La defensa del exsecretario de Organización del PSOE trabaja sin descanso para sacar cuanto antes a Santos Cerdán de la prisión de Soto del Real (Madrid) donde ingresó el pasado mes de junio. Los letrados han encargado una pericial que presentarán en los próximos días en el Tribunal Supremo para desacreditar los audios que, supuestamente, grabó el exasesor ministerial Koldo García y que cimentan la acusación de corrupción contra Cerdán. Fuentes jurídicas explican que están barajando algunas hipótesis como que se intervino el teléfono de Koldo con el virus israelí Pegasus.

PUBLICIDAD

El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil ha entregado esta semana al juez instructor Leopoldo Puente un informe en el que analizan uno a uno los ocho audios que se transcribieron en el dosier que dio pie a la imputación de Cerdán. En esas grabaciones se escucha cómo el expolítico y Koldo García hablan de reparto de dinero o de deudas de algunas empresas de cuyas contrataciones con el Ministerio de Transportes les debían supuestamente mordidas. Aparece igualmente el exministro de esa cartera José Luis Ábalos que también fue grabado, en teoría, por el que era entonces su mano derecha.

La Guardia Civil ha concluido que no hay "alteraciones" ni "manipulaciones o comportamientos anómalos" en las grabaciones que han encontrado en la vivienda de Alicante de Koldo, pero éste último nunca las ha reconocido ante un juez y fuentes de su entorno señalan que tanto él como Ábalos y Cerdán tienen la convicción de que si las grabaciones no son avaladas por su autor esta potente prueba se caerá de la instrucción.

Por ello, los letrados Benet Salellas y Jacobo Teijelo (a cargo de Cerdán) han anunciado ya que presentarán un informe pericial más profundo que el realizado por el Instituto Armado que, a su juicio, está cojo porque no analiza los metadatos de las grabaciones para saber cuándo exactamente fueron tomadas o las voces de los interlocutores.

Fuentes jurídicas cuentan que el borrador de esta pericial ya existía, pero que estaban esperando a ver qué decía la Guardia Civil antes de presentarlo. Una de las hipótesis que están barajando es la intervención del virus israelí Pegasus. Un software espía que es capaz de introducirse en un teléfono móvil y acceder a toda la documentación interna, al micrófono, la cámara, la ubicación, etc. Fue, de hecho, el virus que detectó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Agricultura, Luis Planas en 2021.

Se supone que tras esa incursión estuvo Marruecos, pero cuando estalló el escándalo un año después se conoció que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) también lo utilizaba y se había usado para acceder a dispositivos de algunos políticos catalanes.

En este caso, la línea de defensa incluye que la Guardia Civil hubiera introducido el virus de Pegasus en el teléfono de Koldo García sin que éste lo supiera y así se justificaría, por ejemplo, que existan grabaciones de la intimidad del exasesor que éste no hubiera querido hacer. Los letrados de Cerdán, de hecho, ya han mencionado en anteriores recursos sus dudas sobre la posibilidad de que Koldo haya podido ser una especie de infiltrado del Instituto Armado, ya que figuraba en las bases policiales como confidente y recibió una condecoración por ello.

Esta lectura es arriesgada y los letrados del exsecretario de Organización socialista lo saben, por eso trabajan para no dejar ningún cabo suelto y han pedido distintas opiniones sobre si incluir el asunto de Pegasus.

Por su parte, el instructor Puente parece convencido de seguir adelante en la investigación dando los audios como buenos. En su último escrito, en el que decidía rechazar la excarcelación de Cerdán, destacó que el informe de la Guardia Civil había certificado la autenticidad de los audios. Los letrados difieren y así se lo han hecho saber en el último recurso presentado este mismo viernes: "Es una lectura superficial".

Inciden en que los expertos lejos de descartar manipulaciones en las grabaciones incriminatorias señalan que hay "archivos editados, es decir, modificados", así como "ausencia de fechas de creación y reconocimiento de que su revisión ha excluido el 75% del material". "Cada vez son más plausibles las hipótesis alternativas sobre las mismas, seguimos sin saber, ahora con más motivo, la atribución de autoría y la integridad original", añade, al tiempo que insiste en la supuesta "animosidad" de Koldo García hacia él. "Esa animosidad incluso no permite descartar acción voluntaria de alterar o crear en perjuicio de los demás", apunta.

PUBLICIDAD