Los fastos, regados por un banquete de lujo y la actuación de media docena de estrellas de la música marroquí, también concentraron a un buen número de colegas de gremio. Una 'cumbre de narcos' que investigan ya policías de varios países europeos y que muestran cómo los narcotraficantes campan a sus anchas al otro lado del Estrecho, en mitad de la impunidad y la cooperación abierta con las autoridades.
En las imágenes a las que ha tenido acceso El Independiente, se observa a buena parte de los invitados al evento, celebrado el pasado 13 de agosto. En el listado de asistentes figuran comerciantes, empresarios e incluso representantes municipales pero también miembros de clanes dedicados al narcotráfico llegados de diferentes puntos de Europa en una señal evidente del grado de protección e impunidad del que gozan Moussa y su círculo de familiares y amigos.
Protección e impunidad
Según ha podido saber este diario, fuerzas de seguridad europeas investigan ya la celebración de la boda de Moussa Azghanghan -apodado Moussa 'El Rifeño'- después de que la ostentosa e impresionante celebración se hiciera viral en redes sociales hasta llegar a oídos de los agentes antidrogas de distintos países. A la boda acudieron los capos más buscados de Países Bajos, Francia o España. Llegaron desde Dubái, la capital del ocio de Emiratos Árabe Unidos que durante años ha servido de residencia de muchos de ellos, de otros lugares de Marruecos y otros escondites. Fuentes conocedoras de estas indagaciones confirman a El Independiente que los investigadores europeos están compartiendo información.
A la boda acudieron los capos más buscados de Países Bajos, Francia o España
El país alauí lleva tiempo siendo el refugio de muchos jefes del narcotráfico con cuentas pendientes en tribunales del Viejo continente. Dubái era otro de los destinos favoritos de quienes huían buscados como miembros de la Mocro Maffia o del clan de los Balcanes, pero en los últimos meses Francia e Italia han dado pasos hacia la colaboración con esta federación de siete emiratos y han nombrado allí un magistrado de enlace para poder iniciar las extradiciones de algunos de los cabecillas de la droga, según explican fuentes de la lucha contra la delincuencia.
Un paraíso para los narcos
La situación con Marruecos, sin embargo, es diferente. Lejos de mejorar ha ido empeorando con el paso de los años. Fuentes marroquíes con amplio conocimiento de la situación en el país vecino admiten en conversación con este diario que la cooperación entre los servicios de inteligencia y el narcotráfico es "total". "Se acerca a la situación de Colombia en los años 90", deslizan gráficamente. Fue la década de mayor expansión del 'reino' de Pablo Escobar al frente del Cártel de Medellín. Fue cuando mejor operaron las rutas de contrabando de cocaína hacia Estados Unidos, lo que generó una época de violencia y tráfico internacional de sustancias ilícitas en Colombia y que desembocó en un enfrentamiento directo contra el Estado colombiano.
Tal y como informó este diario el mes pasado, el tráfico de drogas es uno de los vértices que subyace tras la guerra abierta entre las dos agencias de inteligencia: por un lado, la Dirección General de la Supervisión del Territorio (DGST), la inteligencia interna, liderada por Abdellatif Hammouchi; y, por otro, la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), la inteligencia exterior, bajo el mando de Yassine Mansouri, amigo cercano del rey Mohamed VI desde la infancia.
La cooperación de los servicios secretos marroquíes con el narcotráfico es total
En los últimos meses medios afines a la DGST han acusado a funcionarios de la DGED de estar implicado en el tráfico de drogas. “Lo esencial no es la lucha entre los servicios secretos, sino la realidad de que un servicio acusa al otro de trafico de droga, y esto es casi un reconocimiento oficial y un hecho sin precedentes”, admitió a este diario una fuente marroquí al tanto de los tejemanejes en el interior del régimen alauí.
En ese conflicto que se libra cada vez más a la luz pública, la boda de Moussa y Mariam celebrada el pasado 13 de agosto cobra un significado aún más relevante. En el convite hubo coches de lujo sin matrícula, armas, lluvia de dinero, langosta y todo tipo de marisco y hasta las cantantes más famosas del país con más de 10 millones de seguidores en redes sociales. En redes sociales, algunos marroquíes se preguntaron escandalizados: "¿Dónde están las autoridades? ¿Dónde está el Ministerio del Interior? ¿Quién ha permitido esto? ¿Por qué no se detiene a los que aparecieron disparando?". Según consta en la información proporcionada a este diario, la mayoría de los 34 arrestados en redadas días después fueron por lucir la bandera amazig que representa al pueblo bereber del Rif.
El eco del evento fue tal que algunas fuentes señalan que los servicios de inteligencia se acercaron para conocer qué estaba pasando en Segangan, esta ciudad al oeste de Nador y cerca de Melilla. "Lo que dicen los narcos es que la boda fue mejor que la del Rey", indican estas voces. Las policías europeas han empezado a mover a sus confidentes allí y se están cruzando información para conocer exactamente quiénes estaban y dónde están escondidos.
En Marruecos se encuentran supuestamente Sergio Jesús Mora Carrasco, más conocido como 'El Yeyo', que es el español que mueve un volumen de cocaína descomunal que entra en el Guadalquivir. Está fugado de España desde 2017. También se halla en tierras magrebíes Karim Bouyakhrichan, reclamado por Países Bajos tras amenazar de muerte a la princesa heredera al trono de Holanda, Amalia de Orange. A pesar de que había sido arrestado en Málaga, un error judicial inexplicable lo dejó en libertad y se dio a la fuga.
Lo esencial es que el novio perseguido por la droga asistió tranquilamente a su boda, igual que algunos de sus invitados, también narcotraficantes marroquíes
Precisamente para algunos en Marruecos esa exhibición sin pudor ni miedo que constituyó la boda -escaparate de dinero e influencia- lanza un mensaje: "Estamos aquí, nadie puede acercarse"; "Musa no es solo una persona… es todo un sistema". Se celebró en plena región del Rif, una de las zonas más empobrecidas y marginadas de Marruecos y protagonista de ese abismo que separa al Marruecos urbano y costero agraciado con la dicha del desarrollo de infraestructuras y el país rural. Un territorio fértil para el negocio ilícito. "El cultivo de cannabis ha sido durante décadas una forma de compensar el fracaso de las políticas de desarrollo en el Rif, una zona montañosa con un terreno muy accidentado”, reconocía hace un año a este diario el periodista de investigación marroquí Hicham Mansouri.
Una de las tesis que maneja la policía europea es que los capos del narcotráfico hayan optado por mover su base de operaciones e incluso su residencia a Marruecos, aprovechando ese sentimiento de impunidad que certifican eventos como el enlace nupcial. Fuentes marroquíes consultadas por este diario, sin embargo, lo descartan: "Lo dudo, porque Marruecos no quiere llamar la atención. Ya tiene su traficantes, que son muchos. Resulta que Marruecos es un país abierto y muchos narcotraficantes buscados escapan por mar, mediante lanchas rápidas, y se instalan en Marruecos por una temporada. Lo esencial es que el novio perseguido por la droga asistió tranquilamente a su boda, igual que algunos de sus invitados, también narcotraficantes marroquíes", apostillan.
Los efectos en España
Esa actividad de tráficos de estupefacientes en Marruecos tiene su efecto directo en España. Uno de los territorios más expuestos es Andalucía, que sufre, más allá de la entrada de cocaína a través de los puertos, el incremento incesante de grupos y organizaciones trasnacionales dedicadas al cultivo y exportación de marihuana, así como a la introducción de hachís para distribuir por Europa, una actividad que deriva de la circunstancia geográfica del Estrecho que separa en solo 14 kilómetro a la península de Marruecos, productor del hachís que se transporta a nuestras costas para su consumo nacional o seguir posteriormente hacia el resto de Europa.
Algeciras es el paradigma de este fenómeno. La capital del Campo de Gibraltar padece una situación excepcional derivada de la actividad criminal relacionada con el puerto y de la peculiaridad geográfica que supone el Estrecho; tal es así que casi el 75% de los delitos enjuiciados en la Sección de la Audiencia Provincial de Cádiz es por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes y contrabando.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado